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6 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Martín Gorostiague: "El día que no me divierta, que no tenga ganas de investigar, cuelgo los botines, dejó de hacer radio"

"La cocina del jazz", programa emblemático de la radiofonía salteña que se transmite por FM La Plaza, ha sido nominado a los premios Martín Fierro Federal. Dialogamos con su creador sobre música, el detrás de escena y la difusión de culturas y pasiones.
Jueves, 02 de marzo de 2023 11:10

"El viernes me enteré por la radio que estaban las nominaciones, me pongo a mirar y apareció el programa", dice Martín Gorostiague en comunicación con El Tribuno. La entrega de los premios Martín Fierro Federal a la radiofonía será el sábado, en la Usina del Arte, Puerto Madero, CABA. "Estamos nominados 'Joven y gastado', un programa de rock de Misiones, "Simplemente jazz", de San Antonio de Giles, y nosotros con la 'Cocina del jazz'. Estamos felices, después de 20 años, nos vuelven a nominar", cuenta el conductor y productor del programa que se emite por FM La Plaza y nació en la radio de la UNSa; un hombre que en los últimos 30 años ha aportado a la difusión de la música afroamericana en la provincia, desde su labor en radio y como uno de los gestores del festival Jazz Salta. 

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"El viernes me enteré por la radio que estaban las nominaciones, me pongo a mirar y apareció el programa", dice Martín Gorostiague en comunicación con El Tribuno. La entrega de los premios Martín Fierro Federal a la radiofonía será el sábado, en la Usina del Arte, Puerto Madero, CABA. "Estamos nominados 'Joven y gastado', un programa de rock de Misiones, "Simplemente jazz", de San Antonio de Giles, y nosotros con la 'Cocina del jazz'. Estamos felices, después de 20 años, nos vuelven a nominar", cuenta el conductor y productor del programa que se emite por FM La Plaza y nació en la radio de la UNSa; un hombre que en los últimos 30 años ha aportado a la difusión de la música afroamericana en la provincia, desde su labor en radio y como uno de los gestores del festival Jazz Salta. 

¿Cuándo comenzó "La Cocina del jazz"?

"La Cocina de jazz" comienza en el 99, pegadito y cuando ya habíamos terminado "Birdland Jazz", programa que hacían Fabián y Kike Giglia, padre e hijo, y yo continué con "La Cocina" con Kike, que ya no está, lamentablemente, por Radio Universidad y ahí estuve hasta el 2011. Y a partir del 2012, Tony López y Fidel Puggioni me preguntan si estaba interesado en seguir en FM La Plaza y yo andaba con ganas de cambios, así que ya cumplimos el año pasado 10 años en La Plaza, ahora estamos ahí, en la Gorriti y Alvarado.

¿Qué día sale el programa?

Sale siempre los miércoles, de 22 a 24, por la 94.9 y también por www.fmlaplaza.com.

En Salta, a fines de los 80, había en radio -AM entonces- un programa de jazz y no mucho más. Cuando comenzaste, ¿cómo encontraste el panorama?

"Birdland Jazz" comenzó en el 89, yo llego a Salta en el 92, y era un programa muy avanzado sobre el jazz moderno que, con el tiempo, hoy en día es tradicional. Se difundía John Coltrane, Pharoah Sanders, Cecil Taylor… y el otro programa que había estaba en radio nacional, con Hugo Ramos, "Tiempo de jazz", que era más tradicional, con jazz hasta casi el bebop, hasta la década del 40. "Birdland" se enfocaba más adelante. Y con "La cocina", y aparte con mucha bibliografía que apareció a nivel nacional, empezamos a avanzar sobre las músicas cada vez más modernas, y con todas las fusiones que se dan hasta la actualidad. Y en el panorama de Salta, de los músicos, había desde lo tradicional con La Pequeña Jazz Band, después tenías La Región que la encabezaba Oscar "el Aguja" Salinas, estaba el Grupo Niebla que sigue hasta la actualidad, el Flaco Oscar Echazú, y no había muchos más grupos. El Chinato Torres cambiaba de una banda a otra... Y con el tiempo ha evolucionado mucho el panorama, muchos músicos se han acercado al jazz, y hacen ese jazz interesante con la música folclórica del norte, con huaynos, con vidalas, con coplas. Por ejemplo, en el disco "Siento Norte", que sacó Martín Misa con músicos de Salta y del país, está Mariana Carrizo improvisando sobre free-jazz, y eso no se había hecho. Bueno, hay varias aristas interesantes que se fueron dando con el tiempo, con esta evolución musical que se dio en el mundo, en Argentina y, sobre todo, en las provincias que no sean CABA. Porque siempre esa mirada hacia capital fue horrorosa. Entonces, al sacar música propia desde Córdoba, Tucumán, Jujuy, Santiago del Estero, se está dando un movimiento importante. Por ejemplo, este año se cumplen 10 años del Salta Jazz, que se comenzó en el 2013. Pero, anteriormente, sí hubo Jazz al Norte, que era invitar a algún grupo de Buenos Aires a tocar con los grupos de acá. Y las bandas van cambiando, de pronto eran cuartetos, tríos… el saxofonista se va de banda y lo interesante de la música salteña y la música que tiene que ver con este jazz -en el que estamos abocados mucho- es que no solo es un hecho artístico, el placer de escuchar música, sino que es fundamental el hecho social de la música, la cocina...

