Personas que desaparecen en algún espejo de agua, niños que se ahogan en piletas privadas o públicas. Tragedias difíciles de digerir y sobre todo si se trata de menores. La muerte por ahogamiento es uno de los trágicos finales que pueden tener los seres humanos, perder la vida en escenarios donde se suele estar bien, pasando momentos en familia o con amigos. Después de la tragedia esos lugares se transforman en puntos a los que se hace difícil volver por quienes padecieron la pérdida de un ser querido.
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Personas que desaparecen en algún espejo de agua, niños que se ahogan en piletas privadas o públicas. Tragedias difíciles de digerir y sobre todo si se trata de menores. La muerte por ahogamiento es uno de los trágicos finales que pueden tener los seres humanos, perder la vida en escenarios donde se suele estar bien, pasando momentos en familia o con amigos. Después de la tragedia esos lugares se transforman en puntos a los que se hace difícil volver por quienes padecieron la pérdida de un ser querido.
Los dos últimos hechos donde personas fueron tragadas por la correntada ocurrieron el domingo por la tarde, un hombre de 50 años decidió lanzarse al río Bermejo para salvar a su yerno de 23, ninguno de los dos pudo salir. Ayer, cerca de las 10, hallaron el cadáver del hombre mayor y en horas de la tarde, el de su yerno.
Días agobiantes en Salta y otras provincias, altas temperaturas que conducen a la búsqueda de lugares para atenuar el calor. Diques, ríos o piletas son los elegidos para transformar una jornada abrumadora en una placentera.
Sin embargo, en algunos casos los riesgos son altos, desde las fuerzas de seguridad señalan que no es recomendable que las personas se trasladen a diques o ríos dado el alto peligro que presentan a la hora de bañarse. Salvo que estén delimitados y con la prevención correspondientes.
Las personas que fallecieron producto de haberse ahogado en algún lugar de la provincia, conforman una cifra que lleva a cabo la división Lacustre y Fluvial de la Policía de Salta. Números que preocupan a las fuerzas de seguridad encargadas de velar por la vida de los ciudadanos, muchas de las personas no toman dimensión del riesgo al que se exponen.
En este tipo de tragedias influyen varios factores, desde el consumo desmedido de alcohol en contextos festivos, drogas y otros estupefacientes; la imprudencia de jóvenes y adultos de creen que no les pasará nada en aguas o pozos que muchas veces no conocen; la falta de señalización y cartelería de prevención en ríos y lugares de posibles tragedias; negligencia de los mismos involucrados, sobre todo cuando hay niños de por medio, y la extrema necesidad de personas humildes de trasladarse a puntos donde incluso las aguas están contaminadas como el río Arenales, donde a pesar del riesgo intentan atenuar el calor extremo.
Pérdidas en enero
Fuentes de la División Lacustre y Fluvial de la Policía provincial informaron a El Tribuno que, con los dos hallazgos de ayer en el río Bermejo, son seis las personas que perdieron la vida tras ahogarse en toda la provincia. Del total de víctimas fatales dos son menores, de 4 y 10 años.
Exequiel (10) se ahogó en el río Arenales, fue encontrado en inmediaciones de La Pedrera el martes 8 del corriente mes. Luciano Mamaní, de 4 años, perdió la vida en la pileta del camping del Sindicato de Cerveceros en Cerrillos, ocurrió el domingo último, cerca de las 15.
Entre los mayores, un joven de 20 años no pudo salir del río Itiyuro ubicado entre los pueblos de Aguaray y Salvador Mazza; otro hombre de 38 años fue devorado por el río Juramento, a la altura de Lumbreras, y el domingo por la tarde Carlos Avellaneda (50) no pudo salvar ni su vida ni la de su yerno, Ariel León (23): ambos se ahogaron en el río Bermejo.
Domingo trágico: tres ahogados
Avellaneda, su yerno y un menor de 4 años, Luciano Mamaní, son las víctimas.
El domingo por la tarde Carlos Avellaneda de 50 años estaba junto a familiares a la vera del río Bermejo cuando su yerno, identificado por la Policía como Ariel León, de 23 años, decidió darse un baño para amenizar el calor. Estaban ubicados en una zona denominada Las Peñas, a pocos metros del puente La Quena, a la altura de la localidad de Embarcación. Mientras la familia pasaba el día el joven empezó a desaparecer, inmediatamente el suegro, Avellaneda, se lanzó al espejo de agua para rescatar a su yerno pero las aguas del Bermejo también se llevaron al hombre de 50 años.
Momentos de mucha angustia, tensión y desesperación tuvieron que soportar quienes estaban en el lugar junto a las víctimas del trágico hecho. El hijo de Avellaneda fue quien alertó al Sistema de Emergencias 911 y luego brindó declaraciones a los efectivos sobre lo ocurrido. Personal de la policía zonal junto a Bomberos y Lacustre comenzaron con la búsqueda. El hallazgo de ambos cuerpos se produjo ayer por la mañana y la tarde.
Según lo informado desde la División Lacustre y Fluvial, ambos cadáveres fueron hallados en el mismo lugar donde desaparecieron. Se trata de una zona con una profundidad de entre 5 y 6 metros, ambos cuerpos estaban trabados con alguna rama y lograron desprenderse con ganchos que utilizó el personal de búsqueda.
Avellaneda apareció cerca de las 10; mientras que su yerno, a las 18.20.
Cerrillos
El accidente de Luciano Mamaní (4) ocurrió a las 15 del domingo en la pileta del camping del Sindicato de Cerveceros en Cerrillos. El pequeño fue asistido por personal sanitario y luego trasladado al Materno Infantil donde falleció. Sin que nadie lo viera, Luciano se metió a la pileta y chicos que estaban en el lugar alertaron cuando el cuerpito estaba flotando.