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15 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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"El Papa no tomó las decisiones sin contar con reales elementos de juicio”

Luis Antonio Scozzina, obispo de Orán, tuvo un mano a mano con El Tribuno.
Viernes, 28 de diciembre de 2018 02:18

Llegó hace 7 meses en reemplazo del desplazado Gustavo Zanchetta. Evitando hablar de las denuncias, el obispo Luis Antonio Scozzina asegura que el “clero quedó herido”. Sobre los traslados de sacerdotes y el cierre del seminario, indicó que nada tienen que ver con las denuncias, sino con “la gestión”. Fiel a su estilo franciscano, aseguró que no está acostumbrado a tener los tratos ni la notoriedad que por su cargo ahora ostenta. ”Aquí el obispo es una persona muy importante”, resaltó, y cuestionó a la Iglesia del norte por sus vínculos con “el poder”. Sobre los casos de abuso, fue tajante y aseguró que al recibir una denuncia la mandaría a la Justicia, aunque por otro lado denunció una campaña contra la Iglesia. Además, puso bajo la lupa el celibato.
¿Qué hay con la destitución de Gustavo Zanchetta?
Me encuentro con un hecho consumado y caigo acá. Lo de Zanchetta tiene que ver con una gestión que no respondía a lo que el papa Francisco quería. Las razones, vas a encontrar diez mil. Acá se dijo y se puede decir de todo. Yo, en lo personal, no tengo nada.
Pero hubo un proceso interno dentro de la Iglesia...
Sí, hubo quienes manifestaron sus... El Papa no toma la decisión sin que le lleguen elementos reales. Ahora, qué es lo que presentaron no tengo información, y tampoco me interesa. Porque me parece que el clero quedó muy herido. Yo les digo que el problema no fue Zanchetta; hay muchos curas que siguen viviendo acá. Los que forman parte del clero quedaron heridos, por diferencias, por cosas humanas. Y a veces también hay celos, pretensiones de querer ser más santo. A pesar de lo que pueda oír y pensar, no puedo decir una sola palabra sobre la disponibilidad de los curas.
Entonces todo este movimiento en el Arzobispado no se debe a lo de Zanchetta.
No, además yo asumo después de todo lo acontecido.
No debe haber sido fácil llegar después de un obispo destituido...
Obvio. Entonces, yo tengo que apuntar a construir y no a quedarme atrás. Te digo más, a mí me traen cosas...
¿La comunidad también quedó herida?
No tanto.
¿Los seminaristas?
Los seminaristas tal vez un poco, sí. Porque de alguna manera quedaron más afectados por la cercanía del seminario, por una cosa muy simple, en la discusión de los padres, los hijos no tienen que estar presentes. Y esas imprudencias que sucedieron en la familia, también sucedieron en el seminario.
Pero ellos fueron parte de la denuncia...
Mirá que yo hablé con todos, tuvieron la libertad de manifestarse. 
¿Por qué se traslada el seminario a Tucumán?. ¿Cómo lo tomaron?
Hay un nuevo plan de formación fundamental. La implementación requiere un acompañamiento personalizado y de un equipo de formadores que aquí en este momento no hay. La mayoría es de Orán, pero en la Diócesis tienen tradición de estudiar afuera. Lo que para la comunidad es inexplicable... tampoco le voy a andar explicando mucho a la gente por qué. Lo que percibí que la gente está contenta de que tiene obispo. A mí, los laicos no me han traído ninguna cuestión respecto al obispo anterior. No sé si me tienen respeto o qué. No es que la gente se enganchó con el tema, fue un tema más del clero. 
