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"Es importante decirle al público que esta es su orquesta, que la música es para todos"

Este jueves, a las 21, la Orquesta Sinfónica de Salta hace su primer concierto del año bajo la dirección de su flamante titular. El músico venezolano, ganador del concurso internacional realizado el año pasado, habló con este medio.
Miércoles, 15 de marzo de 2023 21:11

El nuevo director de la Orquesta Sinfónica de Salta sorprende por su vitalidad. Gonzalo Hidalgo recibió a El Tribuno en el Teatro Provincial Juan Carlos Saravia y, en una agradable charla, generosamente fue recorriendo parte de su carrera y dando definiciones sobre su pasión, la música. "Llegué el 8 pasado, desde ese día estoy aquí. El concurso fue en noviembre, el concierto el 17, y después retorné a Venezuela, a mi casa. Estuve allá para las Navidades", cuenta el director de orquesta y fagotista. Vive en Caracas, junto a Thaily Martínez, su esposa, y Luciano, un pequeño de 6 años. Por ahora va a estar viajando bastante. "Cuando tenga mis compromisos aquí voy a estar el tiempo necesario, pero aparte de la Orquesta también tengo algunos compromisos internacionales como director", cuenta el músico.

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El nuevo director de la Orquesta Sinfónica de Salta sorprende por su vitalidad. Gonzalo Hidalgo recibió a El Tribuno en el Teatro Provincial Juan Carlos Saravia y, en una agradable charla, generosamente fue recorriendo parte de su carrera y dando definiciones sobre su pasión, la música. "Llegué el 8 pasado, desde ese día estoy aquí. El concurso fue en noviembre, el concierto el 17, y después retorné a Venezuela, a mi casa. Estuve allá para las Navidades", cuenta el director de orquesta y fagotista. Vive en Caracas, junto a Thaily Martínez, su esposa, y Luciano, un pequeño de 6 años. Por ahora va a estar viajando bastante. "Cuando tenga mis compromisos aquí voy a estar el tiempo necesario, pero aparte de la Orquesta también tengo algunos compromisos internacionales como director", cuenta el músico.

¿Habías venido antes a Salta?

No. La primera vez que vine fue en noviembre para el concurso. Indudablemente tenía muchas referencias de Salta, porque el nombre de esta Orquesta en Venezuela ha tenido mucho impacto. Recuerda que el primer director de la Sinfónica fue el maestro Felipe Iscaray, un director muy conocido y muy querido en Venezuela. Entonces siempre tuve referencias de Salta, y los venezolanos tenemos muy buena referencia de Argentina y de Salta. No había tenido oportunidad de venir. Mi primera vez fue en noviembre, pero siempre había escuchado mucho de la ciudad y de la Orquesta.

¿Qué te llevó a presentarte en el concurso?

Una de las metas más grandes que tiene un director que está estudiando -yo siempre he dicho que soy un estudiante de dirección, nunca digo que soy un director de orquesta, sino que soy constante estudiante de dirección- es tener una orquesta propia, porque el instrumento del director es la orquesta. Es una de las carreras más difíciles y solitarias... Mientras el violinista tiene su violín a disposición, el pianista su piano, el director no. El director siempre anda con la orquesta imaginaria, escuchando, leyendo mucho, leyendo la música e imaginándosela cómo sonaría. O escuchando alguna grabación... Entonces, claro, el hecho de tener una orquesta propia fue interesante para mí. Y en segundo lugar, la trayectoria de la Orquesta Sinfónica de Salta. Había escuchado muy buenos comentarios, también -coincidencias de la vida- mi profesor de fagot de toda la vida en Venezuela -Francisco Aray- está aquí, tocando en la Orquesta. Él me hizo llegar la comunicación, la convocatoria, y me pareció muy interesante. Primero, porque era un concurso internacional y era una manera de medirme internacionalmente. Y segundo, era una grandísima oportunidad de hacer música, que uno como director es lo que siempre busca.

La música rebasa fronteras y suma a la posibilidad de viajar, ¿habías venido a la Argentina?

