Hace cinco meses, Sloane Stephens no podía andar después de una operación de tobillo. Más de 145 días después de volver a caminar, la tenista de 24 años se consagró ayer campeona del US Open -su primer título de Grand Slam- al vencer a su compatriota e íntima amiga Madison Keys por un arrollador 6-3 y 6-0.
La lesión tuvo a Stephens 11 meses fuera del circuito y la tenista cayó hasta el puesto 957 del ranking a principios de agosto. Sin embargo, las invitaciones para Toronto y Cincinnati le cambiaron el panorama, porque las semifinales en ambos torneos la llevaron al 83° lugar.
Luego de las victorias de la italiana Flavia Pennetta (ya retirada), en 2015, y de la alemana Angelique Kerber (6) el año pasado, una tenista estadounidense volvió a coronarse en casa como lo había hecho Serena Williams en 2014.
Stephens superó sin problemas a su amiga Keys en la novena final entre tenistas estadounidenses en la Era Abierta, algo que también sucedió en 1971, 1978, 1981, 1983, 1984, 2000, 2001 y 2002.
En las últimas tres de esas finales siempre había estado presente Venus Williams, campeona en 2000 y 2001 tras derrotar respectivamente a Lindsay Davenport y a su hermana Serena, que la superó en la definición de 2002.
En la actualidad, en Flushing Meadows vuelve a mandar una estadounidense, que hace apenas seis semanas estaba en el puesto 957 del ranking WTA, cuando retornó al circuito luego de una lesión en un tobillo que sufrió en Wimbledon el año pasado.
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Hace cinco meses, Sloane Stephens no podía andar después de una operación de tobillo. Más de 145 días después de volver a caminar, la tenista de 24 años se consagró ayer campeona del US Open -su primer título de Grand Slam- al vencer a su compatriota e íntima amiga Madison Keys por un arrollador 6-3 y 6-0.
La lesión tuvo a Stephens 11 meses fuera del circuito y la tenista cayó hasta el puesto 957 del ranking a principios de agosto. Sin embargo, las invitaciones para Toronto y Cincinnati le cambiaron el panorama, porque las semifinales en ambos torneos la llevaron al 83° lugar.
Luego de las victorias de la italiana Flavia Pennetta (ya retirada), en 2015, y de la alemana Angelique Kerber (6) el año pasado, una tenista estadounidense volvió a coronarse en casa como lo había hecho Serena Williams en 2014.
Stephens superó sin problemas a su amiga Keys en la novena final entre tenistas estadounidenses en la Era Abierta, algo que también sucedió en 1971, 1978, 1981, 1983, 1984, 2000, 2001 y 2002.
En las últimas tres de esas finales siempre había estado presente Venus Williams, campeona en 2000 y 2001 tras derrotar respectivamente a Lindsay Davenport y a su hermana Serena, que la superó en la definición de 2002.
En la actualidad, en Flushing Meadows vuelve a mandar una estadounidense, que hace apenas seis semanas estaba en el puesto 957 del ranking WTA, cuando retornó al circuito luego de una lesión en un tobillo que sufrió en Wimbledon el año pasado.