De allí la elección del nombre del programa...

La cocina, el hecho social, para mí es fundamental. Analizar el aspecto socioeconómico, cultural de por qué sucede ese hecho artístico. Quiero saber cómo es la cocina donde se preparan los platos, donde se da el cocinar, donde hay alegría, donde no te alcanza el sueldo, donde tenés varices por estar todo el día parado... y cuando a vos te presentan en la mesa un plato perfecto, decorado que es el disco o el CD o el tema musical, no sabés lo que hay detrás; es un hecho artístico nada más. Y hay que ver la componente social, económica y cultural de un país como el nuestro, y en nuestro caso, lo que pasa en Salta.

Contás historias que están por detrás, la cocina. Se pensaba -se piensa- que el jazz era elitista, y tu programa muestra de dónde surge esta expresión artística, con realidades muy parecidas a las nuestras. Esta música es especial también en ese sentido, es juzgada como elitista y, sin embargo, viene de muy abajo...

Mirá, la parte elitista es como bien lo dice Berenice Corti, una escritora argentina, en su libro "La música negra del país blanco", y aclara mucho eso. Porque en Argentina se intentó hacer desaparecer la negritud, había que blanquear toda la historia. El negro tenía que estar escondido junto con su candombe, con su tango, con sus músicos de jazz, y en Estados Unidos sucede más o menos lo mismo. Cuando el negro crea esa música y que, en realidad, nunca puede salir de abajo, salvo honradas excepciones, el blanco la toma para orquestarla y para hacer un negocio. Es un gran inventor de esta música el blanco, utiliza esta música negra y ahí se hace elitista, porque no todo el mundo tiene dinero para ir a ver una big band, un espectáculo musical. Fuera de que tenemos que tener en claro que en cualquier espectáculo musical, tiene que ser pago el artista. Creo que siempre fue un error eso de verlo como elitista. Era elitista ver alguna banda, lo que te salía una entrada y era un negocio, que sigue -de alguna manera y en muchos aspectos- aquí, en Argentina. Hay algunos pubs donde tocan algunos grupos y la entrada se hace prohibitiva para el común de la gente. Ver un espectáculo en Buenos Aires o en Rosario, no todo el mundo puede. Pero no digo que sea elitista. Tampoco ese dinero va para el músico que toca. Hay que tener cuidado, a veces los dueños han sido grandes fenicios de los eventos culturales. Y volviendo a tu pregunta, creo que ya no es elitista y hay que diferenciar el jazz con estas músicas que están sucediendo hace muchos años con estas mezclas. A veces tenemos el problema de no mirarnos el ombligo y nos pasamos la vida analizando, por ejemplo, "el blues negro, las raíces"… todo maravilloso, pero aquí al lado tenemos bagualas, tenemos las vidalas que son el blues del norte, y cuando las empezás a escuchar y a entender, las letras son las problemáticas nuestras, que se viven día a día. Problemas y amores; es decir, la vida en sí. No hay que irse a Luisiana o Misuri para ver eso, esos folclores están en todo el mundo, desde los Cárpatos, el Caribe, hasta la Argentina. Y me parece que al entender los hechos sociales, por qué sucede una baguala, una vidala, el poder un músico de jazz acercarse a otros ritmos, a un huayno, a todo lo que tiene acá y mezclarlo con la sonoridad de un saxo y una trompeta... se da un color nuevo, y es una evolución muy sabrosa, y te menciono de nuevo la cocina (risas).