Sí, claro. Muchas veces... pero a Buenos Aires. Toqué en el Teatro Colón muchas veces, con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, con el maestro Gustavo Dudamel. Yo soy fagotista, fui el primer fagot de la Simón Bolívar por casi 22 años...

¿Qué edad tenés, Gonzalo?

Tengo 39 años. Desde muy pequeño empecé en lo que es este maravilloso proyecto del maestro José Antonio Abreu, el Sistema de Orquestas en Venezuela. Bueno, me inicié a los 9 años en un núcleo en mi ciudad, en la provincia de Barinas, eso queda como a 6 horas de Caracas, la capital, en un núcleo -como le llaman a las orquestas que están en todas las ciudades de Venezuela-. En esa época el Sistema todavía estaba joven. Estoy hablando de 1991, 92 y desde allí me enamoré de la música.

¿En tu casa se escuchaba música?

Yo vengo de una familia muy musical, pero no clásica. En mi familia, por parte de mi mamá, todos son músicos populares. Yo digo que soy el peor músico de la familia (risas), porque tengo unos primos que son oído absoluto, tocan cualquier tipo de música. Y yo me crié en eso, y gracias a que siempre tuve la curiosidad de tocar instrumentos y de siempre estar involucrado con la música, mi papá me lleva a este núcleo en Barinas cuando tenía 9 años, y así comienza mi trayectoria en el Sistema. Y, sin querer, a los años estuve en la (Orquesta) Nacional Infantil de Venezuela, después en la Juvenil hasta que llegué a la Simón Bolívar, con Gustavo Dudamel.

Esa experiencia de iniciarte en la música desde el barrio es maravillosa, aquí se replica ese sistema...

Una de las cosas que le agradezco a la música es eso, fue mi mejor infancia, fueron los momentos de cultivación, por así decir, de la personalidad. Me ayudó muchísimo en la disciplina, en el estudio, en la perseverancia, en tener metas a pesar de la corta edad. A no tener límites, siempre seguir explorando y querer más. Y uno de los valores también importantísimos que me dio la música es siempre buscar la excelencia. Soy un buscador eterno de la excelencia porque eso lo viví con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, como músico y como director. Y eso también, cuando crecí un poco, me ayudó a ser médico...

¿Cómo conciliaste la música y la medicina? ¿Hay un nexo?

Sí, claro. Muchas personas piensan que no tienen nada que ver, pero tienen muchísimo que ver. Las dos son un arte, y tratan al ser humano. Una trata el alma y la otra, la parte física. Qué sería de la vida sin música, lo vimos durante la pandemia. Mucha gente se refugió en la música.. y un escape fue escuchar música, ya sea online en las plataformas que tenemos actualmente. Y, por supuesto, la medicina tiene ese acercamiento a la persona, esa humanidad que tú necesitas para entender la enfermedad de otro. Ahí, justamente, es cuando la música y la medicina se acercan muchísimo...

Tocás un tema importante, cómo la música en lo social, lo comunitario, suma y forma. La Sinfónica da conciertos en los pueblos y barrios de Salta y posibilita un acercamiento enriquecedor...

Sí. Eso es muy importante, yo vengo de eso. Porque gracias a la idea del maestro Abreu de acercarnos la música estoy yo hoy hablando contigo. Porque yo era, como tú dices, un muchacho del barrio que tuvo la oportunidad de embarcarse en un viaje maravilloso que le permitió recorrer las mejores salas del mundo y estar aquí hoy, y ser el director de esta increíble orquesta. Yo creo que es muy, muy importante -y está dentro de nuestra agenda- el abrir, el decirle al público que esta es su orquesta, que la música es para todos, no es para un grupo pequeño, sino que es para todos... Y que la Orquesta no tiene solo la capacidad de hacer música clásica, sino que tiene la capacidad de hacer todo tipo de música, y en este nuevo sonido, en esta nueva cara que la orquesta esta va a tener, está incluida esa nueva amplitud en el repertorio de la música que vamos a hacer.

