En la mañana del pasado jueves 17 la comisión del Centro de Jubilados Fuerte de Cobos tuvo que hacer entrega de las instalaciones que ocupaba desde hace seis meses, debido a que la familia propietaria del inmueble solicitó su restitución por problemas legales que deben ser resueltos a nivel judicial.
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En la mañana del pasado jueves 17 la comisión del Centro de Jubilados Fuerte de Cobos tuvo que hacer entrega de las instalaciones que ocupaba desde hace seis meses, debido a que la familia propietaria del inmueble solicitó su restitución por problemas legales que deben ser resueltos a nivel judicial.
El Centro de Jubilados, que no cuenta con una casa propia desde que fue constituido, tuvo que buscar un lugar a donde instalarse. El último de esos traslados se llevó a cabo seis meses atrás. La inauguración de esta nueva sede contó con la presencia de autoridades del PAMI a nivel provincial. Lamentablemente poco tiempo después la situación de tener que deambular en la búsqueda de una nueva sede vuelve a repetirse.
"Tuvimos un mes para buscar otro lugar pero no conseguimos nada. Intentamos extender los plazos lo más que pudimos, pero ya llegamos al límite" manifestó Aniceto Fuentes, tesorero de la institución. Cobos es una localidad perteneciente a Campo Santo, tan pequeña como antigua. Muchas de sus viviendas son de la época de la colonia. Un total de mil habitantes conforman toda su población; las casas no abundan, por lo que es muy difícil conseguir una para alquilar.
"Nosotros les brindamos a nuestros socios muchos beneficios. Les facilitamos los trámites que deben realizar en Salta, les conseguimos los medicamentos, realizamos gestiones que suelen ser muy engorrosas, les brindamos un espacio de contención y de recreación, con clases de bailes y cursos de manualidades, además conseguimos médicos para una atención en el Centro de Jubilados", manifestó Abela Sarsur, su presidenta.
Muebles afuera
Fue bastante penoso ver cómo empleados municipales, colaborando con el desalojo, sacaban del interior de lo que hasta el jueves era el centro de jubilados todos los muebles, artefactos eléctricos y electrónicos, para trasladarlos a una casa de la familia Rodríguez. Allí permanecerán a resguardo hasta que puedan conseguir un lugar adecuado para transformarse en la nueva sede del Centro de Jubilados. "Nosotros contamos con un terreno vacío, sobre el cual siempre soñamos en construir nuestra propia sede, pero los elevados costos fueron el principal impedimento", explicó Fuentes.
A partir de esta situación, como una solución a largo plazo, comenzarán a gestionar una ayuda económica al Gobierno nacional, provincial y municipal.
El sueño de la casa propia
"Espero que esta penosa situación de desalojo, sin que tengamos una opción de traslado, no sea en vano y nos sirva para darnos ánimos y comenzar a creer que se puede lograr una casa propia", manifestó Abela, intentando darse ánimos para superar esta adversidad.
Socios
El Centro de Jubilados Fuerte de Cobos, cuenta actualmente con 100 socios, quienes por el momento suspendieron algunas de sus actividades, pero seguirán recibiendo los beneficios como pago de bolsones, medicamentos y gestiones administrativas, a pesar de no contar con un inmueble.
La comisión seguirá trabajando en forma restringida, hasta conseguir un nuevo lugar dónde instalarse.
Un rol importante de asistencia
El Centro de Jubilados "Fuerte de Cobos" brinda servicios de todo tipo a sus asociados y cumple un rol social de preponderancia en Campo Santo, ya que su función motora es darle contención a los jubilados que por distintos motivos no cuentan con asistencia y ayuda en el día a día.
"Nosotros les brindamos a nuestros socios muchos beneficios. Facilitamos los trámites que deben realizar en Salta, les conseguimos los medicamentos, realizamos gestiones que suelen ser muy engorrosas, les brindamos un espacio de contención y de recreación, con clases de bailes y cursos de manualidades, además conseguimos médicos para una atención en el centro de jubilados", manifestó Abela Sarsur, presidenta de la entidad que hoy se ha quedado sin un lugar físico donde seguir funcionando .