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Andrea Alvarado cosecha los frutos de su trabajo

La salteña fue segunda en la 1,40 metros del Grand Prix Fox Lea Farm en Venice, Florida, montando a Easy Boy y representando al Santana Stables.
Jueves, 07 de noviembre de 2019 01:39

Cierta nostalgia genera cada vez que un deportista tiene que dejar su lugar de origen, su familia y sus amigos, para buscar un nuevo lugar en el mundo donde las chances de crecer son mayores. Andrea Alvarado pasó por algo de esto, dejando Salta para instalarse hace poco más de un año en Estados Unidos con el fin de alcanzar nuevas metas en su pasión por la equitación. En cuestión de meses se adaptó a los nuevos desafíos y los resultados están llegando.
Andrea compitió a fines de octubre en el Grand Prix Fox Lea Farm con un par de caballos entrenado por ella misma y representando al Santana Stables, el establecimiento que lidera el brasileño Paulo Santana en Wellington, Florida. La competencia se desarrolló en Venice, del mismo Estado, donde la salteña fue segunda y octava en la categoría 1,40 metros. 
La prueba la ganó el colombiano Gonzalo Guevara con Arnac Du Mazes (entrenador por Roberto Terán); el segundo lugar fue para Alvarado montando a Easy Boy y en tercera ubicación quedó Adrian Jones con Vainqueuer de Brekka. La salteña aparece nuevamente en el clasificador en el octavo puesto, formando binomio con Cha Cha Cha. 
Andrea competirá en la temporada de grandes torneos en primera, el máximo nivel de competencia. La experiencia que ha ganado en los últimos meses le sirvió para enfrentar estos nuevos desafíos sin demasiados nervios y siempre dispuesta a dar lo mejor en cada pista. 
Los primeros shows de la temporada de invierno en Florida reunirá a grandes jinetes y amazonas de todo el mundo. Entre ellos estará la argentina con toda la historia que acarrea desde sus primeros saltos en el Jockey Club a este presente que vive con emoción. 
Lo fuerte de la temporada de saltos se desarrollará entre diciembre y marzo le contó la salteña a El Tribuno desde Wellington. Las exigencias se multiplicarán torneo a torneo, pero ella se siente preparada para no perderle el tren de la oportunidad que se le presenta.
“Si hay gente que está dispuesta a dar lo mejor para que yo compita, porque no daría yo lo mejor de mí para hacer un buen papel. Lo que ellos quieren es llevarte al mejor nivel”, señaló Andrea. 
Ella está ligada a uno de los mejores establecimientos ecuestres de Estados Unidos, donde además de saltar debe cumplir con todas las labores relacionadas al cuidado del caballo: alimentarlo, limpiarlo, entrenarlo, entre otras tareas. 
“Me levanto a las 6.30, cuido los caballos que yo monto, nadie lo va a hacer por mí. En otros momentos puedo estar con mis amigos viendo grandes premios”, contó sobre parte de su rutina en el Santana Stables. 
“Aquí aprendí mucho más que solo montar. Se vive un intercambio cultural importante con los jinetes que van llegando de diferentes países. Se puede aprender de cada uno”, expresó Alvarado. 
“Conozco mis raíces, sé de dónde vengo, Cada vez que me toca volver siento la necesidad de compartir toda esta experiencia con quienes practican equitación en Salta”, añadió Andrea, que no se guarda nada para sí, más bien elige compartir todo para el crecimiento de la disciplina. 
A medida que los resultados van surgiendo, Andrea siente la necesidad de agradecer a todos aquellos que la ayudaron a vivir este presente, lejos de casa, pero lleno de oportunidades de crecimiento. “Quiero agradecerle a la familia Santana, a Paulo y Jennifer, también a Gabriela y Javier (sus padres), que sin ellos nada de estos sería posible”, concluyó. Son parte de su vida, como los caballos, a los que la une una pasión que no entiende de límites. 