De esto da cuenta el repertorio que eligieron para este jueves...

Sí, mira, hay bastante diversidad y eso es lo que buscamos. Queremos que el público vea que hay un nuevo sonido, hay un nuevo aire y que vea la flexibilidad y la amplitud que puede tener la Orquesta Sinfónica para hacer cualquier tipo de música y para abrigar y recibir cualquier tipo de público, el más diverso. Eso es lo que queremos. Hacemos Gershwin, Tchaikovsky y Dvorak... Fíjate, precisamente de Dvorak es "Del nuevo mundo", y es un nuevo mundo el que está empezando, estamos escribiendo una nueva historia. Y son melodías conocidas que el público va a escuchar de una manera distinta, de una manera nueva, con un aire nuevo, con una orquesta renovada, son los mismos músicos pero con una nueva interpretación. Gershwin es mucho más de nosotros, mucho más hacia la América, indudablemente. En Argentina, sé que el jazz gusta y mucho. Entonces es algo más cercano a nosotros, y estamos entre ese nuevo mundo que estamos creando y la nueva flexibilidad y la amplitud en el abanico de música que el público va a escuchar.

Y Tchaikovsky...

Y Tchaikosky, por supuesto, forma parte importante de lo que va a ser mi trabajo en la Orquesta, porque Tchaikovsky te da y te muestra el potencial que puede tener una orquesta, desde lo más chiquito hasta lo más grande, desde el punto de vista de colores, de matices... Entonces, toda esta mezcla de nuevos sonidos, de fuerza y de nuevas propuestas es lo que tenemos para este primer concierto.

¿Te vas a radicar en Salta?

Indudablemente. Tengo que estar aquí bastante tiempo, pero como vine en esta primera etapa en la que estamos todavía en la parte burocrática del nombramiento y todo esto y teníamos los compromisos de empezar la temporada, estoy en un lugar momentáneo por ahora.

Qué le dirías al público sobre este concierto de la Sinfónica...

Quisiera aprovechar la oportunidad para invitarlos a todos. Necesitamos... nos debemos al público, la Orquesta se debe al público... Y, para nosotros, que la sala esté llena es la mejor recompensa de tanto trabajo, porque la Orquesta está trabajando arduamente, tenemos dos semanas trabajando el repertorio, y quise hacerlo así para ofrecer un gran espectáculo, con detalles, con bonito sonido, con color, y con esta nueva propuesta. Entonces, no me queda más que invitarlos a todos a que nos acompañen de aquí en adelante, en esta nueva etapa, en los conciertos... Y el primero va a ser este jueves, a las 21, en el Teatro Provincial. Están todos cordialmente invitados, esta es su orquesta y tienen que sentirse orgullosos, apoyarnos y estar aquí, con nosotros.

Una vida con la música

Director de orquesta, fagotista y médico cirujano, Gonzalo Hidalgo comenzó estudios musicales a los 9 años en el Sistema de Orquestas Venezolanas, en Barinas. Estudió fagot con Antonio Aray, Henning Trog, Stefan Schweigert (Sinfónica de Salta y Filarmónica de Berlín) y Matthias Racz, (Orquesta Tonhalle Zurich). Como fagotista principal de la Simón Bolívar de Venezuela, ha actuado bajo la batuta de Gustavo Dudamel, Simon Rattle, Daniel Barenboim y Claudio Abbado.

Hidalgo ha dirigido algunas de las orquestas juveniles y profesionales más importantes de Venezuela, Colombia y Perú. Posee una maestría en Música de la Universidad EAFIT de Medellín, Colombia. Fue finalista para Director Titular de la Longwood Symphony Orchestra, Boston. Es director itinerante de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, miembro del Comité Rector de la Escuela Nacional de Fagot de El Sistema, director asistente de la Orquesta del Conservatorio de la Shenandoah University, Virginia, EEUU, allí cursa el doctorado en artes musicales. En noviembre de 2022 ganó el concurso de director titular de la Orquesta Sinfónica de Salta.

 

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