El arquero que más partidos jugó en la historia del seleccionado y que al arrancar como titular en el próximo Mundial se convertiría en el único guardavallas en disputar tres torneos consecutivos, Sergio Romero, se quedó con las manos vacías, ya que una lesión en la rodilla derecha lo dejó definitivamente afuera de Rusia 2018 y lo reemplazará Nahuel Guzmán.
“Sergio Romero sufrió un cuadro de bloqueo articular en la rodilla derecha que lo dejará fuera de la convocatoria”, anunció fríamente la AFA en la cuenta de Twitter del seleccionado. Una lápida para las ilusiones del misionero de 31 años al que se le viene cuestionando desde mucho tiempo atrás su poca participación en los equipos de clubes en los que le tocó actuar. Sin embargo, seguía corriendo con ventaja para ser el arquero titular como lo fue desde el 2009 y con los seis técnicos que tuvo la Selección hasta la actualidad. Y el propio Sampaoli lo había respaldado el lunes: “Sergio rindió mucho en la Selección aunque no juegue en su club, confiamos mucho en él”, dijo el DT.
Ante su ausencia, el que asoma con más probabilidades de atajar desde el inicio es quien llegó como tercera opción, Franco Armani. El arquero millonario recién se sumará al grupo mañana, tras afrontar con River el último partido de la fase de grupos de Copa Libertadores ante Flamengo.
La salida de Romero provocó una implosión en el seno íntimo del plantel argentino y los referentes (Messi, Javier Mascherano, Sergio Agüero, entre ellos) se reunieron con Sampaoli y posteriormente el director técnico se comunicó con Nahuel Guzmán, quien también estaba dentro de la nómina de 35 preseleccionados. El Patón Guzmán pertenece al círculo áulico de rosarinos que integran la selección desde hace una década y que, además de Messi y Mascherano, componen Éver Banega, Ángel Di María y, anteriormente, Ezequiel Lavezzi.
“Hoy te convertís en héroe”, le vaticinó Mascherano a Romero cuando estaba por comenzar la definición por penales ante Holanda que finalmente conduciría a Argentina a la final con Alemania en Brasil 2014. Esa imagen ya no podrá repetirse. Pero Romero cumplió el pronóstico del subcapitán y contuvo dos disparos en esa serie. Con ello se ganó definitivamente el crédito y el cariño del hincha argentino, aunque la idolatría siempre le quedó lejos, pese a que lleva más partidos que el incomparable Ubaldo Fillol, aunque en mundiales el Pato gana por 13 encuentros jugados a 12.
Pese al dolor, en medio de la práctica donde se produjo la lesión, Romero les pidió a los médicos de la selección que lo operaran inmediatamente, pensando en que una artroscopía puede demandar un mes de recuperación y, aun con el Mundial empezado, tendría la oportunidad de estar. Los facultativos, también apenados, desestimaron esa posibilidad. Allí se terminó su ilusión.
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El arquero que más partidos jugó en la historia del seleccionado y que al arrancar como titular en el próximo Mundial se convertiría en el único guardavallas en disputar tres torneos consecutivos, Sergio Romero, se quedó con las manos vacías, ya que una lesión en la rodilla derecha lo dejó definitivamente afuera de Rusia 2018 y lo reemplazará Nahuel Guzmán.
“Sergio Romero sufrió un cuadro de bloqueo articular en la rodilla derecha que lo dejará fuera de la convocatoria”, anunció fríamente la AFA en la cuenta de Twitter del seleccionado. Una lápida para las ilusiones del misionero de 31 años al que se le viene cuestionando desde mucho tiempo atrás su poca participación en los equipos de clubes en los que le tocó actuar. Sin embargo, seguía corriendo con ventaja para ser el arquero titular como lo fue desde el 2009 y con los seis técnicos que tuvo la Selección hasta la actualidad. Y el propio Sampaoli lo había respaldado el lunes: “Sergio rindió mucho en la Selección aunque no juegue en su club, confiamos mucho en él”, dijo el DT.
Ante su ausencia, el que asoma con más probabilidades de atajar desde el inicio es quien llegó como tercera opción, Franco Armani. El arquero millonario recién se sumará al grupo mañana, tras afrontar con River el último partido de la fase de grupos de Copa Libertadores ante Flamengo.
La salida de Romero provocó una implosión en el seno íntimo del plantel argentino y los referentes (Messi, Javier Mascherano, Sergio Agüero, entre ellos) se reunieron con Sampaoli y posteriormente el director técnico se comunicó con Nahuel Guzmán, quien también estaba dentro de la nómina de 35 preseleccionados. El Patón Guzmán pertenece al círculo áulico de rosarinos que integran la selección desde hace una década y que, además de Messi y Mascherano, componen Éver Banega, Ángel Di María y, anteriormente, Ezequiel Lavezzi.
“Hoy te convertís en héroe”, le vaticinó Mascherano a Romero cuando estaba por comenzar la definición por penales ante Holanda que finalmente conduciría a Argentina a la final con Alemania en Brasil 2014. Esa imagen ya no podrá repetirse. Pero Romero cumplió el pronóstico del subcapitán y contuvo dos disparos en esa serie. Con ello se ganó definitivamente el crédito y el cariño del hincha argentino, aunque la idolatría siempre le quedó lejos, pese a que lleva más partidos que el incomparable Ubaldo Fillol, aunque en mundiales el Pato gana por 13 encuentros jugados a 12.
Pese al dolor, en medio de la práctica donde se produjo la lesión, Romero les pidió a los médicos de la selección que lo operaran inmediatamente, pensando en que una artroscopía puede demandar un mes de recuperación y, aun con el Mundial empezado, tendría la oportunidad de estar. Los facultativos, también apenados, desestimaron esa posibilidad. Allí se terminó su ilusión.