Sus voces se escuchan desde La Quiaca a Rivadavia Banda Norte, desde San Antonio de los Cobres al Chaco Salteño. Sus voces acompañan la vida de miles salteños que -sin ver sus caras- los reconocen en la calle con solo escucharlos. Leonardo Tejerina y Sergio "Pollo" Zumbay llevan frente al micrófono de Radio Salta toda una vida. Sus primeros pasos en la radio fueron cuando apenas despuntaban los 20, pero el trabajo con la locución los acompaña desde los años de la escuela, cuando los elegían por su tono de voz y su lectura clara y pausada para transmitir emociones.
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Sus voces se escuchan desde La Quiaca a Rivadavia Banda Norte, desde San Antonio de los Cobres al Chaco Salteño. Sus voces acompañan la vida de miles salteños que -sin ver sus caras- los reconocen en la calle con solo escucharlos. Leonardo Tejerina y Sergio "Pollo" Zumbay llevan frente al micrófono de Radio Salta toda una vida. Sus primeros pasos en la radio fueron cuando apenas despuntaban los 20, pero el trabajo con la locución los acompaña desde los años de la escuela, cuando los elegían por su tono de voz y su lectura clara y pausada para transmitir emociones.
Hace un par de semanas, todos esos años de trabajo fueron reconocidos porque de vez en cuando es lindo saber que la gente disfruta del trabajo que se brinda. En el caso de Leonardo Tejerina, el reconocimiento fue entregado por los representantes del Honorable Concejo Deliberante de Salta capital. Para Sergio "Pollo" Zumbay, las distinciones llegaron en forma de mención desde la Sociedad Argentina de Locutores.
Conocido como el "Pollo", Sergio Zumbay lleva 30 años de trayectoria. Recién salido del secundario, eligió estudiar comunicaciones sociales. "Era la carrera que más se parecía a lo que a mí me gustaba. En esa época todavía no estaba la carrera de locución en Salta", recordó el Pollo en la redacción de El Tribuno, a pasos del estudio donde su voz se expande todos los días.
Con sus 20 años, además de estudiar, decidió salir a probar suerte en Radio Nacional y después en Génesis, que por esas épocas era la frecuencia modulada (FM) de Radio Salta. Zumbay recuerda que su amor por la locución surgió en la escuela San Martín, donde estaba entre los elegidos para dirigir los actos. A los 21, Sergio se casó, comenzó a trabajar y los estudios de la universidad quedaron suspendidos, pero su amor por la radio era su vida y así se lanzó con unos amigos a producir programas en Radio Nacional. "Grabábamos en cassette los programas y la radio los reproducía en la noche. Hasta que un día me animé a preguntar para hacer una prueba en la FM, y José Giovanetti, encargado de la parte artística de Radio Salta, me dio la chance y quedé", recuerda el "Pollo".
Conocedor de lo que significa tener una voz privilegiada, Zumbay advierte que la clave para hacer un trabajo perfecto en la radio es la lectura. "Es la única forma en que esto puede salir bien. Hay que leer, leer y leer y practicar hasta el cansancio. Eso fue lo que hice para no fallar", recordó.
Consultado sobre si la voz que emite es verdadera, asegura que no le gusta fingir. Advierte que, por supuesto, una buena voz necesita de trabajo de impostación, de proyección, ejercicios de respiración e incluso de relajación para lograr una buena fonética.
Hoy, Sergio Zumbay sigue adelante con su trabajo de todos los días con el acompañamiento de su esposa Patricia y sus tres hijos. "Ninguno de ellos se dedicó a las comunicaciones. No son fanáticos de este mundo. La que sí es mi fan número uno es mi mamá. Siempre me escuchó", contó el locutor, acostumbrado a oír de historias ajenas y no de las propias.
Agradecido por el reconocimiento de los pares, recuerda las veces que faltó en los cumpleaños, fiestas de fin año y demás encuentros familiares. Sin embargo, sabe que en realidad estaba en el aire, acompañando a su familia y a los que no lo eran.
"La radio te da la posibilidad de acercarte a la gente, de tener la respuesta en forma directa. Las experiencia de ir a transmitir desde los pueblos es única", destacó Leonardo Tejerina que, además de locutor, también es intérprete.
En el caso de Leonardo, sus primeros pasos en la locución fueron cuando apenas tenía 15 años. Nacido en Campo Santo, este profesional de los medios dio sus primeros pasos en los festivales que se realizaban en su pueblo. Por aquellas épocas, hace 30 años, Ignacio Esteban realizaba la locución de la fiesta parroquial en Campo Santo, pero como los tiempos entre el programa de televisión y el festival no coincidían, las primeras presentaciones estaban a cargo de un joven locutor local: Leonardo Tejerina.
Fue por aquellas épocas cuando realizó sus primeras pruebas de voz para la radio y salió entre los elegidos. "Cuando le dije a mi papá, no quiso saber nada de que me venga a Salta tan chico, así que me quedé haciendo locución en el pueblo", recordó Tejerina.
Pero la suerte estaba marcada y el futuro en la radio se concretaría cinco años después, de la forma más inesperada. Mientras esto pasaba, Tejerina siguió estudiando, trabajando en los festivales, se casó y tuvo hijos. Esto lo llevó a buscar medios de sustento para su familia. Así llegó a Salta, junto a su cuñado. "Un día estaba vendiendo pan en la esquina de Catamarca y San Juan. Ahí me encontré con Elisa Zamora, con quien había hecho locución en Gemes. Ella me avisó que en Radio Salta estaban tomando gente para cubrir las licencias", recordó deshojando las vivencias.
Sin dudarlo, Leonardo se presentó al día siguiente en la radio, hizo la prueba y quedó. "Ahí empecé y nunca más me fui. No sabía qué tenía que hacer. Entonces me encontró con Delia (Aguilar) y le pedí que me ponga la fonética de los temas en inglés y bueno, acá estoy", expresó. Amante de la profesión ante el micrófono, Leonardo Tejerina recuerda que por aquellas épocas la gente que trabajaba en la radio se vestía como locutor. "Tenías cierta elegancia, te preparabas para hablar de un tema, te ibas formando. Ahora todo es muy light", manifestó. De un día para el otro, Leonardo pasó 29 años de su vida en la radio. En medio de su labor llegó la posibilidad de rendir para obtener el carnet de locutor nacional en el ISER (Instituto Nacional de Enseñanza Radiofónica). El examen era en Tucumán. Leonardo no pudo reunir toda la documentación necesaria y rindió unos días después que el resto de sus compañeros pero en Buenos Aires.
"Fue increíble, había gente de todo el país. Estaba en el lugar de donde salen todos los locutores", repasó.
Leonardo y el "Pollo" son gente de radio y ante la consulta de si se vieron tentados con la televisión, la respuesta fue un "no", al unísono, entre risas.
Sobre el escritorio los diplomas y menciones, después de 30 años de carrera, se multiplican, pero nada reemplaza el saludo de los oyentes, las bienvenidas en los pueblos, los aprendizajes que tuvieron de la mano de Radio Salta AM840.