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25 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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Hay buenas señales, pero la ley de bosques es un corsé para Salta

El congreso de la Ucasal mostró perspectivas favorables en la demanda mundial de alimentos que puede producir la provincia, pero también trabas estructurales que ponen freno al desarrollo.
Viernes, 08 de septiembre de 2017 00:00

El mundo atraviesa problemas e incertidumbres, pero nadie tiene la menor duda de que los planetas se alinean como para que la producción salteña tenga garantizada la demanda creciente por muchos años.

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El mundo atraviesa problemas e incertidumbres, pero nadie tiene la menor duda de que los planetas se alinean como para que la producción salteña tenga garantizada la demanda creciente por muchos años.

Lo que no está garantizado es que la Provincia responda a ese desafío. La situación no es buena y los objetivos a futuro no se vislumbran. Palabras más, palabras menos, esa es la síntesis que se extrae de las disertaciones que se escucharon ayer en la Fundación Salta, durante la primera jornada del VI Congreso de Economía Ucasal. El lema: "La Argentina de hoy, entre lo correcto y lo necesario".

Demanda alentadora

Sin hablar de "viento de cola", disertaron el economista del Banco Macro, Marcelo Romano; el presidente de Frigorífico Bermejo, Francisco Muller, y el consultor en Comercio Exterior, Héctor Arese.

Los tres destacaron las perspectivas alentadoras que brindan la reactivación económica, el comercio exterior y la demanda internacional para alentar el desarrollo de la agroindustria alimentaria del país y de Salta. "Cada año se incorporan 75 millones de personas al consumo; ocurre en los países que vienen creciendo al 7% anual y, cuando la renta aumenta, la gente prefiere más bife de chorizo y menos carne de cerdo", dijo Muller, al compartir el panel con el presidente de la Cámara de Comercio, Rubén Barrios, quien se mostró optimista pero cauto y reclamó más energía contra el mercado negro y el contrabando; en la misma mesa, el economista Julio Moreno destacó las asimetrías que padece el Norte Grande con respecto del centro y apostó por el fortalecimiento de las cadenas de valor y de las pymes.

Estímulos fiscales

La jornada había empezado con una exposición del ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Javier Montero. A pesar de las estrecheces que imponen la limitada coparticipación y la presión fiscal, el ministro destacó el proyecto enviado a la Legislatura para crear un Sistema Único de Promoción de Inversiones Privadas, con el propósito de estimular la industria, el turismo, la ganadería, los servicios de salud, energías renovables, minería, hidrocarburos, software y actividad foresto industrial. Los incentivos consisten en exenciones, créditos fiscales, comodatos, créditos y asistencia técnica. La presión fiscal fue un problema reiterado por Montero. "No podemos prometer que la vamos a bajar, pero vamos a tratar de que no aumente", dijo.

La ley de bosques

El núcleo de las dificultades locales para la producción apareció en su plenitud en el primer panel. El sociólogo de Proyungas, Félix González Bonorino, defendió la ley de bosques afirmando que "se trató de evitar el daño al bosque nativo". Admitió, sin embargo, un avance sobre unas 500 mil hectáreas que fueron desmontadas en zonas amarillas y que, sin embargo, el rodeo bovino dejó de crecer en ese lapso. Sostuvo que, frente a ese problema, se impulsa el manejo de bosques con ganadería integrada. Como contrapartida, el veterinario Céltico Rodríguez afirmó que la ley de bosques fue un fracaso total. Salta tiene más de cinco millones de hectáreas pintadas de amarillo "por las dudas" y se trata de tierra semiárida apta para el desarrollo de pasturas.

Rodríguez hizo notar que el mapa de la zona amarilla, en los departamentos del norte salteño, coincide con el escenario de mayores focos de pobreza y desempleo. Destacó que en las ciudades de influencia rural la reactivación hizo crecer un 4,8% el nivel de empleo. La ley de bosques no fue concebida para el desarrollo sino para la preservación de bosques. "Ni el plan Belgrano ni el plan Salta 2030 hablan de ganadería integrada con bosques", acotó Rodríguez.

Los números coinciden; la interpretación es antagónica.

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