¿No cree que sería útil que denuncien los abusos en la Justicia?
Hoy es un deber.
Lo que hace la Iglesia con los casos de abuso son los procesos internos, pero muchos no llegan a la Justicia. 
Es un tema delicado. Yo creo que -esta es una opinión personal- si alguien hace una acusación tengo que recibir eso y hacer la investigación, para decir que eso fue delito; dar a la otra parte el derecho de decir “mirá me está pasando esto”. La otra es más cruda, si hay un delito, vaya y denuncie. La gente tiene que ir directamente a la Justicia.
Pero entonces finalmente queda a criterio de cada uno; no hay protocolos... 
Corresponde hacer el juicio eclesiástico. Corresponden las dos cosas. Para decirle a alguien que no esté frente a una parroquia tiene que haber una investigación. Porque no todas las denuncias son fundadas. Además muchas son difíciles de probar. Más fácil es probar el abuso de autoridad, que generalmente va unido a las otras denuncias.
Cargnello dijo que no pueden llevar los casos de abuso a la Justicia por el Concordato del 66.
Esa es una visión restringida. Es decir, hay un cierto derecho que te da el Concordato de mantener un fuero propio. Pero ante un delito, a la persona que viene y me trae una cosa, le digo que vaya a la Justicia. Y yo haré el proceso que me corresponde, claro. 
¿Cómo está la Iglesia con los casos de abuso?
En algunas reuniones que se armaron para discutir esto, muchos contaron cómo tuvieron que obrar e incluso denunciar al compañero. O por ejemplo, como mi caso, que apenas llegás y te encontrás con que te acusan de que estás encubriendo algo que pasó anteriormente. Pasó con muchos; algunos, que se tienen que hacer cargo, están destrozados. Hay que hacerse cargo porque la Iglesia es la misma. Sabemos los obispos que vamos a estar expuestos. Hay algunos que creen que hay que cuidar que no haya escándalo en la iglesia, pero el escándalo está. El escándalo para ellos es que se conozca públicamente. Hay que tener mucho cuidado con las personas que son acusadas, porque detrás hay familias también.
¿Qué momento atraviesa la Iglesia?
Estamos viviendo tiempos nuevos. La Iglesia en el norte estuvo arraigada al poder de turno. La Iglesia tiene que caminar en un camino de purificación; más en el camino del Evangelio que al servicio de los poderosos, y eso no es tan fácil. Varios te dejan en el camino, o capaz te dejan solo. ¿Vos crees que lo que propone el Papa que sea una iglesia pobre para los pobres, todos los católicos están de acuerdo? Inclusive, ¿todos los curas?
Los problemas de abuso son a nivel mundial.
En el caso de Filadelfia, la legislación americana, anglosajona, permite entrar en los archivos de una diócesis. Y así aparecen de 70 años para atrás. Aparecieron como 500 casos. Se trata de una campaña en contra de la Iglesia. A nivel global, ¿cuál es la institución que puede decir algo distinto al discurso establecido? La Iglesia Católica. 
¿Está de acuerdo con el celibato?
Creo que progresivamente se va a ir. Porque no todos los que tienen vocación de presbítero tienen vocación de célibes.

