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Lucrecia Martel: de su desconcierto como estudiante a una estética fascinante

Martel recordó durante el acto su paso por la UNSa y sus dudas.
Martes, 31 de octubre de 2023 20:32

"Voy a animarme a hablar después de que ya me imaginaba que iban a haber palabras tan generosas y atentas a lo que yo he hecho... Me voy a arriesgar a improvisar", dijo Lucrecia Martel de pie y con el micrófono en la mano en el acto de la entrega del título de Doctora Honoris Causa que le dio la UNSa, este martes.

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"Voy a animarme a hablar después de que ya me imaginaba que iban a haber palabras tan generosas y atentas a lo que yo he hecho... Me voy a arriesgar a improvisar", dijo Lucrecia Martel de pie y con el micrófono en la mano en el acto de la entrega del título de Doctora Honoris Causa que le dio la UNSa, este martes.

"La primera vez que entendí qué significaba la educación pública fue acá, en la Universidad de Salta. Yo entré a estudiar en un total desconcierto, porque estaba anotada en Zootecnia en Tucumán, en Química acá mismo, en la carrera de Humanidades, Filosofía y Letras, era ese año común; en Publicidad en Buenos Aires... la clásica persona que no sabe qué quiere hacer de su vida", continuó describiendo su primera experiencia en la universidad.

"Y en esas circunstancias fui a un teórico. Era la primera vez que yo iba a una clase donde las sillas están a una distinta altura, y había que comentar unos textos y, de repente, alguien habló en el fondo de la sala, detrás mío", comenzó relatando. "Y la voz era una voz que yo no podía relacionar con el lugar donde estaba. Era la voz de una compañera que hablaba como si fuera un pregón, la cualidad sonora de la voz. Primero sentí mucha incomodidad porque pensé que ese no era el sonido que correspondía a una universidad, que ese sonido venía de otro lado", continuó.

 

"Esa voz la volví a escuchar en el mercado, porque ella era la que pregonaba, vendía verduras... Han visto que cuando se entra por la Urquiza hay muchas cosas verdes... en esa zona tenía ella su puesto, y era esa voz. Esa voz entrenada en el trabajo que en el aula se expresaba ardientemente, opinando sobre las cosas que podíamos opinar sobre un texto. Eso es lo público", definió.

"Esa es la experiencia única, posible, que tenemos en ese misterio que es la existencia humana, de cruzarnos en algún lugar, vernos sin la homogeneidad con la que ya se organiza la ciudad", dijo Martel sobre esa voz que escuchó en la UNSa.

El reconocimiento a Martel

"La UNSa no es solo Humanidades, nos referimos a que en este predio coexisten muchas 'UNSas'", dijo Ana Echenique, de Humanidades, y señaló la presencia de una capilla y de los colores de la diversidad en la entrada del rectorado. Y también hizo mención al escudo de la UNSa, "La sabiduría viene de esta tierra".

Tartagal estuvo presente a través de docentes. La profesora Bonillo se refirió al cine de Martel como un "trabajo de resistencia desde lo multiétnico y multilingüistico", para "variar el enfoque de la mirada y emitir la propia voz". Y ponderó "el dinamismo de lo que se despliega en los bordes y conmueve lo central".

 

Estela Vázquez, decana de Humanidades, destacó el compromiso social y político de Martel, y su mirada crítica a "la salteñidad".

 

El rector Daniel Hoyos agradeció a Martel, y señaló que su obra "pone en jaque los modelos hegemónicos", y da cuenta de "las existencias" con un cine no narrativo. "Hace un cine disruptivo, y se hace referente del cine contemporáneo", y esto se complementa "con su militancia por el derecho de las mujeres y las disidencias, sobre todo en una provincia tan conservadora como la nuestra", agregó. "El doctorado honoris causa es un gesto político", dijo, y remarcó que la exsede es ahora "la Facultad Pluricultural de Tartagal".

Luego de las palabras de Martel, le entregaron obsequios, entre ellos de mujeres de comunidades del norte. Lucrecia presentó entonces a Mariana Carrizo. "Este sonido nos retumba de una manera particular", dijo. Mariana cantó coplas. Su voz y todo lo que lleva y acerca la caja y el canto se hicieron presentes en el anfiteatro de la Universidad Nacional de Salta.

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