Ayer se conmemoró el Día Mundial de la Pizza, una de las comidas rápidas que más se consume en el mundo.
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Ayer se conmemoró el Día Mundial de la Pizza, una de las comidas rápidas que más se consume en el mundo.
Desde 2017 es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, debido a su rol en la vida social y la transmisión de este arte culinario entre generaciones.
A pesar de su origen italiano, la palabra pizza proviene del griego "pektos", que significa "sólido" o "coagulado". La base es una masa, generalmente circular (aunque también puede ser rectangular o de cualquier otra forma), elaborada con harina de trigo, sal, agua y levadura.
Cuando se tiene la base, lo habitual es echarle salsa de tomate y queso mozzarella y, encima, los ingredientes que se deseen, desde aceitunas, anchoas, alcaparras, olivas, jamón, maíz, hasta verduras. Es decir, todo lo que se desee y en la combinación que se quiera.
La forma tradicional -y mejor- de cocinarla es en horno de leña, aunque es bastante habitual usar hornos domésticos, sobre todo si se trata de pizzas precocinadas -pizzas congeladas o listas para hornear-.
En Salta, ayer hubo distintas actividades para recordar el día. Más precisamente hubo movimiento en la Pizzería Verón, el tradicional reducto gastronómico del Cofruthos.
Historia de la Pizzería Verón
El propietario del negocio, que funciona en el local 14 B, del mercado de abasto salteño se llama Hugo Antonio Verón y tiene 80 años; el hombre que sigue trabajando intensamente parece mucho más joven.
Es tucumano y cuenta su historia en primera persona. "Yo hago pizza desde no sé cuándo. Solo sé que quedé huérfano a los 5 años y entonces mi cuñado Juan Sastre me comenzó a criar. Me llevaba a un local de un mercado a donde vendían pizzas. Ahí, era un niño y veía todo cómo se trabajaba. El mercado creo que se llamaba El Norte de Tucumán", cuenta.
"En el 64 nos vinimos con mi cuñado (Sastre) a Salta y abrimos un local que se llamaba El Rincón Salteño, en la plaza Alvarado. Luego nos mudamos al Mercado San Miguel", recordó.
Son muchos los memoriosos comilones salteños de las pizzas del mercado que recuerdan con nostalgia la "pizzería de Sastre y Verón".
Hace más de 37 años se abrió el Mercado Cofruthos y a los pocos meses se mudó Verón, solo, a la zona sur.
"Yo soy prácticamente uno de los fundadores del Cofruthos y debo llevar más de 70 años haciendo pizzas. Pero estoy tranquilo porque todos mis conocimientos quedaron en mis hijos primero y ahora en mis nietos", dijo.
Cuando llegó a Salta, el hincha de Atlético Tucumán, se casó con una mujer local, con Sara Victoria Caminos con quien tuvo a 4 hijos: Hugo Antonio, Javier Darío, Débora Nilse y Anahí Celeste. Ellos le dieron 7 nietos y 4 bisnietos. Sara falleció hace 26 años y nunca más Hugo formó otra familia. Tuvo que criar a sus hijos solo. Y lo hizo con la pizzería como protagonista y con los chicos aprendiendo el oficio.
"Todos mis hijos tienen el conocimiento sobre cómo se maneja el negocio y ya tengo a 5 nietos trabajando acá. Me siento muy orgulloso de eso", dijo mientras armaba empanadas y los chicos iban y venían en medio del ritmo descontrolado del mercado.
"Acá vienen los trabajadores, los jornaleros, changarines y también productores, empresarios y gente de todo tipo. Hasta los gastronómicos que vienen a buscar los insumos se vienen y se sientan a disfrutar unas promos con mucho ají. Yo no sé de dónde sacaron eso los salteños, pero desde que me acuerdo le ponen mucho picante a la pizza", cuenta.
Es un libro abierto de recuerdos y comentarios. Eso también le juega en contra porque pasan los changos y lo joden con Boca Juniors o con Atlético, o por doble camiseta; como el caso de Sebastián Sottosanti, fanático hincha de las "gallinas" que le tira una apuesta improbable a los gritos. Todos lo quieren, lo saludan y se detienen a disfrutar de la charla.
"La única semana que estuve en casa fue cuando cerraron el Cofruthos por la COVID-19. No podía estar sin hacer nada, estaba muy desesperado, como asfixiado; quería venir como sea a trabajar. Luego abrieron y pusieron el horario que tenemos ahora y que si bien nos permitió en un principio trabajar, ahora ya no nos sirve. Queremos el horario de antes de la pandemia", declaró. En la vieja normalidad, el horario del mercado era un doble turno de 6 a 11 y de 18 a 21; con las restricciones quedaron 6 a 11. Es por eso que todos los comerciantes y clientes piden ahora volver al viejo horario, porque amplía el margen de ventas.
"A las 6 menos 10 ya hay una pizza en el horno", dijo su nieto. A esa hora los camiones descargan sus producciones y ya llegan los trabajadores a "recuperar fuerzas". Es que tiene precios muy populares y con muy buena calidad.
"Yo vendo la pizza a 400 pesos y la docena de empanadas a 500. En otros mercados te arrancan la cabeza y es porque ya se volvieron destinos turísticos, porque son ahora una atracción. Entonces los precios son prohibitivos para los salteños", dijo el hombre. Hace referencia a las pizzas de mil pesos que se venden en otros mercados.
"Todas mis pizzas son amasadas de manera especial. Ese es un secreto de la familia exclusivamente. Ellos, mis nietos, ya saben cómo se maneja esto. Yo vengo porque me gusta trabajar, porque ya estuve encerrado una semana y me quería volver loco. Vendré a la pizzería hasta que ya no pueda más porque esta es mi vida y soy muy feliz viendo a mis nietos trabajar en esto", concluyó Verón con mucha emoción.
Noche de las Pizzas
La Noche de las Pizzas, evento organizado por la Cámara Hotelera Gastronómica, se realizó en la jornada de ayer con el objetivo de impulsar acciones comerciales dentro del rubro, con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Pizza.
La iniciativa proponía a los salteños hacer una recorrida por los locales gastronómicos adheridos, probar distintas propuestas de pizzas y obtener descuentos o promociones.
Fueron muchos los locales que participaron, tanto en la Capital como en el interior provincial.
En las cuentas de redes sociales de la Cámara Hotelera Gastronómica se dieron a conocer cuáles eran los locales adheridos y los beneficios que ofrecía cada uno.