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19 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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El empleo en la construcción retrocedió 14 años en Salta

En la pandemia, la provincia perdió 1.600 empleos formales en obras públicas y privadas. La retracción es reflejo también de la crisis económica de los últimos dos años.
Sabado, 01 de agosto de 2020 00:55

El impacto de la pandemia de COVID-19 dejó a la construcción salteña con unos 1.600 trabajadores formales menos. El reciente informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) da cuenta de que en mayo quedaban en la provincia 5.736 empleados con aportes previsionales en el sector, un 21% menos que en el mismo mes de 2019.

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El impacto de la pandemia de COVID-19 dejó a la construcción salteña con unos 1.600 trabajadores formales menos. El reciente informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) da cuenta de que en mayo quedaban en la provincia 5.736 empleados con aportes previsionales en el sector, un 21% menos que en el mismo mes de 2019.

Para encontrar indicadores laborales tan bajos en los registros del Ieric hay que remontarse a febrero de 2006. El retroceso de 14 años para uno de los motores de la economía de Salta no solo se explica por la enfermedad del coronavirus.

Además, es una consecuencia de lo que ocurrió en los últimos dos años, en los que la actividad cayó en paralelo a la crisis financiera del país.

Rubén Aguilar, titular en Salta de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), señaló a El Tribuno que los pocos puestos de trabajo que se mantienen corresponden a la parte privada, ya que la obra pública sigue prácticamente paralizada.

Advirtió, además, sobre un preocupante incremento de la precarización laboral. El empleo en negro en el rubro ya rondaba el 50% en la provincia antes de la aparición de la pandemia, que vino a agravar esa realidad.

"Hemos detectado que varias empresas omiten legalizar a sus trabajadores", dijo el dirigente gremial.

Si bien Salta fue una de las primeras jurisdicciones nacionales que habilitó la construcción en el ámbito privado (en la última semana de abril) luego de la imposición de la cuarentena, esa porción de la actividad no llega a suplir lo que se perdió por la falta de inversión en obras públicas.

Los datos sobre el consumo de cemento en la provincia grafican por donde pasa el poco movimiento constructor. Los despachos del material fraccionado en bolsas, que es el que más utiliza el sector privado, vienen en aumento. Mientras tanto, la compra de cemento en granel, el que se usa en la obra pública, está en retroceso.

Según las estadísticas de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), en junio el consumo local de bolsas subió un 12% en la comparación interanual y la venta a granel cayó un 50%. Similar comportamiento se registró en mayo pasado.

En promedio, la venta de cemento en Salta tuvo una retracción del 19% durante el primer semestre en relación al mismo período del año pasado.

Irrecuperable

Para completar el panorama sombrío, se terminó por caer la principal obra del Ferrocarril Belgrano en Salta: la renovación de los ramales C-12 y C-18, entre las estaciones de Nuestra Señora de Talavera y Pichanal. El proyecto, que implicaba 700 puestos de trabajo (500 de manera directa) en el este de la provincia, fue suspendido por falta de financiamiento a fines de mayo.

El secretario general de la Uocra dijo que la unión transitoria de empresas compuesta por UCSA y Maquivest, que estaba a cargo de la obra, ya cumplió con la indemnización de los trabajadores y el gremio acordó con el Gobierno nacional el pago de dos bonos de $12.000 para los despedidos.

Aguilar advirtió que también por falta de fondos sigue suspendida la obra de construcción de la ruta provincial 13, en el departamento Rivadavia, que empleaba a 200 obreros.

A ellos se suman los 300 despedidos por la empresa Electrificadora del Valle (Edvsa) que construían parte del montaje de la planta de extracción de oro en el yacimiento Lindero, que opera la minera Mansfield.

A nivel nacional, la caída interanual de puestos en la construcción llegó al 36% en mayo, según el Ieric. El porcentaje representa a 150 mil personas que perdieron sus empleos en un año. El plantel medio de las constructoras disminuyó hasta ubicarse en 10,5 puestos de trabajo registrados por empresa, alcanzando un mínimo histórico.

Algo más de 4 de cada 10 (42,6%) puestos de trabajo perdidos a nivel nacional en mayo correspondieron a la Ciudad de Buenos Aires. Siguen las jurisdicciones que conforman el Gran Buenos Aires, que explican el 28% del total. En junio, la cantidad de empleadores en actividad mermó un 20,6% en comparación con el mismo mes del año pasado.

 

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