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Docente norteamericana se lleva el premio Nobel en Educación y le arrebata la posibilidad a una argentina

Keishia Thorpe diseño un plan de estudio para estudiantes que proceden de familias inmigrantes. Logró un avance del 40% en la lectura. La argentina postulada era Ana María Stelman, maestra de grado, que logró sacar del analfabetismo a un grupo de estudiantes rurales.  
Miércoles, 10 de noviembre de 2021 18:39

La ganadora del Nobel de Educación resultó ser este año Keishia Thorpe, que promueve la educación universitaria en estudiantes que proceden de familias de inmigrantes y refugiados de bajos ingresos. Thorpe da clases de inglés a alumnos de 12º grado en la International High School Langley Park, ubicada en Maryland. Allí todos sus alumnos son aprendices del idioma y la gran mayoría vive en condiciones vulnerables.

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La ganadora del Nobel de Educación resultó ser este año Keishia Thorpe, que promueve la educación universitaria en estudiantes que proceden de familias de inmigrantes y refugiados de bajos ingresos. Thorpe da clases de inglés a alumnos de 12º grado en la International High School Langley Park, ubicada en Maryland. Allí todos sus alumnos son aprendices del idioma y la gran mayoría vive en condiciones vulnerables.

Con esa realidad, Thorpe rediseñó completamente el plan de estudios para hacerlo culturalmente relevante para sus estudiantes, que son estadounidenses de primera generación, inmigrantes o refugiados de África, Medio Oriente, el Caribe, América del Sur o Central. Como resultado de sus intervenciones, sus alumnos demostraron un avance del 40% en lectura, lo que la convirtió en el más alto del distrito para estudiantes no nativos.

A su vez, la maestra dedica gran parte de su tiempo a que sus estudiantes de secundaria intenten ingresar a la universidad. Los ayuda con sus postulaciones y busca que accedan a becas totalmente financiadas. En solo un año, entre 2018 y 2019, ayudó a que sus estudiantes obtengan becas por 6.7 millones de dólares en total, de 11 universidades diferentes.


Su amor por la docencia excede el aula. La profesora cofundó junto a su hermana la US Elite International Track and Field Inc, una organización sin fines de lucro que brinda a estudiantes-atletas de bajo recursos de todo el mundo la oportunidad de desplegar su talento para acceder a becas en universidades norteamericanas. Hasta hoy, ayudó más de 500 jóvenes y el 90% de ellos se graduó en sus respectivas carreras.

Keishia también estableció una Convención Anual de Becas y Atletismo, donde los entrenadores universitarios y los equipos de admisiones acercan información a adolescentes, que tienen talento para el deporte pero no cuentan con las posibilidades económicas de pagar sus estudios. Ese espacio permite que la captación, en algunos casos, suceda ahí mismo.

El Global Teacher Prize (GTP) no es su primer galardón. Thorpe ya había sido reconocida con la Medalla a la Excelencia del Gobernador del estado de Maryland por su trabajo e influencia en las políticas educativas. Incluso había sido nombrada como “Cambiador de vida nacional” en todo Estados Unidos entre 2018 y 2019. Se trata de un premio otorgado a los maestros que inspiran y ejemplifican “la excelencia, la influencia positiva y el liderazgo”.

 

La argentina

Ana María Stelman es maestra de grado. Enseña prácticas del lenguaje y ciencias naturales en la Escuela Primaria Nº 7 Fragata la Argentina en el barrio Hipódromo de La Plata. Trabaja con chicos vulnerables que han llegado a vivir dentro de studs o caballerizas y proceden de hogares donde los padres, en algunos casos, son analfabetos.

Ana María suele ser catalogada dentro de la escuela como “la que hace cosas raras”. Muchas de sus clases se dan fuera del aula. Exprime al máximo el entorno en el que viven sus estudiantes para lograr engancharlos. “Los chicos suelen decir: ‘con la señorita salimos a pasear’. No se dan cuenta de que al mismo tiempo están aprendiendo”, comentó.

De hecho, cuando arribó a la escuela, el primer consejo que le dieron fue que no hablara de caballos ni de carreras porque los chicos se distraían. Bastó que le dijeran eso para que apostara a enterrar ese prejuicio. Decidió buscar valores “ocultos” en el barrio, trabajar con el compost a base de bosta de caballo, lombrices y la producción de plantines. La maestra recuerda que uno de sus estudiantes, que aún no estaba alfabetizado, se involucró de tal modo con el proyecto que aprendió a leer.

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