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17 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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El Papa Francisco, la revolución de la misericordia

Este año, el argentino cumplió una década al frente de la Iglesia Católica.
Sabado, 30 de diciembre de 2023 17:40

Por Felipe Medina, Lic. en Cs. Religiosas

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Por Felipe Medina, Lic. en Cs. Religiosas

Personalidades argentinas destacadas en el año 2023, hubo muchas, un año lleno de sorpresas, pero como el Papa Francisco, muy pocos. Es, en cierto modo, un hombre único, no sólo por lo que representa en el mundo, como líder espiritual de más de 1600 millones de católicos, no sólo como líder social y político, como gestor indiscutible de la Paz en el mundo; sino que es único por la claridad de su pensamiento, de su misión y de su inalterable doctrina. Formado en la ruda disciplina de la escuela de San Ignacio de Loyola en la Compañía de Jesús, Francisco pulió su temperamento bastante tosco por la figura de un hombre amable, muy firme, pero suave en sus modos. Y puede timonear la Barca de Pedro, en medio de las tempestades de un mundo convulsionado por las guerras, y además, por las turbulencias de una Iglesia en conflicto, más por cuestiones ideológicas que teológicas, por cuestiones de interés personal y de poder de algunos miembros que ven una reducción de tantos privilegios frente al claro mensaje del Evangelio de Cristo.

El Papa anda siempre preocupado, pero imperturbable a las críticas, por la Iglesia, aquella que en 1965, bajo el Pontificado de Pablo VI, proclamó el Concilio Ecuménico Vaticano II con un programa de renovación total de la institución milenaria. Una iglesia que se atrevió a publicar un resistido documento por los sectores más conservadores de la vieja Europa, la Gaudium et Spes, una Constitución Pastoral, no dogmática, simplemente pastoral, que obligaba a la iglesia a cambiar su perspectiva hacia el mundo, "Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón". La Iglesia quería volver a las fuentes, el genuino mensaje del Evangelio, el legado de Cristo a los apóstoles. La iglesia había superado grandes tormentas a lo largo de los veinte siglos de historia. Era hora de huir del fijismo de la ideología, que bajo ropaje de seguridad no hacía y nos hace permanecer inmóviles, quietos, inertes como muertos. El amor a Cristo, el encuentro con Cristo, el toparse con el Evangelio de Cristo nos pone en movimiento, "La alegría del Evangelio, cuando la acogemos de verdad, desencadena en nosotros el movimiento del seguimiento, que provoca un verdadero éxodo de nosotros mismos y nos pone en camino hacia el encuentro con el Señor y hacia la plenitud de la vida", nos dice Francisco.

El Papa lamenta que a 60 años del Concilio Vaticano II todavía seguimos los cristianos intentando frenar el cambio, sobre todo, desde dentro de la iglesia. Allí surgen nuestros miedos e inseguridades. Recuerdo que algunos padrecitos enviaban a la gente a comprar el Catecismo de la Iglesia Católica, (CATIC), mientras se celebraba el Sínodo de Octubre 2023, indicándoles a los fieles que solo el CATIC era doctrina segura y los llevaría camino al Cielo, y que lo que surgiría del Sínodo sería una distorsión de los dogmas. Nada de eso pasó. El Santo Padre insiste en la importancia de la Colegialidad en el gobierno pastoral de la iglesia, en la necesidad de cumplir el mandato de Cristo de ir por todo el mundo evangelizando.

La verdad del Evangelio es para ofrecérsela a la gente y no para imponerla por la fuerza, es necesaria una iglesia en movimiento que salga al encuentro de los hombres y mujeres de nuestro tiempo con un mensaje de esperanza, no con las armas de la inquisición. El Santo Padre dijo que "la Iglesia debe ser como Dios: siempre en salida. Y cuando la Iglesia no está en salida, se enferma de las muchas enfermedades que tenemos en la Iglesia". "¿Y por qué estas enfermedades en la Iglesia? Porque no está en salida. Es cierto que cuando uno sale está el peligro de un accidente. Pero es mejor una Iglesia accidentada por salir a anunciar el Evangelio que una Iglesia enferma por estar encerrada", concluyó su pensamiento Francisco.

Francisco tuvo una actitud muy respetuosa con su predecesor el Papa emérito Benedicto XVI, a tal punto que con su partida el 31 de diciembre de 2022, y después de su funeral del 5 de enero de 2023, puso el acelerador a las reformas propuestas por el Concilio Vaticano II. Enfrentó con caridad y misericordia, pero con firmeza a la vez, a aquellos cardenales o dignatarios eclesiásticos que sembraban el miedo y la desunión dentro de la iglesia, con un discurso tan rígido, que ponían dudas, más que certezas, miedo más que alegría, en los fieles. El Papa no dudó que quitarles privilegios y hasta sustento financiero a los detractores, o encarcelar a algún cardenal por crímenes de corrupción, mediante juicio en el mismo Vaticano. Y llevó sorpresivamente, a un argentino a uno de los organismos más delicados de la sede apostólica, como es la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, al Cardenal Víctor Manuel (Tucho) Fernández, prolífico escritor de meditaciones, teología y oraciones para el Pueblo de Dios.

Para nosotros, los argentinos, viene siendo un destacado hombre de nuestra tierra en el mundo. Pero éste año, ha desplegado con firmeza su intención de hacer realidad el Concilio Vaticano II en el corazón mismo de la iglesia, del pueblo de Dios. Ha llevado al mundo a plantearse éste planeta como una Casa Común y ha desafiado a los poderosos que niegan el daño ambiental –o que miran para otro lado-, a los que niegan el mal que le hemos causado a la nuestra única tierra. Ha puesto su mirada en las periferias del mundo, involucrándose en favor de la paz en las zonas de conflicto como Ucrania, Israel, Palestina, Rusia, Centroamérica. Ha suplicado a los países de la agobiada Europa por los refugiados, sobre todo los que buscan huir del hambre, de las guerras o los conflictos raciales. Ha facilitado el camino a la reconciliación con Cristo de los matrimonios divorciados, muchos de los cuales son nulos y todo el sistema de resolución era un laberinto caro y engorroso. Y éste año, en una sólida catequesis sobre la Bendición de las Personas y las cosas, el sentido pastoral de las bendiciones, en el documento "Fiducia Supplicans" del 18 de diciembre del presente año, autorizó al clero a bendecir a las personas unidas en situación irregular, y sin cambiar la doctrina tradicional sobre el matrimonio, indica que se debe bendecir a las personas unidas del mismo sexo. Es una medida estrictamente pastoral, ya que no se puede negar la bendición a aquellas personas que lo soliciten, sin mezclar los ritos sacramentales propios del matrimonio. En su mente, como modelo, está siempre la Sagrada Familia, José, María y el niño Jesús. Es su referencia de familia.

Francisco no ha perdido su mirada puesta en el corazón tan herido de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, y esa misma preocupación la tiene en su corazón para nuestro atribulado pueblo. Dios es amor, es misericordia infinita. El Papa lo sabe, lo vive y lo proclama. Es un testimonio vivo de Cristo Pobre, Cristo muerto y resucitado por amor.

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