Ramón Quiroga, apodado “La Hormiga”, es uno de los tantos boxeadores salteños del campo amateur que sueña a lo grande. Su entrenador es el reconocido Pablo Chacón (excampéon mundial pluma y medallista en Atlanta 96), y su bicampeonato en el torneo Nacional -categoría mosca- fue la credencial que le abrió las puertas de la Selección Argentina Amateur. Con Los Cóndores, el oranense compitió en Cuba, Colombia y Honduras. Y su anhelo más próximo es “sumar experiencia internacional y seguir en la Selección, porque creo que tengo condiciones”, dijo; y participar en los Juegos Olímpicos. Volverse profesional y ser campeón del mundo es, lógicamente, es una meta posterior. En su breve paso por Salta, pasó por la redacción de El Tribuno y contó parte de su vida y proyectos.
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Ramón Quiroga, apodado “La Hormiga”, es uno de los tantos boxeadores salteños del campo amateur que sueña a lo grande. Su entrenador es el reconocido Pablo Chacón (excampéon mundial pluma y medallista en Atlanta 96), y su bicampeonato en el torneo Nacional -categoría mosca- fue la credencial que le abrió las puertas de la Selección Argentina Amateur. Con Los Cóndores, el oranense compitió en Cuba, Colombia y Honduras. Y su anhelo más próximo es “sumar experiencia internacional y seguir en la Selección, porque creo que tengo condiciones”, dijo; y participar en los Juegos Olímpicos. Volverse profesional y ser campeón del mundo es, lógicamente, es una meta posterior. En su breve paso por Salta, pasó por la redacción de El Tribuno y contó parte de su vida y proyectos.
¿Cómo te hiciste boxeador?
Cuando tenía ocho años siempre me juntaba en la esquina con los chicos del barrio. Andaba por el mal camino, digamos. Pero mi hermano Gabriel entrenaba boxeo, me llevó y fue algo que me cambió de golpe. Tenía 15 años y dejé todo. Me dediqué a mi familia y a entrenar. Hoy soy consciente de todo lo que hago, antes hacía lo que hacía el resto.
¿Qué hizo tu mamá cuando le dijiste que querías ser boxeador?
Me dijo que estaba loco. A ninguna madre le gusta. Al principio no quería saber nada, pero se dio cuenta de que pude salir de lo que hacía y lograr algo.
¿Cómo se conforma tu familia?
Mi madre, que se llama Josefina, es sordomuda. Y somos ocho hermanos. Uno de ellos tuvo un accidente y quedó parapléjico. Tengo otro hermano que juega al tenis, en Buenos Aires. A mi padre lo conozco pero no tenemos relación. Se separó de mi madre cuando yo era chico.
¿Ganás plata con el boxeo?
No, todavía no. Me bancan mis hermanos. Por eso también quisiera tener una beca. Pero pienso en vivir de esto, es algo muy serio, es mi trabajo, el boxeo me dio disciplina.
¿Cómo llegaste al gimnasio de Chacón?
En Orán tuve un entrenador mendocino que se llama Juan Carlos Videla. Él me hizo el contacto y fui. Creo que Chacón está contento conmigo.
¿Cómo te está yendo en Mendoza con las peleas?
Bastante bien, ya gané dos títulos (fue campeón del torneo Vendimia en marzo y ganó el certamen Guantes de Oro en octubre de 2016).
En Mendoza, ¿dónde vivís?
Arriba del gimnasio de Pablo, tiene hospedaje para los que somos de afuera. Estoy yo, un tucumano, un porteño y un par de boxeadores profesionales (entre ellos, Jonathan Barrios).
¿Cómo llegaste a la Selección?
Luis Romio (presidente de la Federación Argentina de Boxeo) me llamó luego de verme pelear en el torneo Argentino (en Salta, en diciembre).