Con la declaración de peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) y testigos presenciales del hecho se reanudó ayer el juicio seguido contra nueve policías. La audiencia unipersonal es presidida por la jueza Mónica Faber, de la Sala V del Tribunal de Juicio. El hecho denunciado ocurrió el 19 de diciembre de 2020 en el barrio Bicentenario de la ciudad de Salta.
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Con la declaración de peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) y testigos presenciales del hecho se reanudó ayer el juicio seguido contra nueve policías. La audiencia unipersonal es presidida por la jueza Mónica Faber, de la Sala V del Tribunal de Juicio. El hecho denunciado ocurrió el 19 de diciembre de 2020 en el barrio Bicentenario de la ciudad de Salta.
Los efectivos Aldo D. Chauque, Santiago D. J. Alcoba, Leonardo Corrillo, María J. Miranda, Juan A. Guitián, Jorge Valdiviezo, Jorge A. Saracho Dermith, Álvaro N. Guanca y Cristian A. Cruz son juzgados por los delitos de allanamiento ilegal de domicilio, vejaciones agravadas por la violencia y lesiones graves en concurso ideal, todo en concurso real. Los imputados Chauque, Alcoba y Corrillo también están acusados del delito de falsedad ideológica.
Ayer compareció el propietario del inmueble donde habrían ocurrido los hechos. En primera instancia señaló que estaba en su casa cuando su hijo y Fernando Oliver (víctima) entraron corriendo. Detrás de ellos ingresaron policías que, luego de romper la puerta, le pegaron al amigo de su hijo (Oliver).
El testigo contó que alrededor de las 9 entraron su hijo y un amigo -Oliver- diciendo que la policía los estaba "correteando". Él les advirtió a ambos que no quería problemas, pero enseguida arribaron los efectivos, patearon el portón, entraron sin su autorización y le dijeron a él que "no se metiera".
Cuando entró Oliver pasó directo al fondo de la casa y ahí lo encontró la policía. Dijo que él se quedó adentro y no vio lo que le hicieron. Escuchó que el muchacho gritaba: "Ya está, ya está". Luego presenció cuando los efectivos lo sacaban. Vio que lo pateaban y que Oliver iba agachado.
Su hijo le comentó que la policía los estaba molestando en la calle, que se los querían llevar y por eso corrieron hasta su casa. Señaló que su esposa y su nuera intentaron intervenir y que insultaron a los policías, pero no vio que arrojaran piedras. Finalmente, aportó que afuera de su vivienda pudo ver a una mujer uniformada.
Posteriormente declaró un perito del CIF, quien tuvo a su cargo el análisis de la filmación realizada por la cámara ubicada en el techo del móvil policial. Describió una escena donde se observa a tres hombres en la vereda. El móvil pasa a su lado y luego retrocede. Uno de los sujetos se aleja y otros dos salen de foco.
Luego, los dos jóvenes arrojaron piedras al vehículo policial. La camioneta retrocedió y los jóvenes corrieron hacia un pasaje. El móvil los siguió. Se observa cuando un cabo y un sargento arrojan piedras al domicilio donde habían entrado los jóvenes.
También declaró un profesional del Servicio Médico Forense que revisó a la víctima, Fernando A. Oliver. En su informe consignó fractura de mandíbula bilateral (constatada en radiografía) y dificultad para hablar, edema facial notorio, escoriación en rodilla izquierda y hematoma en un brazo.