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La hipoacusia es invalidante y desespera

Se llevaron a cabo las 9ª Jornadas de Hipoacusia con escasa participación de la comunidad y de los funcionarios. Señalaron la importancia social de difundir el lenguaje de señas
Lunes, 25 de septiembre de 2017 00:00

 Se lo llevó a cabo en el municipio de Gral. Güemes la 9ª Jornada de Concientización destinada para la comunidad sorda y público en general, que abordó tres temas fundamentales: Lengua de Señas, Cultura y Arte. 
Las jornadas se desarrollaron en dos días, la primera jornada del viernes 22 estuvo destinada en forma exclusiva para las personas sordas, mientras que a la jornada del sábado 23 estuvo invitada toda la comunidad. Las charlas del viernes contaron con la presencia de disertantes hipoacúsicos que trataron temas relacionados con los derechos de los sordos.

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 Se lo llevó a cabo en el municipio de Gral. Güemes la 9ª Jornada de Concientización destinada para la comunidad sorda y público en general, que abordó tres temas fundamentales: Lengua de Señas, Cultura y Arte. 
Las jornadas se desarrollaron en dos días, la primera jornada del viernes 22 estuvo destinada en forma exclusiva para las personas sordas, mientras que a la jornada del sábado 23 estuvo invitada toda la comunidad. Las charlas del viernes contaron con la presencia de disertantes hipoacúsicos que trataron temas relacionados con los derechos de los sordos.

Invitaciones

Para el sábado esperaban una sala llena en el Centro Cultural 13 de Febrero porque fue invitada toda la comunidad y en forma especial se destinaron invitaciones a instituciones educativas y al sector político. “El viernes fue muy interesante. Los temas tratados nos ayudan a conocer nuevas herramientas para ser usadas en esta lucha que tenemos por la integración de nuestros hijos. Lamentablemente para el segundo día de jornada, donde toda la comunidad debería haber estado presente, vinieron muy pocas personas”, se lamentó Graciela Tolava. El esfuerzo que vienen realizando tanto Graciela como su amiga Lidia Vargas, ambas mamás de chicos sordos, lleva largos años. Muy pocas cosas han cambiado desde aquel momento en que decidieron aunar esfuerzos para cambiar la mirada de la sociedad hacia los chicos con problemas de audición, modificando su conducta para hacer vínculos más amigables. Uno de los principales objetivos que persiguen es el de instalar el uso de la lengua de señas en toda institución con atención al público, en reparticiones públicas y en instituciones educativas.

Impotencia

“Pocos imaginan la impotencia que sienten estos chicos cuando no pueden hacerse entender con las otras personas. Lo imposible que se torna realizar un simple trámite, es muy invalidante y por esa razón hacemos mucho hincapié en la inserción del conocimiento de la lengua de señas en la sociedad”. A pesar de no haber cubierto sus expectativas, las pocas personas que asistieron son de gran importancia para continuar generando conciencia. Este último día, alrededor de las 12, se llevó a cabo la entrega de certificados para los alumnos que participaron de un curso de lenguas de señas que comenzó semanas atrás. La cantidad de personas sordas que participan en forma constante en las actividades que realizan Graciela y Lidia es de 20, aunque se estima que en el departamento son más. 
Las jornadas estuvieron ambientadas por los trabajos artísticos de la artista plástica de condición sorda Stella Maris Fran, quien además de sus pinturas presentó su libro “Clamor Silencioso”.
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La historia de don Chaile

Nolberto Chaile es una persona de 59 años, con un elevado grado de dificultad para escuchar. Esa condición lo hizo sentir muchas veces impotente al verse impedido de mantener una buena comunicación con el resto de las personas. Nolberto tiene un 85% de sordera en su oído derecho y un 60% en el izquierdo, puede hablar debido a que su problema auditivo se produjo por una accidente a los 8 años. “Estaba en el campo jugando y en un momento me caí justo cuando un tractor que tiraba un carro cargado con cañas de azúcar pasaba cerca mío. La rueda trasera del carro me pasó por encima de mi cabeza; de milagro estoy vivo. Me arrancó parte del cuero cabelludo que tardó en crecer, me lastimó el tímpano y eso me produjo la sordera”. Cuando se enteró de estas jornadas decidió acercarse hasta el lugar y participar de los dos días. “Fue impactante. Nunca me puse a pensar que había personas que estaban en peores condiciones que las mías. Ellos no escuchan, pero tampoco pueden hablar y sin embargo le hacen frente a la vida. Creo que por primera vez me sentí un poco afortunado. Voy a aprender el lenguaje de señas y a participar en todo lo que hagan. Me pueden ayudar y yo ser de gran ayuda también” expresó Nolberto.

 

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