Un vecino de San Lorenzo, Franco Brunetti, se topó con un grupo de vacas en el jardín de su casa este fin de semana. Son 13 animales que el sábado por la noche ingresaron al domicilio. Tras sus reclamos, la Policía llegó al mediodía con un camión de Caballería, pero solo se llevaron a dos.
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Un vecino de San Lorenzo, Franco Brunetti, se topó con un grupo de vacas en el jardín de su casa este fin de semana. Son 13 animales que el sábado por la noche ingresaron al domicilio. Tras sus reclamos, la Policía llegó al mediodía con un camión de Caballería, pero solo se llevaron a dos.
Bosta por todos lados, un jardín de grandes proporciones destrozado y una familia angustiada que miraba desde la galería, era la imagen que podía verse ayer a la tarde en esta casa, ubicada sobre Juan Carlos Dávalos, la avenida principal que llega a la quebrada.
Brunetti dijo a El Tribuno que desconfía del accionar de la Policía. "Querían liberar a las vacas que no subían al camión" contó. Esa habría sido la orden que salió desde la Fiscalía de turno en un primer momento, según los vecinos, pero Brunetti se opuso por considerarla una amenaza a la seguridad. "Si vuelven con alguna orden firmada, los libero", agregó.
Desde la Policía de la Provincia se informó a El Tribuno que en ningún momento la intención fue liberar a los animales en la vía pública sino trasladarlos a Caballería hasta que se tomara otra decisión.
Accidentes
El empresario Franco Brunetti señaló ayer que vio perjudicado su patrimonio y su calidad de vida, pero que lo que más le preocupa es la seguridad de los vecinos. Recordó el accidente que sufrió un amigo hace algunos años, en el que "murieron dos muchachos por un animal que ingresó al vehículo por el parabrisas".
Brunetti agregó: "Sin ir más lejos, hace dos semanas, camino a Las Costas, a la altura del río Arenales, iba mi esposa conduciendo el auto y se nos cruzó un toro. Nosotros pudimos esquivarlo, pero la camioneta que venía atrás no y volcó".
Patricia Pedrosa, propietaria del restaurante Don Sanca, cuenta que su hijo también tuvo un accidente similar, pero por un caballo que iba por la banquina de la ruta a Lesser. "Se salvó de milagro" recuerda aliviada.
La Quebrada de San Lorenzo es uno de los paseos turísticos obligados de los alrededores de Salta capital en la temporada de verano.
Pedrosa, que recibe a visitantes de otras provincias a diario en su local, admite que a los turistas les parece colorido ver animales, pero porque no tienen dimensión de los riesgos.
"Cuando vino el camión al mediodía a llevarse los animales tuve miedo. Las vacas cuando se asustan pueden hacer una estampida y yo tenía a muchos clientes afuera en ese momento porque era pleno mediodía", relató ayer a la tarde.
La Policía reconoció que los llamados al 911 por este tipo de situaciones son recurrentes. Los vecinos señalan que los dueños de los animales que andan sueltos serían lugareños.
El propietario de las vacas que ayer permanecían en el jardín se acercó a tratar de recuperarlas, pero Brunetti aseguró que trató de llevarlas arreando por la calle, con el peligro de que se escapara alguna. "Estamos en plena ciudad", resaltó.
Pedrosa hizo hincapié en que los dueños del ganado suelto son personas humildes, que viven en los cerros y que "hacen lo que pueden". Sin embargo, no dejó de resaltar que un solo animal, "es suficiente para terminar con la vida de una persona".
Desde la Policía de la Provincia informaron que el camión de Caballería tuvo que retirarse a realizar otros servicios que tenía programados, pero que regresará para retirar los demás animales.
El dueño de las vacas fue sancionado con una multa por la violación del código provincial de contravenciones.
Un poco de historia
El pueblo de San Lorenzo en un principio era habitado por lugareños que vivían del pastoreo. Esta parte de la historia quedó asentada en los relatos de Juan Carlos Dávalos.
Con el tiempo se fueron sumando casonas y casas particulares. De a poco la zona se volvió una villa veraniega.
Sus paisajes verdosos se convirtieron además en atractivo turístico y hoy, por las ofertas gastronómicas, es un sector de mucho movimiento, sobre todo los fines de semana.
Sin embargo, los lugareños continúan siendo parte del poblado. Ahora conviven con las demás actividades que se sumaron a una zona que ya tiene un ritmo más parecido al de una ciudad.