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Ponen la lupa en el acoso y el abuso de poder en las escuelas

Docentes de Tartagal se animaron a denunciar ante la Justicia los malos tratos que padecen.Sitepsa acompaña en el proceso al personal de las escuelas Cacique Cambaí y Luis M. Pretty.
Sabado, 23 de septiembre de 2017 00:00

Malos tratos, abuso de autoridad y pésimo manejo en los recursos económicos que los establecimientos escolares reciben en concepto de cooperadora para sustentar los comedores, son los ejes de las denuncias realizadas en contra de directivos de escuelas primarias de Tartagal. La delegada de Sitepsa (sindicato de trabajadores de educación pública de Salta) Marita Lucero, dijo que "es muy delicada la situación que se vive en varias escuelas primarias del departamento San Martín".

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Malos tratos, abuso de autoridad y pésimo manejo en los recursos económicos que los establecimientos escolares reciben en concepto de cooperadora para sustentar los comedores, son los ejes de las denuncias realizadas en contra de directivos de escuelas primarias de Tartagal. La delegada de Sitepsa (sindicato de trabajadores de educación pública de Salta) Marita Lucero, dijo que "es muy delicada la situación que se vive en varias escuelas primarias del departamento San Martín".

Para la delegada de esta nueva asociación sindical, el mayor déficit que presenta el Ministerio de Educación de la Provincia es "el ascenso a cargos directivos de docentes septuagenarios que llegan a ocupar esos puestos sin concursar ni por méritos académicos, sino por su edad. Además hay un cuerpo de supervisores que no da a conocer los severos problemas que se viven en las escuelas".

Lucero criticó también a la Asociación Docente Provincial que "prácticamente en ningún caso ejerce la defensa de los maestros a los que representa, algunos de los cuales, asediados por la persecución laboral se ven obligados a pedir licencias o ceden a las presiones del personal directivo y terminan solicitando traslados a otras escuelas, muy en contra de sus propias voluntades".

Traslados y licencias

Luego de que la jueza de violencia de género, Susana Menéndez, emitiera una durísima resolución en contra de la directora de la escuela Cacique Cambaí de Tartagal, Victoria Acosta, la maestra de grado María Julia Hurtado se animó a hacer pública la situación que atravesaron con otras docentes y el personal de maestranza, como consecuencia del maltrato al que Acosta las sometía.

Eso hizo que en el tema tomara directa intervención la supervisora general del Ministerio de Educación de la Provincia, profesora Olga Flores, quien al hacerse presente en el establecimiento escolar ubicado en la comunidad San Silvestre reconoció ante el personal docente y la representante de Sitepsa, que desconocía la situación que hace años se vive en esa escuela a la que asisten niños aborígenes y criollos.

"Si esta docente no hubiera hecho pública su situación y la Justicia no hubiera fallado protegiéndola del acoso al que la sometía la directora de la escuela Cambaí, nada hubiera cambiado. Las supervisoras en lugar de elevar las notas, pedidos y actuaciones, las cajonean. En este caso la supervisora en la escuela Cacique Cambaí es Teresa Mustafá", consideró la delegada de Sitepsa Marita Lucero.

Y agregó: "Tenemos otro hecho grave en la escuela Pretty, del barrio Roberto Romero de Tartagal, donde la supervisora Silvia Fernández de Novillo tomó la misma actitud; hoy lo que proponen estas funcionarias es hacer jornadas de convivencia, pero es demasiado tarde porque el tema está judicializado, se dejó avanzar el conflicto y no se actuó en su momento; ahora una mediación es una opción que no tiene mucho sentido".

La delegada gremial consideró que "en la escuela Cambaí el maltrato de la directora hacia algunos docente viene de su temor de perder su cargo; la señora no ascendió por concurso ni por méritos académicos sino por su antigedad, un tema que a nivel ministerial debe evaluarse y replantearse en todas las escuelas de la provincia. Esta señora está por cumplir 70 años y no quiere jubilarse y no puede ser obligada a acogerse a la jubilación, pero reitero que gran responsabilidad del clima de violencia verbal, hostilidad, malos tratos que se da en esa escuela es por la inacción de la supervisora de zona".

Lucero aseguró que "otro inconveniente muy serio son las dudas sobre el manejo de los recursos que ingresan al establecimiento en concepto de comedor escolar, cooperadora, alquiler de un quiosco sobre el que la directora se niega a darle explicaciones a la comunidad educativa. Pero lamentablemente tengo que decir que el de la escuela Cambaí no es el único caso".

En la escuela Pretty

La delegada gremial mantuvo una reunión con docentes, supervisores y directivos de la escuela Luis María Pretty, "donde una docente también denunció en la Justicia a la directora y a las dos vicedirectoras. Es muy difícil para alguien que no trabajó dentro de un establecimiento escolar entender las formas de acoso que sufre el docente, al punto de enfermarse y tener que tomar una licencia por tratamiento psiquiátrico. Pero la denigración, el insulto, la utilización de palabras soeces llevan al docente al extremo de la depresión, de querer dejarlo todo, pero a la vez es consciente de que no puede abandonar su trabajo. En la escuela Cambaí 18 docentes pidieron traslado, otros solicitaron licencia y otros se jubilaron. La denigración al personal de maestranza es increíble dentro de un ámbito donde se supone que prima la educación, el respeto y los valores. Pero se dan frente a la inacción de todos los que tendrían que tomar cartas en este asunto, incluido el gremio de ADP que debería ver por el bie nestar de sus afiliados".

 

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