¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Mucho más que un balotaje presidencial

Domingo, 29 de octubre de 2023 03:01

Mucho más que un balotaje presidencial entre el candidato oficialista, Sergio Massa, y el libertario, Javier Milei, la segunda vuelta electoral en la Argentina prevista para el 19 de noviembre supone un verdadero dilema con el que deberá lidiar una parte del electorado nacional, más de un tercio de la ciudadanía.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Mucho más que un balotaje presidencial entre el candidato oficialista, Sergio Massa, y el libertario, Javier Milei, la segunda vuelta electoral en la Argentina prevista para el 19 de noviembre supone un verdadero dilema con el que deberá lidiar una parte del electorado nacional, más de un tercio de la ciudadanía.

Los comicios generales del 22 de octubre arrojaron un resultado casi tan sorpresivo como la victoria de Milei en las primarias de agosto: pese a la inflación, a la depreciación del peso y a todas las dificultades económicas por las que transita el país, al affaire de Martín Insaurralde o al caso de Julio "Chocolate" Rigau, entre tantos otros sainetes desatados durante la gestión del Frente de Todos, ¡ganó Massa!

Pero no solo logró un triunfo inesperado, sino que además se alzó con casi el 37 por ciento de los votos (36,68%), frente a poco menos del 30% del fundador de La Libertad Avanza (LLA), con quien ahora tendrá que rivalizar en un balotaje. Es probable que una parte significativa del éxito de Massa en las urnas se fundamente en una suerte de "voto miedo" a Milei o en contra de la posibilidad -concreta- de que el excéntrico economista se convierta en el próximo Presidente de la Nación.

Se inicia ahora otra carrera, de la que participan solo dos competidores de cara a la votación prevista para el tercer domingo de noviembre. Tanto Massa como Milei deberán enfocarse en cuidar sus votos, por un lado, y en tratar de ampliar su base electoral por el otro: una misión, esta última, que supone para ambos intentar pescar en el universo de partidarios de Juntos por el Cambio (JxC).

A propósito, como era altamente probable que sucediera, JxC implosionó luego de la derrota en las urnas, sobre todo después de la decisión del expresidente Mauricio Macri -uno de los fundadores de la otrora Cambiemos- de aliarse con Milei en pos de derrotar a Massa y al kirchnerismo, como argumentan los "halcones" del PRO, el próximo 19 de noviembre. La medida, acompañada por la ahora ex candidata presidencial Patricia Bullrich y otros "duros" del espacio amarrillo, sacudió los cimientos de la coalición.

La alianza opositora atraviesa momentos de turbulencia e incertidumbre, a partir de un visceral enfrentamiento desatado entre dirigentes allegados a Macri y el propio ex mandatario con un sector del radicalismo. En ese sentido, es probable que JxC se resetee como agrupación política y que, por ende, cambie de nombre tras la aparente salida del ex jefe de Estado y compañía.

Puentes detonados

Según fuentes de la Unión Cívica Radical (UCR), en el centenario partido consideran que "Macri desde que terminó su mandato presidencial fue rompiendo puentes con el radicalismo" y tras largos meses de desavenencias, "hoy los puentes están detonados".

Entienden en la UCR que Macri y el dirigente libertario "comparten el mismo discurso sobre el radicalismo, incluso cuando critican a (Hipólito) Yrigoyen y (Raúl) Alfonsín, pero ´salvan´ a (Leandro) Alem y a (Marcelo Torcuato de) Alvear". "Nosotros no nos movimos de las ideas ni de los valores que crearon Cambiemos, no somos K ni massistas, pero no podemos apoyar el pacto con Milei", planteó la fuente radical. "No vamos a echar a nadie de Juntos por el Cambio, pero la puerta está abierta y al parecer, algunos han decidido irse", añadió.

Por el lado del PRO, la rivalidad entre "halcones" y "palomas" volvió a quedar a flor de piel, como en los días de la encolerizada interna entre Bullrich y el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Así las cosas, es posible incluso que la confrontación en filas del partido amarillo haya alcanzado también un punto de no retorno.

Un verdadero dilema

En este contexto, el escenario electoral con miras al balotaje supone un verdadero dilema para esa porción de la ciudadanía que optó en el cuarto oscuro por otras ofertas (Bullrich, el peronista moderado Juan Schiaretti o en menor medida Myriam Bregman, de la izquierda) y que dentro de tres semanas se enfrentarán a la obligación cívica de escoger entre Massa y Milei. Uno de los dos se terminará convirtiendo en el sucesor de Alberto Fernández (cada vez más apartado de la campaña, por cierto, al igual que Cristina Kirchner) en la Casa Rosada.

Es decir, por un lado, Massa: un dirigente que ciertamente ha mudado de piel en tantas ocasiones como consideró necesario en busca de progresar y encaramarse a lo largo de su carrera política y que hoy, con apenas 51 años, se encuentra como nunca antes acariciando su objetivo de máxima, llegar a ser Presidente de la Nación, pero que sin lugar a dudas es parte del problema en la Argentina. Si eventualmente, llegado el caso de ganar, muta a "parte de la solución" aún está por verse. Y por el otro, aparece Milei, con todo lo que viene generando su candidatura.

El diputado libertario, un completo "outsider" de la política y considerado por muchos como una suerte de "peor por conocer" que en el balotaje enfrentará a un "malo conocido" como Massa, y su inflación aproximándose al ¡150% anual!, claro que propone "un salto al vacío", por más que ahora la caída pueda estar algo más amortiguada quizá tras el pacto con el ala dura del PRO, en caso de avanzar hacia un Gobierno de coalición tras una hipotética victoria el 19 de noviembre.

PUBLICIDAD