Son las 10 de la mañana del miércoles 18 de octubre en Merzouga, Marruecos, y el calor pega de lleno en las dunas del desierto. Luciano Benavides no aguanta la espera. Suspira, mira hacia el sector de los jueces de la carrera, hace cálculos matemáticos y piensa: "No gané". "Quiero que se termine este sufrimiento de una vez", dice en voz alta. Muchos ríen y él también, aunque un poco es por inercia y otro por sus mismos nervios.
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Son las 10 de la mañana del miércoles 18 de octubre en Merzouga, Marruecos, y el calor pega de lleno en las dunas del desierto. Luciano Benavides no aguanta la espera. Suspira, mira hacia el sector de los jueces de la carrera, hace cálculos matemáticos y piensa: "No gané". "Quiero que se termine este sufrimiento de una vez", dice en voz alta. Muchos ríen y él también, aunque un poco es por inercia y otro por sus mismos nervios.
Casi una hora después de haber arribado a la meta, alguien hace la señal de "ok" y Luciano comienza a lagrimear mientras es saludado por el equipo Husqvarna, su familia y el resto de su entorno y su llanto queda tapado por la espuma del champagne que tiran desde atrás. Es el nuevo campeón del Mundial de Rally Cross Raid (también llamado Cross Country), tras un año soñado que comenzó en el Rally Dakar de enero. El viernes 6 entre Ha'il y Ad Dawadimi, su cabeza hizo un clic al ganar su primera etapa.
"Casi nadie sabe que en Abu Dabi me quedé en el hospital toda una noche junto a Kevin"
Luego, pese a la victoria final de su hermano Kevin, el menor de los Benavides se convirtió en el más vencedor de etapas con tres tramos ganados (los otros dos fueron en las etapas 9 y 11). Hasta enero, en su cabeza había muchas dudas: estuvo a punto de quedar afuera del equipo Husqvarna tras un mal 2022 y debía demostrar una madurez mental y deportiva.
"Todo deportista que hace todo lo que puede por ganar y cuando lo lográs, tu cabeza se relaja y se la cree, no en el mal sentido, pero sabe que se puede lograr. Es un resultado que hace falta porque ganar una etapa resume toda tu carrera y ese es el clic", dice a El Tribuno al repasar su año.
Fecha por fecha
Luciano terminó sexto en el Dakar que significó también la primera fecha del Mundial. Luego llegó Abu Dabi con la confirmación de su buen momento al ganar las etapas 3 y 4, aunque con sensaciones encontradas porque en los entrenamientos previos su hermano Kevin se fracturó el fémur de su pierna derecha.
"La verdad es que me fue muy bien y gané dos etapas más. Fui el más rápido y quedé segundo por este nuevo sistema de bonus. El primer día fallé por una carga emocional: casi nadie sabe que me quedé en el hospital toda la noche junto a Kevin y al día siguiente rompí el motor. Fueron dos días con estrés mental y psicológico", comentó a este diario.
La tercera fecha del Mundial se trasladó a una tierra atípica: Sonora Rally en México. La organización se decepcionó con los organizadores locales y tuvieron que realizar cambios a contrareloj. Fue la única fecha en que el menor de los hermanos Benavides no ganó una etapa, pero quedó segundo en el Mundial muy bien posicionado para las últimas dos competencias.
"Ganar una etapa en el Rally Dakar resume toda tu carrera y ese es el clic que hice"
"Fue una carrera atípica, cambiaron todo el recorrido antes de iniciar la competencia. Fue más de camino y la idea era correr por las dunas. Por abrir pistas, el bonus de tiempo estuvo un poco desfasado y los pilotos sentimos que un poco mataron la carrera. Me pude meter tercero en México y segundo en el Mundial, pero aún no sentía que podía ser campeón porque quedaban dos carreras, nada menos que Argentina y Marruecos. Ahí todavía no pensaba mucho mas que en el presente", repasó.
El Desafío Ruta 40 no solo fue el regreso de la competencia al país, sino que además tuvo a Luciano Benavides como principal piloto, ya que otra vez una lesión dejó a Kevin afuera de la carrera y la presión se trasladó al menor de los hermanos, quien podía cerrar la cuarta fecha del Mundial como líder nada menos que en su Salta natal y eso ocurrió tras quedarse con las etapas 1, 2, 3 y 4.
"Lo de Kevin fue un punto difícil de manejar. Hasta el Ruta 40 de este año nunca pude competir al nivel alto en el país porque en 2018 estaba empezando y muy lejos de los pilotos de punta. Y pese a la presión, pude terminar líder del Mundial en mi provincia. Fue único".