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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Pujas simbólicas y luchas por el acceso al espacio público

La Plaza fue por más de tres siglos un paseo excluyente.  
Domingo, 31 de diciembre de 2023 01:16

Las transcripciones y citas del libro publicado por Juan Carlos Wizny retratan los enfrentamientos simbólicos de las élites locales subyacentes en los emplazamientos monumentales, los posicionamientos ideológicos que motorizaron los cambios de denominación de calles céntricas, las tensiones propias del dualismo social, los crónicos problemas de salubridad de la ciudad y las duras pujas que hubo por el acceso al espacio público de la Plaza 9 de Julio. A la par, la obra aporta luz sobre muchas de las contrataciones que se hicieron en el entorno de la plaza principal en los últimos dos siglos, los juegos de destreza que allí se desarrollaron en épocas de antaño, los entretenimientos que se podían organizar en las propiedades del perímetro y presupuestos que se asignaron incluso para instalar una escuela pública en el Cabildo (1859).

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Las transcripciones y citas del libro publicado por Juan Carlos Wizny retratan los enfrentamientos simbólicos de las élites locales subyacentes en los emplazamientos monumentales, los posicionamientos ideológicos que motorizaron los cambios de denominación de calles céntricas, las tensiones propias del dualismo social, los crónicos problemas de salubridad de la ciudad y las duras pujas que hubo por el acceso al espacio público de la Plaza 9 de Julio. A la par, la obra aporta luz sobre muchas de las contrataciones que se hicieron en el entorno de la plaza principal en los últimos dos siglos, los juegos de destreza que allí se desarrollaron en épocas de antaño, los entretenimientos que se podían organizar en las propiedades del perímetro y presupuestos que se asignaron incluso para instalar una escuela pública en el Cabildo (1859).

El viaje discurre por los tiempos de aguas servidas, residuos desechados por doquier y estragos sanitarios; remates de multas realizados en la propia plaza principal (1860); la iniciativa de jóvenes para dotar al paseo de una fuente (1864), la incorporación del primer jardinero (1866), la compra de agua para el riego (1867), la adquisición de los primeros naranjos ese mismo año en Campo Santo y la instalación de un kiosco (1880) convertido muchos años después en Retreta y renombrado últimamente como Glorieta. En sus cerca de 500 páginas el libro recupera para la memoria colectiva diversos acontecimientos que van desde una Policía en roles municipales, remates, multas y fianzas inefables hasta una ceremonia religiosa que se ofició para celebrar el final de un mal gobierno.

Entre las ausencias marcadas en el libro de Wizny resalta una calesita que funcionó por algún tiempo para el contento de muchos niños y cuyo esqueleto terminó siendo retirado de la Plaza 9 de Julio en octubre de 1883, año en el que llegó al principal paseo céntrico el alumbrado público con rudimentarios faroles alimentados a kerosene que, a duras penas, atenuaban las penumbras. El trabajo también destaca, a finales del siglo XIX, el embaldosado de la vereda perimetral de la Plaza con lajas cuadradas, junto a los primeros trabajos del tendido del tranway, en una ciudad que por entonces apenas contaba con 120 cuadras empedradas.

La obra también trae a la memoria los aires del siglo XX, iniciado con las primeras bicicletas, automóviles y colectivos, la luz eléctrica, el agua corriente y las cloacas, a través de crónicas en las que el reloj del Cabildo, el teatro de la Libertad, y la inauguración de la Galería Continental se entremezclan con una banda de música, el réquiem del arbolado histórico del paseo, personajes extravagantes, un insólito surtidor de combustibles y el singular romance de un yuchán y una palmera que Wisny dio a conocer a través de este diario en octubre de 1998. La simbiótica presencia del "yuchán-palmera", lejos de ser aprovechada como curiosidad urbana en el circuito turístico del casco céntrico, fue barrida con una grúa.

Las preguntas y reflexiones del autor interpelan de manera constante sobre la centralidad social y urbana de un espacio de génesis de la ciudad, un punto convocante y núcleo vital del ejido, que atesora páginas memorables de la historia de ciudad, su gente y las luchas por el capital cultural y estatuario.

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