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19 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Conocé a Vicent Angbalaga, el sacerdote nigeriano que llegó a Salta para servir

Vino a la Argentina en el 2022, su destino estuvo marcado desde el principio con la ciudad capital, donde la iglesia lo necesitaba. Su misión era clara: ayudar en las iglesias y colegios locales.
Domingo, 24 de diciembre de 2023 11:16

Vincent Angbalaga nació en Nigeria en 1983. Durante su infancia fue criado en un hogar cómodo y religioso, con una familia amorosa y solidaria. Su decisión de abrazar el cristianismo se consolidó a los 10 años, durante su primera comunión, guiado por la influencia de su madre.

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Vincent Angbalaga nació en Nigeria en 1983. Durante su infancia fue criado en un hogar cómodo y religioso, con una familia amorosa y solidaria. Su decisión de abrazar el cristianismo se consolidó a los 10 años, durante su primera comunión, guiado por la influencia de su madre.

Vincent creció en un hogar lleno de amor y valores religiosos, donde la presencia de su madre fue fundamental. Después de su primera comunión en 1993, tomó la decisión de consagrar su vida al servicio de Dios. Desde entonces, su camino lo llevó a explorar nuevas tierras y culturas.

En el 2022, Vincent abandonó su tierra natal y llegó a Argentina, que se convertiría en el único país que visitó lejos de Nigeria. Su destino estuvo marcado desde el principio con la hermosa ciudad de Salta, donde la iglesia lo necesitaba. Su misión era clara: ayudar en las iglesias y colegios locales.

En la vicaría Santa Teresa

El padre Vincent llegó a la Vicaría Santa Teresa, ubicada en la intersección de las avenidas Líbano y Chile, para reemplazar al padre Diego Corbalán, que se iba a Buenos Aires. Si embargo, su limitación para entender el español le dificultó mucho la comunicación con los fieles de la iglesia, ya que él sólo hablaba inglés. De modo que sus superiores decidieron mandarlo casi un año a Buenos Aires, a estudiar castellano.

Según Vincent, Salta "es hermosa, con gente amable, platos especiales y una rica herencia cultural", además asegura que su gente es "humilde, accesible y dispuesta a prestar ayuda". Esta provincia se convirtió en el escenario donde el sacerdote nigeriano desplegaría su servicio y comprensión.

Aunque extraña a su familia y amigos, ha encontrado en Argentina un lugar donde la fe y la comunidad se entrelazan de manera especial. A sus cuarenta años, Vincent lleva consigo la humildad y el deseo de servir a Dios y a su pueblo de una manera única. Su elección de ser religioso se fundamenta en el anhelo constante de hacer una diferencia significativa en la vida de los demás.

Vincent llegó a la parroquia Santa Teresa superando barreras idiomáticas y adaptándose a una nueva cultura. A pesar de los desafíos que enfrenta, su actitud servicial y su carisma lo han convertido en un pilar dentro de la vicaría.

Los fieles que lo acompañan todos los días expresan que Vincent es una persona "muy servicial y atenta", y aseguran que se "acomoda" a los pedidos de actividades parroquiales que le realizan.

"Tiene un don que te llena el alma, se nota en las misas, en las primeras misas era sorprendente ver a la gente que bajaban los ministros a dar la comunión y la gente se iba con él, no querían comulgar con los ministros. Y tiene una forma de bendecir a la gente, es tan especial. Por ejemplo, nosotros nos tenemos que adaptar constantemente a las culturas de cada sacerdote o a lo que ellos quieran hacer en la comunidad", expresa Laura, una de las catequistas de la Vicaría.

Dispuesto a aprender

Su estilo de liderazgo se caracteriza por la adaptabilidad y la apertura a nuevas experiencias. Siempre dispuesto a aprender sobre la cultura argentina, Vincent comparte anécdotas de su vida en Nigeria y su profundo amor por la misión que lleva a cabo.

El párroco, vivía en una comunidad de casi mil fieles, donde una gran parte de la población asistía a misa. Él también cuenta que en su lugar de origen hay muchos musulmanes y evangelistas, y que -paradójicamente- no hay muchos cristianos católicos, es por eso que siempre aclara el trabajo duro que hacen los sacerdotes allá, en su tierra natal.

De la comida tradicional de Salta le gustan muchos las empanadas de queso y el choripán, y es un amante de la comida con mucho el picante. Vincente siempre cuenta que en Nigeria comen muchas comidas picantes, pero asegura que en la provincia no consiguió el picante que él quiere.

Vincent, apodado cariñosamente "My Friend" por algunos jóvenes de la comunidad, se ha convertido en una figura querida en Salta. Su alegría contagiosa, su amor por las misas alegres y su habilidad para conectar con la gente han dejado una marca indeleble en la comunidad.

A pesar de la nostalgia por su tierra natal, Vincent encuentra consuelo en la certeza de que está cumpliendo su misión en Argentina. Su deseo de ser un "sacerdote del pueblo" se refleja en su participación activa en las comunidades locales y su apertura a las necesidades de quienes lo rodean.

Respecto al papa Francisco, Vincent afirma que es el "Vicario de Cristo en la tierra" y que el Sumo Pontífice "practica lo que predica", especialmente en el aspecto de la humildad, el amor, la sencillez y la amabilidad. Asegura que en varias ocasiones ha sido malinterpretado y citado incorrectamente, lo que causa muchas controversias, pero afirma que solo "Dios sabe y ¿quién soy yo para juzgar?"

En Salta, Vincent Angbalaga no solo ha encontrado un nuevo hogar, sino que también ha tejido un vínculo especial con la comunidad de la consolación. Su historia es un testimonio de fe, adaptabilidad y amor, recordándonos que, en la diversidad, encontramos la riqueza de la humanidad. Con cada misa y cada sonrisa, Vincent continúa siendo una luz brillante en la tierra de Salta, iluminando los corazones de quienes tienen el privilegio de conocerlo.

"Decidí ser religioso porque siempre anhelé servir a Dios de una manera muy especial y servirlo en su pueblo en general. El futuro pertenece a Dios y dondequiera que me pida que vaya, no dudaría en decir: 'Aquí estoy, Señor, tu siervo está listo'. Con respecto a los jóvenes, no es exagerado decir que son el futuro de la Iglesia. La Iglesia siempre está en conexión con su juventud, y seguirá estándolo", finalizó Vincent.

 

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