Las estaciones de servicio están en una encrucijada por la pérdida en sus márgenes de ganancias. Y, a la vez, se encuentran en la paradoja de que la demanda de combustibles viene en crecimiento. Del otro lado del mostrador, los consumidores también sufren por los aumentos en los precios de los surtidores, que, aunque varían por debajo de la inflación general, igual impacta en los bolsillos.
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Las estaciones de servicio están en una encrucijada por la pérdida en sus márgenes de ganancias. Y, a la vez, se encuentran en la paradoja de que la demanda de combustibles viene en crecimiento. Del otro lado del mostrador, los consumidores también sufren por los aumentos en los precios de los surtidores, que, aunque varían por debajo de la inflación general, igual impacta en los bolsillos.
De acuerdo a los últimos registros de la Secretaría de Energía de la Nación, consultados por El Tribuno, en la capital salteña y localidades adyacentes las estaciones de servicios reportaron en junio un crecimiento del 7,5% en los despachos de gasoil (grado 2 y grado 3 o premium) con respecto a igual mes de 2022. En el caso de las naftas (súper y premium), las ventas se mantuvieron el mes pasado en la comparación interanual, con apenas una suba del 0,1%.
En relación con mayo, en junio se vendió un 3,4% menos de gasoil y en el caso de las naftas subieron un 2,7% intermensual, según los datos oficiales.
El peso de la inflación se observa en los consumos de nafta súper, que tiene una prevalencia del 75% de participación en el combustible para los vehículos nafteros, por encima de la premium, que es más costosa.
En mayo se había reportado el mayor crecimiento en los despachos de las estaciones locales, cuando las ventas de gasoil crecieron un 32,6% interanual y las naftas subieron un 11,02% en comparación con igual mes de 2022.
Las estaciones de servicios, en rojo
Como lo dio a conocer ayer este diario, la escalada inflacionaria de los precios en general, los precios planchados en surtidores, el congelamiento del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y las presiones paritarias tienen en jaque a las estaciones de servicio de Salta y de todo el país.
De acuerdo con un relevamiento, en los últimos meses varias estaciones de servicio cambiaron de bandera, tanto en la capital como en el interior. Los expendedores consultados dijeron que se "derrumbaron" los márgenes de rentabilidad del negocio.
En la capital salteña, dos estaciones de servicio de Refinor cambiaron de bandera. Una, de la zona sur, se pasó a Axión, y otra, en la zona norte, a Shell. Las cosas no están mucho mejor en los surtidores de YPF. Estos dependen de comisiones que están hoy por el piso. "El sendero de precios establecido en el acuerdo que firmaron el Gobierno nacional y las compañías refinadoras agravó nuestra crítica situación", afirmó uno de los estacioneros que comercializan combustibles de YPF.
Estado de emergencia
El mes pasado, las cámaras y federaciones que integran la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de Argentina (Cecha) decidieron declarar el estado de emergencia en todo el país. La medida se tomó tras sucesivos reclamos al Gobierno nacional, sin una respuesta concreta y teniendo en cuenta que las comisiones dadas por las empresas petroleras no estuvieron a la par de la creciente disminución de la rentabilidad del sector.
"Estamos con la soga al cuello, la inflación y el retraso en los precios de los combustibles hace insostenible mantener las estaciones abiertas. Necesitamos una solución", reclamaron los representantes de los estacioneros.
"Desde la pandemia que registramos pérdida de rentabilidad, con la caída de ventas y el congelamiento de precios", agregaron en un comunicado.