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Cierta nostalgia genera cada vez que un deportista tiene que dejar su lugar de origen, su familia y sus amigos, para buscar un nuevo lugar en el mundo donde las chances de crecer son mayores. Andrea Alvarado pasó por algo de esto, dejando Salta para instalarse hace poco más de un año en Estados Unidos con el fin de alcanzar nuevas metas en su pasión por la equitación. En cuestión de meses se adaptó a los nuevos desafíos y los resultados están llegando.
Andrea compitió a fines de octubre en el Grand Prix Fox Lea Farm con un par de caballos entrenado por ella misma y representando al Santana Stables, el establecimiento que lidera el brasileño Paulo Santana en Wellington, Florida. La competencia se desarrolló en Venice, del mismo Estado, donde la salteña fue segunda y octava en la categoría 1,40 metros. 
La prueba la ganó el colombiano Gonzalo Guevara con Arnac Du Mazes (entrenador por Roberto Terán); el segundo lugar fue para Alvarado montando a Easy Boy y en tercera ubicación quedó Adrian Jones con Vainqueuer de Brekka. La salteña aparece nuevamente en el clasificador en el octavo puesto, formando binomio con Cha Cha Cha. 
Andrea competirá en la temporada de grandes torneos en primera, el máximo nivel de competencia. La experiencia que ha ganado en los últimos meses le sirvió para enfrentar estos nuevos desafíos sin demasiados nervios y siempre dispuesta a dar lo mejor en cada pista. 
Los primeros shows de la temporada de invierno en Florida reunirá a grandes jinetes y amazonas de todo el mundo. Entre ellos estará la argentina con toda la historia que acarrea desde sus primeros saltos en el Jockey Club a este presente que vive con emoción. 
Lo fuerte de la temporada de saltos se desarrollará entre diciembre y marzo le contó la salteña a El Tribuno desde Wellington. Las exigencias se multiplicarán torneo a torneo, pero ella se siente preparada para no perderle el tren de la oportunidad que se le presenta.
“Si hay gente que está dispuesta a dar lo mejor para que yo compita, porque no daría yo lo mejor de mí para hacer un buen papel. Lo que ellos quieren es llevarte al mejor nivel”, señaló Andrea. 
Ella está ligada a uno de los mejores establecimientos ecuestres de Estados Unidos, donde además de saltar debe cumplir con todas las labores relacionadas al cuidado del caballo: alimentarlo, limpiarlo, entrenarlo, entre otras tareas. 
“Me levanto a las 6.30, cuido los caballos que yo monto, nadie lo va a hacer por mí. En otros momentos puedo estar con mis amigos viendo grandes premios”, contó sobre parte de su rutina en el Santana Stables. 
“Aquí aprendí mucho más que solo montar. Se vive un intercambio cultural importante con los jinetes que van llegando de diferentes países. Se puede aprender de cada uno”, expresó Alvarado. 
“Conozco mis raíces, sé de dónde vengo, Cada vez que me toca volver siento la necesidad de compartir toda esta experiencia con quienes practican equitación en Salta”, añadió Andrea, que no se guarda nada para sí, más bien elige compartir todo para el crecimiento de la disciplina. 
A medida que los resultados van surgiendo, Andrea siente la necesidad de agradecer a todos aquellos que la ayudaron a vivir este presente, lejos de casa, pero lleno de oportunidades de crecimiento. “Quiero agradecerle a la familia Santana, a Paulo y Jennifer, también a Gabriela y Javier (sus padres), que sin ellos nada de estos sería posible”, concluyó. Son parte de su vida, como los caballos, a los que la une una pasión que no entiende de límites. 

El origen de su llegada a Estados Unidos

Andrea comenzó a dedicarse a la equitación hace poco más de quince años y desde ahí inició una carrera que la llevó a competir en diferentes puntos de nuestro país y también en el exterior. Una de esas participaciones en el extranjero fue en Wellington, Florida, donde comenzó a ser observada por Paulo Santana, jinete de origen brasileño pero que actualmente compite bajo la bandera de El Salvador.
A partir del contacto e invitaciones, la amazona salteña vivió una primera experiencia en el Santana Stables (Establos Santana) entre diciembre de 2017 y fines de marzo del 2018. La aventura terminó siendo muy positiva, al punto que fue invitada a trabajar, entrenar, competir y radicarse esporádicamente en Estados Unidos.
El Santana Stables recibe a jóvenes jinetes y amazonas de El Salvador, México, Brasil, República Dominicana, Guatemala, Argentina, Canadá y también de distintos puntos de Estados Unidos. Sus estudiantes han logrado campeonatos individuales y por equipos. 

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