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El ADN que tenía Paulina Lebbos no pertenece al hijo de Alperovich

Los estudios genéticos desvincularon a Daniel Alperovich de la causa por el crimen ocurrido en 2006. El novio de la víctima incurrió en contradicciones al declarar ante el tribunal de juicio.
Miércoles, 07 de marzo de 2018 00:00

Las muestras de ADN ajeno recogidas del cuerpo de Paulina Lebbos no coinciden con las del hijo del exgobernador y actual senador nacional José Alperovich, según el informe leído ayer al reanudarse el juicio oral por el crimen de la joven tucumana, cometido en 2006.

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Las muestras de ADN ajeno recogidas del cuerpo de Paulina Lebbos no coinciden con las del hijo del exgobernador y actual senador nacional José Alperovich, según el informe leído ayer al reanudarse el juicio oral por el crimen de la joven tucumana, cometido en 2006.

Daniel Alperovich, hijo del exmandatario provincial, quedó vinculado a la causa en la supuesta pista de los "hijos del poder", al igual que su hermano Gabriel y Sergio Kaleñuk, hijo del exsecretario del gobernador, Alberto Kaleñuk, a quienes ya les había dado negativo el cotejo genético y fueron desvinculados.

También resultó negativa la comparación que se hizo con la muestra de Víctor Daniel Deiana, actual titular de la Mutualidad Provincial.

Al reanudarse la audiencia, el fiscal de Cámara Carlos Saltor informó que habían llegado los informes del Servicio de Huellas Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y, por pedido del tribunal, el secretario Marcos López Frías leyó los resultados.

El informe indicó que un pelo teñido no había sido conservado correctamente y que los resultados de posibles comparaciones no serán excluyentes.

El exnovio

Luego de leerse los resultados, se reanudó la declaración de César Soto, exnovio de Paulina (24), quien el lunes generó muchas dudas por las numerosas contradicciones.

Las partes realizaron preguntas aclaratorias sobre lo que el joven había declarado el lunes, cuando incurrió en numerosas contradicciones.

El testigo dudó en varias oportunidades, se confundió otras tantas y contó versiones distintas de las que figuran en sus declaraciones originales, cuando fue interrogado sobre el último día que vio a la víctima antes de su desaparición y posterior muerte.

Por ejemplo, dijo que el día en el que desapareció Paulina ella lo llamó por teléfono y le avisó que saldría con amigos, pero en 2006 su declaración fue totalmente opuesta.

Ante esta situación, el fiscal Diego López Ávila planteó la posibilidad de acusarlo por falso testimonio y solicitar la imputación de Soto por el homicidio o por encubrimiento. "Técnicamente es posible", dijo.

Sin embargo, el tribunal no adoptó ninguna medida sobre Soto, que al concluir la audiencia se retiró a su domicilio, ya que todavía debe ser sometido a un careo con otro testigo.

Otros testigos

Luego declararon una chica y un muchacho que al momento del crimen vivían con Soto, pero aseguraron que esa noche se fueron a dormir y no supieron lo que sucedió con Paulina hasta el día siguiente, cuando les dijeron que estaba desaparecida.

En el juicio hay cinco acusados por el encubrimiento del crimen de Lebbos, cuatro de ellos exfuncionarios del gobierno de Alperovich y un sexto que es juzgado por el crimen.

En el banquillo están el exjefe de Policía de Tucumán, Hugo Raúl Sánchez; el exsubjefe Nicolás Barrera; el exsubjefe de la Regional Norte, Héctor Rubén Brito, y el exsecretario de Seguridad, Eduardo Di Lella.

Todos ellos, más el expolicía Hugo Waldino Rodríguez, están acusados del encubrimiento del crimen de Lebbos.

En tanto, el sexto acusado es Roberto Luis Gómez, juzgado por la "privación ilegal de la libertad" y el "homicidio" de la joven.

Desaparición y muerte

El 26 de febrero de 2006, Paulina Lebbos salió de un boliche de la zona conocida como el ex-Abasto, en la capital tucumana, adonde había ido a bailar con su amiga Virginia Mercado.
Según determinaron los pesquisas, alrededor de las 6.30 de ese día, ambas jóvenes se subieron a un remise color bordó y mientras Virginia descendió primero en su domicilio de La Rioja al 400, Paulina siguió viaje hasta la casa de su novio aunque nunca llegó a destino. Al cabo de 13 días de su desaparición, la joven fue hallada asesinada al costado de la ruta provincial 341, a la altura de Tapia, a unos 30 kilómetros de la capital tucumana.
El juicio por su crimen continuará hoy con la declaración de más testigos y se espera que sean interrogadas las hermanas de la víctima, entre otros.
 

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