Una gran cantidad de remiseros que pasaron la noche en las puertas de la Legislatura Provincial realizan un corte sobre calle Mitre. Con los vehículos interrumpiendo el paso piden que los reciba el gobernador Gustavo Sáenz para buscar una solución a sus reclamos. Expresaron que la situación con las agencias, que son las dueñas de las licencias, ya no se puede sostener por ese motivo piden liberarse de esa dependencia y que directamente las licencias sean adjudicadas a los conductores profesionales.
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Una gran cantidad de remiseros que pasaron la noche en las puertas de la Legislatura Provincial realizan un corte sobre calle Mitre. Con los vehículos interrumpiendo el paso piden que los reciba el gobernador Gustavo Sáenz para buscar una solución a sus reclamos. Expresaron que la situación con las agencias, que son las dueñas de las licencias, ya no se puede sostener por ese motivo piden liberarse de esa dependencia y que directamente las licencias sean adjudicadas a los conductores profesionales.
En diálogo con El Tribuno, Sergio Salinas, delegado de Ucairra, dijo que ayer fueron recibidos por el presidente de la Cámara de Diputados, Esteban Amat, para buscar una salida al conflicto. “Lamentablemente el tiempo de los políticos no es el mismo que el de nosotros. Queremos una solución ahora para que al menos las agencias de remises no nos cobren la diaria hasta tanto se trabaje en una ley. Que no nos sigan cobrando por un servicio que no nos brindan”, expresó.
Las agencias de remises cobran unos 600 pesos al día a los conductores y unos 15 mil al mes. Nuestros viajes se dan en la calle y eso lo saben todo los salteños. "La AMT nos persigue como delincuentes. Queremos que exista un compromiso por parte del gobernador Gustavo Sáenz para que no nos deje tirado como ocurrió con el gobierno anterior”, sentenció.
Hay 53 agencias de remises en la ciudad que están a cargo de unas 1.700 licencias. Esos permisos para trabajar se alquilan entre $3.700 y $5.000 por semana a los remiseros, según afirmaron desde Ucras. Esos números millonarios del negocio pueden explicar el paso de los años sin ninguna solución para los remiseros, que se consideran explotados.