El lunes 30 de julio el abogado Nicolás Zenteno presentó una acción de amparo contra el Estado nacional a fin de que se le ordene abstenerse de recabar datos de genero/sexo de los ciudadanos. Pide que, en un tiempo razonable, elimine esta información de los documentos de identidad y otros registros, porque es personal, sensible y dependiente de la faz interna de los individuos.
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El lunes 30 de julio el abogado Nicolás Zenteno presentó una acción de amparo contra el Estado nacional a fin de que se le ordene abstenerse de recabar datos de genero/sexo de los ciudadanos. Pide que, en un tiempo razonable, elimine esta información de los documentos de identidad y otros registros, porque es personal, sensible y dependiente de la faz interna de los individuos.
La demanda fue presentada el 30 de julio e ingresó en el Juzgado Federal de Salta 1, donde Julio Bavio es el juez titular. La acción judicial busca que se ordene al Estado nacional la adecuación de toda la legislación a la ley 23.743 (de identidad de género), para que haya un cambio en las políticas públicas que posibiliten la efectiva igualdad de todos los habitantes ante la ley sin obligación de manifestar su identidad de género para ejercer sus derechos.
El abogado explicó que, de ser positivo el fallo, el Estado nacional deberá, a través del Registro Nacional de las Personas, abstenerse de continuar lesionando el derecho a la identidad en materia de inscripción y documentación, como así también adoptar medidas para superar los obstáculos que imposibiliten el pleno ejercicio de ese derecho mediante la recolección de datos sensibles en el país.
Nicolás Zenteno, en diálogo con El Tribuno, aclaró que tener una identidad de género como autopercibida no implica una modificación del aspecto de la persona sino que la sola voluntad del mismo determinaría el género, sin que el Estado pueda exigir ninguna prueba médica ni psicológica.
Aseguró que el objetivo es poner al Estado a reflexionar y que, cuando se dicta una ley, hay que analizar todos los aspectos que puede afectar, no solo los inmediatos sino los mediatos e impensados, que pueden ser más importantes.
"Esta ley ahora genera un problema al Estado, que tiene que adecuar toda su legislación. Porque ahora, si hay una ley que dice que la identidad de género es autopercibida, cada vez que te pregunten el sexo, de acuerdo a la ley, te estarían exigiendo que manifiestes una autopercepción interna para optar sobre genero/sexo que podría modificarse, ya que es mi vivencia personal del sexo", opinó el abogado.
Protección de datos
A su vez, explicó que se deben proteger esos datos personales porque el Estado llevó el sexo a una categoría de datos sensibles y que exige una "manifestación interna" de optar por un género.
"Sacamos como un atributo de la persona el sexo y ahora pasa a ser un atributo de la personalidad. Fuimos más allá y ahora la legislación debe tomar nota de que el sexo es irrelevante a la hora de identificar una persona o distinguirla", destacó.
Zenteno afirmó que a raíz del caso del salteño que se cambió de sexo para jubilarse antes, quedó en evidencia cuál es el alcance que tiene la ley de género, y que va mucho más allá de la elección del sexo. Opinó que hay situaciones en que se usa la ley de género sin pensarlo como, por ejemplo, en los nacimientos.
"Si el Estado quiere tomar una política de decir cuántas mujeres y cuántos varones, que los tome como datos sensibles, que no los pueda mostrar a nadie. El argumento del sexo ha quedado obsoleto ya que la genitalidad no determina la pertenencia a un género, por lo cual la distinción, recolección y clasificación de las personas por parte del Estado es innecesaria y violatoria de la faz interna de la persona. El registro tiene que tomar el nacimiento y el nombre. La legislación tiene que ser neutra, tiene que legislar a todos por igual y poner en un pie de igualdad a todos", expresó Nicolás Zenteno.
Para el abogado, con la ley de género, toda la legislación, entró en crisis. Es por eso que pide que si la identidad de género es autopercibida, que el Estado declare que es dato sensible el sexo y que no se pueda preguntar a nadie al respecto.
Apoyos
La Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires expresó que "si se toma en cuenta el carácter disruptivo de la identidad de género autopercibida, reconocida por el Estado, comprendemos más aún que la categoría de "sexo' no importa genitalidad, sino vivencia interna del género, que puede coincidir o no con el sexo asignado al nacer, por lo cual podemos modificar nuestros datos registrales y modificar o no la apariencia o función corporal".
El organismo de Buenos Aires resaltó también "la inutilidad del dato sexo, al encontrarnos con personas que efectuaron sus cambios registrales con relación a su nombre y sexo, y que pueden o no haber modificado mediante métodos quirúrgicos y/o farmacológicos su cuerpo".
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