Vecinos del barrio San Isidro, en el municipio de Campo Santo, exigen la ampliación de una cañería subterránea que conduce el agua proveniente de una acequia por debajo de la avenida Sargento Cabral, para conducirla hacia el sector de los cañaverales, pertenecientes al ingenio San Isidro, donde la acequia continúa su recorrido regando las plantaciones de caña de azúcar durante todo el año.
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Vecinos del barrio San Isidro, en el municipio de Campo Santo, exigen la ampliación de una cañería subterránea que conduce el agua proveniente de una acequia por debajo de la avenida Sargento Cabral, para conducirla hacia el sector de los cañaverales, pertenecientes al ingenio San Isidro, donde la acequia continúa su recorrido regando las plantaciones de caña de azúcar durante todo el año.
Son varias las acequias de riego que cruzan por distintos sectores del municipio camposanteño, debido al crecimiento demográfico del pueblo, algunas de ellas se han transformado en un problema, que se genera cuando debido a las lluvias el agua desborda su capacidad, derramándose hacia los laterales y anegando las zonas aledañas, generando problemas de transitabilidad e inundaciones en las viviendas más cercanas.
Dos de esas acequias que cruzan la zona poblada se unen a la altura del barrio San Isidro, para continuar su recorrido en una sola acequia unificada. Al llegar a la avenida Sargento Cabral el agua es conducida por un caño subterráneo que resulta estrecho para la cantidad de agua, que cruza la avenida y resurge en una acequia del otro lado de la calle, ingresando a los cañaverales para formar parte del sistema de riego.
Cuando las lluvias son torrenciales, las acequias se transforman en pequeños canales pluviales, que, debido a su poca profundidad, desbordan el intenso caudal de agua que transportan, generando anegamientos en los sectores cercanos.
En la acequia que atraviesa el barrio San Isidro la situación de anegamiento de la zona es un gran problema, por tratarse de un afluente de otras dos que se unen antes de ingresar al barrio el caudal es muy abundante al llegar a la avenida Sargento Cabral, donde al ingresar a la cañería que atraviesa la calle en forma subterránea se presenta el problema que al ser un caño con un diámetro muy pequeño se genera un cuello de botella, que ocasiona desbordes en la acequia, derramando sus aguas sobre una calle muy ancha con platabanda en el medio pero con base de ripio, generando muchos inconvenientes.
Por el desnivel del terreno el agua se desplaza a gran velocidad y se forma un pequeño río, que dificulta el tránsito vehicular y peatonal, "cuando llueve en gran cantidad esta acequia desborda, el agua sale de la acequia e inunda la calle y también ingresa en las viviendas, se genera un río que baja por la avenida haciendo imposible el tránsito por calles y veredas, cuando deja de llover el caudal disminuye pero no el problema, debido a todo el barro queda y no se puede ni caminar", manifestó René Córdoba, un vecino del lugar.
Lo que se puede apreciar es que el agua durante todo el recorrido por las acequias arrastra basura que tiran los propios vecinos, esta basura queda estancada en uno de los extremos del angosto caño, generando un taponamiento que impide la circulación del agua, lo que agrava los desbordes.
"Esta situación viene de muchos años, ya realizamos varios reclamos pero no sabemos si le corresponde al consorcio de riego, al ingenio San Isidro o a la Municipalidad", manifestó Córdoba. Para los vecinos, la única solución es cambiar el caño por uno mucho más ancho que permita la circulación del agua, y en lo posible evitar tirar basura que luego arrastra el agua. Para poder hacer el recambio se debe sacar el caño existente de unos 25 metros de largo para reemplazarlo por uno de mayor diámetro, también es necesario ensanchar las acequias, para que cuenten con una mayor capacidad para contener el agua, informaron los vecinos del barrio San Isidro.
Desde el consorcio que regula el uso de agua de riego, por cada denuncia de vecinos siempre manifestaron que las acequias son de riego, con poca capacidad de caudal, no se trata de canales pluviales, no fueron construidas para contener las torrenciales aguas generadas por las lluvias. Para una solución definitiva al problema es necesario un sistema de canales pluviales en todo el pueblo.