Los días 23, 24 y 25 de Junio desde IDEA (Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina) se organizó, de manera virtual e interactiva, una nueva #ExperienciaIDEAManagement, ahora bajo el lema "Lanzándonos al desafío".
inicia sesión o regístrate.
Los días 23, 24 y 25 de Junio desde IDEA (Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina) se organizó, de manera virtual e interactiva, una nueva #ExperienciaIDEAManagement, ahora bajo el lema "Lanzándonos al desafío".
El evento reunió a una gran cantidad de líderes, profesionales, referentes y empresarios de distintos sectores, emprendedores, académicos y líderes sociales, entre otros. Se trata de un espacio muy valioso para poder repensar nuestro rol en la sociedad, cada uno desde su lugar y como protagonistas, pero también nos ayuda a redescubrir cuáles son las nuevas tendencias digitales, formas de trabajo, innovación, nuevos liderazgos para estos tiempos, management, así como las oportunidades que surgen particularmente a partir de la COVID-19, y que claramente generaron cambios de paradigma a los cuales debemos rápidamente adaptarnos, para sobrevivir en esta "nueva normalidad". Se habla hoy de una nueva era "híbrida" (combinación de lo virtual y lo físico, así como la vida personal y el trabajo) a partir de la pandemia.
Puertas adentro de las instituciones, sin importar si estas son públicas o privadas, académicas o del sector empresarial, se visibiliza cada vez más la necesidad de afianzar la cultura de innovación constante, que desafía la forma de hacer las cosas, reinventándose permanentemente y orientando los procesos principalmente con motivación en la búsqueda de brindar soluciones para la sociedad ("qué, para qué, cómo"). Organizaciones transparentes, con conciencia social, ágiles, inclusivas e innovadoras. Propósitos que son comunes a todos, y centrales hoy en la toma de decisiones.
Esta nueva realidad de transformación mundial contrasta con el contexto social, laboral y económico que afrontamos desde hace tiempo como país, y que con seguridad no permite profundizar estos cambios mencionados más arriba.
En algunas presentaciones se pudo claramente demostrar mediante gráficos que, por ejemplo:
* Seguimos siendo una economía muy poco competitiva, encontrándonos en el puesto 83 sobre una muestra total de 141 países.
* La economía argentina no genera empleo privado formal hace casi una década, siendo hoy el 20% el porcentaje de asalariados privados contemplando la población económicamente activa, con una caída de 3 puntos desde enero de 2012, cuando era del 23%.
* Pese al aumento sostenido de la asistencia social la pobreza tiende a agravarse, sobre todo en los jóvenes: 11% (indigencia), 42% (pobreza), con más del 58% de los niños argentinos que viven debajo de la línea de pobre za.
Son cifras que impactan y duelen, porque claramente limitan las posibilidades de superación, crecimiento, desarrollo, transformación que el país necesita, en esta nueva etapa de desarrollo tecnológico e innovación. Pero siempre podemos tomarlo como un diagnostico que nos sirva como punto de partida. El "porvenir de la esperanza", como titulaba una de las char las.
Desde IDEA se plantearon desde hace tiempo siete principios que son claves para retomar la senda del crecimiento, que son: sostener la seguridad jurídica, racionalizar el gasto público y buscar el equilibrio fiscal, reducir la inflación a un dígito, reducir la presión tributaria, aumentar las exportaciones, mejorar la competitividad y promover el empleo privado. Suscribo cada uno de los principios mencionados, aunque para algunos pueden ser reiterativos, es el único camino.
Santiago Bulat decía en su presentación que: "La necesidad de tener reglas de juego claras para todos los sectores de la economía y una macroeconomía estable serán la clave para que el sector privado potencie su capacidad de crear valor en la Argentina" -totalmente de acuerdo con el postulado-. "Es la única forma de que la Argentina logre sortear los obstáculos que tiene y salir de la pobreza que acecha, sobre todo a los más jóvenes, es generar empleo", concluyó.
No quedan dudas acerca del camino que se traza para las generaciones actuales y futuras, y las nuevas oportunidades que surgen a partir de la pandemia, pero también es real que para cambiar, mejorar, innovar y liderar los procesos de transformación debemos primero lograr que se produzcan transformaciones y cambios estructurales mucho más profundos, en un trabajo de diálogo y acción en conjunto entre todos los sectores, en armonía y sabiéndonos interdependientes, lo cual ya de por sí es un gran desafío. Generar las condiciones mínimas, sumado a un contexto general que ayude, para que esto ocurra, y poder "lanzarnos al desafío" de construir el país que nos merecemos.
Concluyo con una reflexión del filósofo de Santiago Kovadloff, quien también participó, y entre otros claros conceptos que brindó, señaló que: "El optimismo implica una expectativa de que las cosas pueden ir mejor. La esperanza es la convicción de que uno, haciendo lo que debe y quiere, transforma su futuro. Emprender lo posible es movernos por el camino de lo ya pensado, en cambio, movernos por el camino de lo imprescindible es innovar, es buscar donde no se ha explorado; un auténtico liderazgo está imbuido de esta pasión por lo inédi to."
* Gerente de RRII y RSE Seaboard Energías Renovables y Alimentos