Desde el multiespacio cultural Arpías, informaron a El Tribuno que hoy harán una denuncia en el ámbito judicial por las pintadas que sufrieron en la puerta del local que alquilan, en Mariano Boedo 196, de la ciudad de Salta.
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Desde el multiespacio cultural Arpías, informaron a El Tribuno que hoy harán una denuncia en el ámbito judicial por las pintadas que sufrieron en la puerta del local que alquilan, en Mariano Boedo 196, de la ciudad de Salta.
El lunes por la mañana apareció dibujado en color rojo un pene de alrededor de un metro y medio de largo, junto a la palabra "putas".
"Para nosotras, esto es un acto de violencia, de misoginia; un acto sexista, de odio hacia la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y trans. Un ataque directo, con un mensaje que nosotras sabemos -sobre todo las lesbianas y compañeras trans sufrimos ataques de violencia de los machistas- que el dibujo que hicieron de un pene busca imponer una cuestión de poder", explicó Gabriela Veleizán, referente de Arpías.
Este espacio de lectura, reflexión y activismo lésbico existe hace siete años y está formado por unas 20 personas.
"A mí me parece que es una reacción de todos estos grupos conservadores al mensaje de odio que circula sobre todo en la sociedad salteña después de la lucha por la legalización del aborto, como rechazo a la lucha de las mujeres por nuestros derechos", manifestó Veleizán, quien agradeció el apoyo de las compañeras feministas y de organizaciones partidarias de Salta, de la Argentina y de otros países.
Pía Ceballos, directora del Observatorio de Violencia contra las Mujeres, aseguró que acompañarán la denuncia que haga Arpías en la Oficina de Violencia Familiar y de Género y que pedirán al Ministerio de Seguridad de la Provincia informes que aporten a la investigación, como las cámaras de seguridad.
"Desde el Observatorio queremos que se investigue, que se encuentre a los responsables. Nos preocupan mucho estos hechos de violencia", expresó Ceballos.
"El posicionamiento es en repudio a este hecho de violencia, con un mensaje que torna a la violencia sexual", manifestó, y recordó que las lesbianas durante mucho tiempo sufrieron, mediante violaciones, intentos de disciplinamiento de sus cuerpos.
Gabriela Gaspar, directora del Área de la Mujer de la Municipalidad, anunció a El Tribuno que se acompañará y se asesorará a las personas agraviadas sobre las medidas que se tomarán al respecto.
Desde la Provincia, la titular del Área de la Diversidad Sexual de la Subsecretaría de Políticas de Género, Victoria Liendro, repudió "este tipo de manifestaciones, que generan intolerancia".
"Las pintadas representan un nivel de intolerancia que no queremos más en nuestra sociedad", dijo, y observó que las agresiones recrudecieron en los últimos meses, a raíz del debate por la legalización del aborto.
Lamentó que los discursos de algunas figuras públicas avalaran estas acciones y se refirió a "Suriani (diputado provincial), en particular, y ni hablar del propio Olmedo (diputado nacional)".
"Suriani hizo más hincapié en estos temas relacionados con la cuestión de género en los últimos días y fue quien instaló la idea de "feminazi' en Salta", declaró. "Eso habilita y potencia a estos tipos, quienes sean que salen a pintar, porque se siente avalados", dijo.
Ellas, censuradas
Hace poco más de cinco años, en la madrugada del 9 de julio de 2013, seis mujeres de este grupo escribieron en una pared del centro una frase que dio lugar a un operativo policial con veinte uniformados, cinco móviles, dos bicicletas y un comisario.
"Soy india, negra, pobre, latinoamericana... Soy lesbiana", pintaron ellas con aerosol rojo. Tres cuadras después, la Policía las detuvo y les preguntó si hacían pintadas político partidarias. Estuvieron dos horas en la Central de Policía y tres, en la Alcaldía. "Ninguno de nuestros carteles tenía insultos ni agravios, solo frases que hablaban de libertad y lesbianismo", dijo Veleizán entonces a la prensa.
Sin embargo, esta vez la Policía, que tiene un destacamento a pocos metros del local de Arpías, sobre la vereda de enfrente, no detectó que allí, en la madrugada del lunes, alguien hacía un dibujo fálico de un metro y medio.