 

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Llegó hace 7 meses en reemplazo del desplazado Gustavo Zanchetta. Evitando hablar de las denuncias, el obispo Luis Antonio Scozzina asegura que el “clero quedó herido”. Sobre los traslados de sacerdotes y el cierre del seminario, indicó que nada tienen que ver con las denuncias, sino con “la gestión”. Fiel a su estilo franciscano, aseguró que no está acostumbrado a tener los tratos ni la notoriedad que por su cargo ahora ostenta. ”Aquí el obispo es una persona muy importante”, resaltó, y cuestionó a la Iglesia del norte por sus vínculos con “el poder”. Sobre los casos de abuso, fue tajante y aseguró que al recibir una denuncia la mandaría a la Justicia, aunque por otro lado denunció una campaña contra la Iglesia. Además, puso bajo la lupa el celibato.
¿Qué hay con la destitución de Gustavo Zanchetta?
Me encuentro con un hecho consumado y caigo acá. Lo de Zanchetta tiene que ver con una gestión que no respondía a lo que el papa Francisco quería. Las razones, vas a encontrar diez mil. Acá se dijo y se puede decir de todo. Yo, en lo personal, no tengo nada.
Pero hubo un proceso interno dentro de la Iglesia...
Sí, hubo quienes manifestaron sus... El Papa no toma la decisión sin que le lleguen elementos reales. Ahora, qué es lo que presentaron no tengo información, y tampoco me interesa. Porque me parece que el clero quedó muy herido. Yo les digo que el problema no fue Zanchetta; hay muchos curas que siguen viviendo acá. Los que forman parte del clero quedaron heridos, por diferencias, por cosas humanas. Y a veces también hay celos, pretensiones de querer ser más santo. A pesar de lo que pueda oír y pensar, no puedo decir una sola palabra sobre la disponibilidad de los curas.
Entonces todo este movimiento en el Arzobispado no se debe a lo de Zanchetta.
No, además yo asumo después de todo lo acontecido.
No debe haber sido fácil llegar después de un obispo destituido...
Obvio. Entonces, yo tengo que apuntar a construir y no a quedarme atrás. Te digo más, a mí me traen cosas...
¿La comunidad también quedó herida?
No tanto.
¿Los seminaristas?
Los seminaristas tal vez un poco, sí. Porque de alguna manera quedaron más afectados por la cercanía del seminario, por una cosa muy simple, en la discusión de los padres, los hijos no tienen que estar presentes. Y esas imprudencias que sucedieron en la familia, también sucedieron en el seminario.
Pero ellos fueron parte de la denuncia...
Mirá que yo hablé con todos, tuvieron la libertad de manifestarse. 
¿Por qué se traslada el seminario a Tucumán?. ¿Cómo lo tomaron?
Hay un nuevo plan de formación fundamental. La implementación requiere un acompañamiento personalizado y de un equipo de formadores que aquí en este momento no hay. La mayoría es de Orán, pero en la Diócesis tienen tradición de estudiar afuera. Lo que para la comunidad es inexplicable... tampoco le voy a andar explicando mucho a la gente por qué. Lo que percibí que la gente está contenta de que tiene obispo. A mí, los laicos no me han traído ninguna cuestión respecto al obispo anterior. No sé si me tienen respeto o qué. No es que la gente se enganchó con el tema, fue un tema más del clero. 
¿No cree que sería útil que denuncien los abusos en la Justicia?
Hoy es un deber.
Lo que hace la Iglesia con los casos de abuso son los procesos internos, pero muchos no llegan a la Justicia. 
Es un tema delicado. Yo creo que -esta es una opinión personal- si alguien hace una acusación tengo que recibir eso y hacer la investigación, para decir que eso fue delito; dar a la otra parte el derecho de decir “mirá me está pasando esto”. La otra es más cruda, si hay un delito, vaya y denuncie. La gente tiene que ir directamente a la Justicia.
Pero entonces finalmente queda a criterio de cada uno; no hay protocolos... 
Corresponde hacer el juicio eclesiástico. Corresponden las dos cosas. Para decirle a alguien que no esté frente a una parroquia tiene que haber una investigación. Porque no todas las denuncias son fundadas. Además muchas son difíciles de probar. Más fácil es probar el abuso de autoridad, que generalmente va unido a las otras denuncias.
Cargnello dijo que no pueden llevar los casos de abuso a la Justicia por el Concordato del 66.
Esa es una visión restringida. Es decir, hay un cierto derecho que te da el Concordato de mantener un fuero propio. Pero ante un delito, a la persona que viene y me trae una cosa, le digo que vaya a la Justicia. Y yo haré el proceso que me corresponde, claro. 
¿Cómo está la Iglesia con los casos de abuso?
En algunas reuniones que se armaron para discutir esto, muchos contaron cómo tuvieron que obrar e incluso denunciar al compañero. O por ejemplo, como mi caso, que apenas llegás y te encontrás con que te acusan de que estás encubriendo algo que pasó anteriormente. Pasó con muchos; algunos, que se tienen que hacer cargo, están destrozados. Hay que hacerse cargo porque la Iglesia es la misma. Sabemos los obispos que vamos a estar expuestos. Hay algunos que creen que hay que cuidar que no haya escándalo en la iglesia, pero el escándalo está. El escándalo para ellos es que se conozca públicamente. Hay que tener mucho cuidado con las personas que son acusadas, porque detrás hay familias también.
¿Qué momento atraviesa la Iglesia?
Estamos viviendo tiempos nuevos. La Iglesia en el norte estuvo arraigada al poder de turno. La Iglesia tiene que caminar en un camino de purificación; más en el camino del Evangelio que al servicio de los poderosos, y eso no es tan fácil. Varios te dejan en el camino, o capaz te dejan solo. ¿Vos crees que lo que propone el Papa que sea una iglesia pobre para los pobres, todos los católicos están de acuerdo? Inclusive, ¿todos los curas?
Los problemas de abuso son a nivel mundial.
En el caso de Filadelfia, la legislación americana, anglosajona, permite entrar en los archivos de una diócesis. Y así aparecen de 70 años para atrás. Aparecieron como 500 casos. Se trata de una campaña en contra de la Iglesia. A nivel global, ¿cuál es la institución que puede decir algo distinto al discurso establecido? La Iglesia Católica. 
¿Está de acuerdo con el celibato?
Creo que progresivamente se va a ir. Porque no todos los que tienen vocación de presbítero tienen vocación de célibes.

 

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