La inestabilidad política y económica que atraviesa el país afecta de lleno a Salta. Una inflación descontrolada, faltante de stock, caída en el consumo y nulo acceso al crédito son algunos de los desafíos que tienen que enfrentar los empresarios salteños para mantener sus negocios a flote.
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La inestabilidad política y económica que atraviesa el país afecta de lleno a Salta. Una inflación descontrolada, faltante de stock, caída en el consumo y nulo acceso al crédito son algunos de los desafíos que tienen que enfrentar los empresarios salteños para mantener sus negocios a flote.
Sin embargo, su capacidad de sobrevivencia los ha llevado a desarrollar una notable resiliencia para superar estas crisis traumáticas. Para ello implementan estrategias y soluciones creativas, que -dicen- les permiten superar estos obstáculos y seguir adelante.
"El sector de las farmacias es bastante particular porque trabajamos con las obras sociales y se estiran mucho los pagos. Algunas pagan entre 60 y 120 días, inclusive, con lo cual el tema inflacionario es algo que nos afecta muchísimo. Esta situación que nos toca vivir hoy, financieramente nos apremia bastante. Por otro lado, nuestros proveedores acortan sus días de crédito, con lo cual eso nos repercute en nuestra parte financiera", expresó Marcelo Sol, CEO de Farmacia Sudamericana, que es una empresa mediana que cuenta con 36 empleados.
El administrador de Farmacia Sudamericana destaca la importancia de llevar una estrategia para enfrentar la inestabilidad económica del país y Salta, donde primero hay que "mirar hacia adentro". Tratar de ver en qué no están siendo eficientes, para optimizar procesos, tener stock de mercadería, pero, sobre todo, ver a dónde se están destinando los recursos para mejorar su proceso.
Uno de los principales problemas que enfrentan los empresarios es el acceso a financiamiento. La alta inflación lleva a que las entidades bancarias pongan condiciones que resultan restrictivas para empresas, por lo que dificultan el acceso a créditos.
"Tratamos de ver qué opciones de créditos blandos hay, pero la realidad es que hoy no hay muchas líneas abiertas. Si son créditos de tasa fija, sí nos interesa, pero si esta tasa es variable, la verdad que no porque ya estamos notando en el consumo una baja e ir con una tasa variable cuando no sabés cómo van a ir tus ventas puede ser un poco arriesgado. Ya estamos notando una contracción en el consumo, sobre todo de los bienes más elásticos, entonces tratamos de ser un poco más conservadores en ese sentido", aseguró.
A pesar de la disminución en la demanda de consumo que viene atravesando el país que sigue profundizándose en estos meses, otra de las estrategias que ha desarrollado es reducir costos y optimizar sus operaciones en su negocio para sobrellevar la crisis.
"Otro punto es tratar de variabilizar costos. Todo aquello que lo tenemos como costo fijo y encontramos la forma de variabilizarlo lo hacemos, siempre tratando de mantener la calidad del servicio o lo que estamos tercerizando. Nos tocó en la parte de personal tener empleados que se jubilaron y en vez de incorporar otro empleado contratamos una empresa de limpieza, para no cargarte de costos que en estos momentos es una mochila", destacó el CEO.
Vivir del cuero
El contador Julio Moreno administra Jamo, una empresa familiar dedicada a la producción de productos exclusivos y de alta calidad en cuero y tiene 20 empleados. En diálogo con El Tribuno expresó que han implementado medidas para reducir gastos innecesarios, buscado proveedores para abastecer de mercadería para que no falten productos para vender.
"Hacemos malabares, como en el circo, porque hemos tenido un fin de año complicado y este año hay problemas con la falta de insumos, ya que todos los insumos químicos que utilizamos para el tratamiento del cuero vienen de afuera. Es una empresa familiar que trabajamos en el mercado interno, entonces se hace un poco más difícil en el sentido de que se sintió este freno que hubo en la economía, sumado a que tenemos una inflación que no para", aseguró Moreno.
El administrador de Jamo expresó que este año trataron de no "hacer locuras" y mantenerse en la posición que están. Intentaron stockearse de mercadería para tener qué vender.
"Esta época es de supervivencia. La verdad que ahora estamos con muy poco stock porque los proveedores no nos mandan los insumos que les pedimos, me mandan lo que hay y hasta cosas que no pedí, pero es lo que hay y nos tenemos que dar vuelta con eso. Por ejemplo, me mandan otros productos químicos, parecidos, entonces tengo que cambiar la fórmula y no te sale el mismo producto, no está fácil', aseguró.
Al finalizar, explicó que en su empresa siempre trata de buscar créditos que tengan buenas condiciones, pero aseguró que hay "muy poca oferta" en el mercado, sobre todo para las pymes. "Es muy difícil para una empresa chica acceder a un crédito, y las que conseguís son caras. En un escenario de tanta incertidumbre uno trata de no tomar mucho crédito", finalizó.