Scott Baldwin, hooker del seleccionado de Gales, se perdió un partido debido a que un león le mordió su mano.
Baldwin había viajado a Sudáfrica con su club, el Ospreys galés, para disputar frente a Cheetahs un partido correspondiente al Guinness Pro 14, un certamen que reúne a equipos de estos dos países y también de Irlanda, Escocia e Italia.
Durante un tiempo libre, el plantel galés visitó el Weltevreden Game Lodge, una reserva natural ubicada en Bloemfontein, en la que se hallan animales de distintas especies, algunos de ellos separados del público por cercos metálicos.
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Scott Baldwin, hooker del seleccionado de Gales, se perdió un partido debido a que un león le mordió su mano.
Baldwin había viajado a Sudáfrica con su club, el Ospreys galés, para disputar frente a Cheetahs un partido correspondiente al Guinness Pro 14, un certamen que reúne a equipos de estos dos países y también de Irlanda, Escocia e Italia.
Durante un tiempo libre, el plantel galés visitó el Weltevreden Game Lodge, una reserva natural ubicada en Bloemfontein, en la que se hallan animales de distintas especies, algunos de ellos separados del público por cercos metálicos.
Baldwin acarició a uno de los leones que reposaba distendido junto al cerco, no recibió con agrado los mimos y con una veloz maniobra apresó la mano izquierda del jugador con su mandíbula. Los gritos aterrados de Baldwin advirtieron a sus compañeros, que enseguida fueron a su rescate.
El mordiscón obligó a que el hooker recibiera varios puntos de sutura, por lo que no pudo disputar el encuentro ante Cheetahs. Inicialmente Ospreys informó que el jugador se perdería el encuentro por un “problema en una mano”, pero el incidente con el león comenzó a difundirse a través de las redes sociales y entonces el club tuvo que admitirlo.
“Hubo un incidente con un león y sí, uno de ellos mordió a Scott”, admitió el entrenador de Ospreys, Steve Tandy. “Cuando ponés tu mano en un cerco y hay un león ahí, podés esperar de todo. Él había sido advertido, por lo que fue algo bastante estúpido. Probablemente sea una de las cosas más ridículas en las que he estado involucrado”, añadió.
El propio jugador debió ofrecer disculpas a través de su cuenta de Twitter cuando la historia de su desencuentro con el animal ya era inocultable.