No es la primera vez que un corredor del transporte urbano de Saeta, fuera de servicio, sube a toda velocidad el puente ubicado en la rotonda de Limache, en la zona sur de la ciudad. Cual picada feroz, cegados por la imprudencia, algunos choferes no miden las consecuencias y se burlan de las normas. El viernes, cerca de la medianoche, el corredor 1, fuera de servicio, impacto contra la baranda del puente y quedó a centímetros de caer al vacío. El chofer, identificado como Darío Alejandro Méndez, de 30 años, se dirigía hacia la zona norte para dejar el enorme rodado. El accidente provocó gran revuelo y alarma en la zona.
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No es la primera vez que un corredor del transporte urbano de Saeta, fuera de servicio, sube a toda velocidad el puente ubicado en la rotonda de Limache, en la zona sur de la ciudad. Cual picada feroz, cegados por la imprudencia, algunos choferes no miden las consecuencias y se burlan de las normas. El viernes, cerca de la medianoche, el corredor 1, fuera de servicio, impacto contra la baranda del puente y quedó a centímetros de caer al vacío. El chofer, identificado como Darío Alejandro Méndez, de 30 años, se dirigía hacia la zona norte para dejar el enorme rodado. El accidente provocó gran revuelo y alarma en la zona.
Según fuentes policiales, se trató de un "desperfecto mecánico" lo que ocasionó que el chofer perdiera el control de la unidad y colisionara con la baranda quedando muy cerca de caer al vacío, lo que hubiera significado un enorme riesgo para la vida del conductor como para transeúntes o automovilistas ocasionales que suelen pasar por abajo del puente. El transporte circulaba de sur a norte; el chofer terminó con "lesiones leves". Lo que no se pudo establecer fue el resultado del control de alcoholemia que se le debería haber realizado tras el accidente vial.
El micro quedó muy cerca de caer al vacío y causar una tragedia y el chofer se salvó de milagro. El siniestro ocurrió justo en el centro del puente, en la parte más alta, con más de 10 metros de altura, aproximadamente. A la 0.6 alertaron sobre el hecho y los policías se trasladaron al lugar. Mucha gente también se movilizó y la rotonda de Limache se pobló de autos y transeúntes. La espectacularidad de la imagen con el micro de Saeta a punto de caer generó mucho asombro y conjeturas.
Personal policial trabajó durante más de dos horas en el lugar tratando de desenganchar el transporte urbano de pasajeros que quedó incrustado entre los parantes de hierro de la baranda. "Gracias a Dios que justo en ese momento no pasaba nadie por abajo del puente porque las partes de guardarrail que cayeron son pesadas", sostuvo uno de los curiosos que estacionó su coche cerca de una de las paradas de colectivos que hay en el lugar. Con la ayuda de otro transporte, los uniformados lograron sacar el micro perteneciente al interno 112 que fue trasladado a la comisaría de Lavalle.
A raíz de este singular accidente, que por suerte no terminó en una tragedia, quedó reflejado una vez más la total imprudencia de los conductores del transporte público, ya que por dicho puente está prohibido que circulen vehículos pesados como camiones y colectivos.