La plaza 9 de Julio se inundó de historias fantásticas, héroes que lucharon por la Patria, brujos, duendes, animales que hablan y otros personajes. Nadie los vio, pero pasaron por la imaginación de los niños mientras leían libros al aire libre. Ayer, las bibliotecas populares instalaron puestos para compartir las obras que atesoran en los barrios y para exponer todas las posibilidades que desde esos espacios les brindan a niños, niñas y adolescentes.
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La plaza 9 de Julio se inundó de historias fantásticas, héroes que lucharon por la Patria, brujos, duendes, animales que hablan y otros personajes. Nadie los vio, pero pasaron por la imaginación de los niños mientras leían libros al aire libre. Ayer, las bibliotecas populares instalaron puestos para compartir las obras que atesoran en los barrios y para exponer todas las posibilidades que desde esos espacios les brindan a niños, niñas y adolescentes.
En esas instituciones barriales ya no solo se da la oportunidad de acceder a la lectura sino también se ofrecen talleres artísticos, clases de apoyo para estudiantes, talleres de manualidades, juegos y otras actividades que logran que chicos no aboquen parte de su vida a flagelos como las drogas.
Marta Alicia, de la biblioteca popular Martina Silva de Gurruchaga, ubicada en el barrio Roberto Romero, expresó: "Solo a través de la educación se puede salir adelante".
Tras recordar la gesta de Martina Silva, quien fue reconocida como capitana del Ejército del Norte en el periodo independentista, Marta dijo que mujeres y hombres trabajan allí para contener a los chicos de la zona oeste de la ciudad. No cuentan con mucho espacio, por cierto, ya que describe que la sala mide "cuatro por cuatro metros". Allí llegan a entrar hasta 15 chicos, contaron.
Los fines de semana, además, se dictan cursos de pintura sobre telas y reciclados de juguetes. Ayer, en el stand exponían muñecas recuperadas.
Alrededor de la plaza, una mujer repartía obras a los responsables de las bibliotecas populares donadas por la librería La Rayuela.
Sentados sobre el piso, dos niños hablaban de Hansel y Gretel. Estaban sumergidos en ese mundo mágico que esbozaron los hermanos Grimm.
Responsables de la biblioteca Barquito de Papel, ubicada en Castañares, invitaron a una barrileteada que realizarán el 30 de septiembre.
Los responsables de la biblioteca Pablo Neruda aún no tienen un espacio físico, pero atienden a los chicos de Villa Lavalle en la parroquia Nuestra Señora de Itatí. Están allí a través de un comodato.
"En el tiempo que no había internet vivía llena la sala. Ahora hay que ir a buscarlos, pero seguimos adelante", comentó una bibliotecaria.
El próximo jueves, a las 10, comenzará una caminata por la lectura. Partirán desde el Complejo de Bibliotecas, en las avenidas Belgrano y Sarmiento, rumbo a la plaza 9 de Julio.
Liliana Bacherán, desde la Coordinación de Bibliotecas, invitó a los periodistas y locutores a la jornada que se hará el día previo, desde las 14, con la organización Argentina Narrada.