El vocero de Greenpeace, Hernán Giardino, volvió a atacar al primo del jefe de Gabinete, Marcos Peña, acusándolo de "seguir desmontando a pesar de las resoluciones de Nación y Provincia de parar las topadoras".
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El vocero de Greenpeace, Hernán Giardino, volvió a atacar al primo del jefe de Gabinete, Marcos Peña, acusándolo de "seguir desmontando a pesar de las resoluciones de Nación y Provincia de parar las topadoras".
Lo hizo después de que la entidad alquilara en Orán un avión para recorrer los predios. No se informó si el Estado nacional corrió con los gastos.
Varios medios, entre ellos Clarín y La Política On Line, tomaron al activista como fuente. Quizá no repararon en que el ministro de Ambiente, Sergio Bergman, declaró hace unos días a La Gaceta que "se habla de esa finca -de la familia Braun Peña- para hacer propaganda". La estrategia, al parecer, continúa.
Las fincas afectadas son 32.
Más allá de que la sucursal argentina de la organización británica carece de autoridad técnica, ética y jurídica para cumplir la tarea de supervisión, hay otros dos componentes que no aparecen en la campaña de la que habla Bergman. En primer lugar, la Justicia salteña aún no se pronunció; es la autoridad en la materia, según jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y debe intervenir porque las resoluciones generan una contradicción: la misma autoridad provincial que avaló los desmontes realizados en esos campos es la que ahora ordena detenerlos y reforestar. Además, los informes de la ONG carecen de aval de organismos idóneos.
Todo indica que Bergman, y el gobierno de Mauricio Macri, ya decidieron que a partir de 2020 no se corte un solo árbol en el país.
Más allá de las razones que los asistan, esto significará que el Plan Belgrano quedará sin efecto en su faz productiva, y reducido a una obra de beneficencia.