"En el país, el negro tenía que estar escondido junto con su candombe, con su tango, con sus músicos de jazz, y en Estados Unidos sucede lo mismo". 

Pasaron muchos músicos por el programa, Leo Genovese, por ejemplo.

Los músicos de Salta pasaron todos, de una o de otra manera, en diferentes grupos, en diferentes notas, desde Pekiné Lamas, Julio Lamas, Mirco Petrocelli... ha venido Daniel Tinte, Martín Misa, muchísimos músicos salteños... Y de afuera, cuando han sido los festivales o ha pasado algún músico por aquí... Leo Genovese, Justin Purtill, Pablo Basez y, lo que sí, por un tema de distancia, en el programa hago muchas notas telefónicas, casi todas las semanas. Si no son locales, es algún músico de Buenos Aires o sobre algún nuevo disco, y lo interesante en los últimos años, entiendo que se está perdiendo un poco el CD, no se consigue, es que la mayoría está haciendo discos virtuales, entonces los compras por internet, te los pasan y hacemos una nota. Desde contrabajistas de Córdoba, notas con Cristian Andrada, Eduardo Elía, de golpe Sebastián de Urquiza, un contrabajista que estaba viviendo en Suiza y por el horario pudimos grabar una nota.

El programa va cambiando...

Difundo música, cuento historias, y hará unos tres años estoy pisando fuerte y me gustan mucho las entrevistas cortas, de 20 minutos, para que cuenten más o menos cómo nace el disco, cuáles son las ideas, los proyectos a futuro… Estoy en eso. Y tengo la suerte de tener un espacio, que los amigos salteños me hayan abierto la puerta y me siento más salteño que muchos y tengo la posibilidad de difundir música, con la libertad absoluta que me da Fidel en la radio. Eternamente agradecido a los músicos y en algunos momentos a las instituciones que, peleándola muchas veces, hay que estar tocándoles el hombro para recordarles que hay un movimiento de jazz acá, y que tendría que nacerles a muchos funcionarios: "Che, se hace tal festival, tenés tanta plata". Y no estar siempre mendigando...

"No hay que irse a Luisiana, Misuri, esos folclores están en todo el mundo. Entender por qué sucede una baguala, darle la sonoridad de un saxo, es una evolución muy sabrosa".

¿Qué significa estar nominado a un Martín fierro?

Una eterna felicidad, creo que muestra el trabajo que uno hace en radio, y hay una dualidad: estamos ternados, pero uno se terna, porque Aptra escucha los programas de radio de Buenos Aires y alrededores; en cambio, todo el interior tiene que autopostularse, tenemos que presentar un modelo, hacer un envío... Está bueno eso, al fin y al cabo, pero no es que Aptra te llama, te escucha alguien y te dice: "Bueno, 'La cocina' tal cosa". Es lo único que yo veo, un tanto dubitativo entre el doctor Jekill y míster Hyde, el yin y el yang eterno... (risas). Y siento una felicidad bárbara, que el laburo que venimos haciendo hace tiempo con toda la gente de la radio -Pablo Choke Torramorel estuvo un par de años operando, y primero estuvo Tony López, y ahora está Pablito Tejada, que es un fenómeno-. Y siempre digo al aire que el 50% del programa sale bien porque está el operador atento a todo lo que estoy haciendo, y no es fácil. La verdad es que tenemos un equipazo. Es un placer hacer el programa, me da muchísima felicidad y, sobre todo, me divierto mucho cuando hago "La cocina" en la radio; me divierto como el primer día. El día que no me divierta, el día que no tenga ganas de leer, de ponerme a investigar, ese día cuelgo los botines y dejó de hacer radio...

 

El dato

"La Cocina del jazz" fue nominado por segunda vez a los Martín Fierro Federal; se transmite por FM La Plaza, 94.9 y por http://www.fmlaplaza.com los miércoles, de 22 a 24, desde hace 10 años. Nació en UNSa FM, en la 93.9.

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