Javier Castrilli es una de las máximas palabras autorizadas en el fútbol y lo demostró en cada partido que dirigió. Actitud y rectitud fueron sus armas fundamentales y, a pesar de las críticas, no cambió. Hoy, con El Tribuno, desnuda las graves "falencias" de un arbitraje centralista que se sumerge cada fin de semana en un océano de polémicas.
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Javier Castrilli es una de las máximas palabras autorizadas en el fútbol y lo demostró en cada partido que dirigió. Actitud y rectitud fueron sus armas fundamentales y, a pesar de las críticas, no cambió. Hoy, con El Tribuno, desnuda las graves "falencias" de un arbitraje centralista que se sumerge cada fin de semana en un océano de polémicas.
Pero, ¿cuál es la diferencia? "Mi actitud responde a mi naturaleza frente a la vida, con esa siempre voracidad de aprender y tratar de entender la realidad que nos rodea y encontrarle alguna explicación", comenzó el "Sheriff".
En ese sentido, resaltó que "hay que darnos cuenta de los hechos, porque es la forma de tener una herramienta para cambiar lo que está pasando y sobre todo cuando uno ve que hay posibilidades de hacerlo para bien, ya sea en el fútbol o fuera del fútbol".
"Se dice que se juega como se vive (al responder sobre la marca que deja el Sheriff Castrilli). Yo siempre dije que se dirige como se vive, es innegociable. Cuando ves a un hombre ves a una persona íntegra. No podés decir que éste es una gran árbitro y afuera es una mala persona. Puede ser un excelente 'silbador de faltas' y en cualquier momento va a 'meter las uñas'", aclaró.
Y disparó: "Para mi concepto, esta persona ya deja de ser árbitro. Por ejemplo, Fernando Espinoza, a vos, como simpatizante de fútbol, que muestra pasto con una carga de significados donde te dice que 'vos sos animal', ya deja de ser árbitro o no merecería seguir siendo árbitro".
"Después hay denuncias de jugadores que lo empujaron, que los insultan, en donde se suman los maltratos verbales. Entonces busquemos los motivos por lo que este tipo sigue arbitrando y la Asociación del Fútbol Argentino lo sigue respaldando", reveló.
Mirando los cambios
Consultado sobre si hay mucho para cambiar del actual arbitraje, Castrilli resaltó: "Yo cambiaría el enfoque... ¿Hay cosas para dejar sin cambiar? El problema es que pareciera que en el lugar en donde tocás sale pus. Por ejemplo, cuando los medios te preguntan si el penal de Solari se tendría que haber anulado o no, todo queda en un hecho anecdótico y uno sabe, porque es un estudioso de los cuadros situacionales, los motivos por los cuales ocurren esas cosas, que son muchos más profundos y están ocultos".
Y volvió a disparar munición gruesa: "Sí hay árbitros como Espinoza, Chavarría, Baliño o Merlos que hace desastres, y en el caso de Merlos los ungieron como internacional, cómo se entiende eso. Así les importa 'un rábano' lo que opinen todos. Si en el interior del país vos hablás con cualquier colega de prensa especializada y te hablan peste y te dicen mirá los antecedentes".
"En el interior, de un menú de 4 o 5 nombres, vos ya sabés quién va a salir y que va a terminar en un escándalo. Nunca se equivocan con determinados equipos. Vos decís por qué no los echan y es porque le están pagando 'el otro trabajo'", se preguntó.
Y dio otro ejemplo fuerte: "Todos los árbitros de la AAA trabajan para destruir a Sadra (Sindicato de Árbitros de la República Argentina) por orden del AFA, que maneja Claudio "Chiqui! Tapia.
Y el con el mismo dardo disparó al centro del Consejo Federal del Fútbol, al revelar que "con el ideólogo de Pablo Toviggino van por todo y además los necesitan, porque son los que descomponen todo el sistema. Hace años que vienen "prohibiendo" partidos a los árbitros que no están con ellos".
Pero, ¿dónde se acrecienta la diferencia? "El Sadra es el único sindicato que la AFA no pudo comprar y Federico Beligoy, director nacional de arbitraje de la AFA, es el que designa los árbitros amigos: hoy sos el árbitro principal, mañana vas al VAR y después sos cuarto árbitro y así en todo", destacó Castrilli.
"Ahora quieren crear en el interior un Sindicato de Árbitros Independientes que será 'manejado por la AFA y el Consejo Federal del Fútbol. Así, hay jueces en el interior que no se dan cuenta que el problema es más profundo y estamos en manos de personas que te manipulan el arbitraje", se lamentó.
"Con los mismos de siempre es difícil cambiar esta realidad. Lo 'decente' es un signo de locura y el 'demente' es aquel que quiere resultados yendo por el mismo camino. Y lamentablemente hay árbitros malos que salpican a los 'decentes' porque los hechos se generalizan", aseguró.
Polémica en el VAR
Al referirse a polémicos y tardíos fallos de los jueces que analizan el VAR, el "Sheriff" resaltó que "son los mismos desastres que están en el centro. Cuando vos tenés a Chavarría, a Merlos, Espinoza o Baliño en el VAR te van a hacer el mismo desastre que hacen en el medio del campo. Nunca se van a equivocar en contra de determinados equipos. Se saben impunes. Hay una ostentación del poder que se hace para disciplinar al resto".
De todos modos "la suerte" los acompaña. Castrilli recordó que "a este equipo lo termina salvando una Copa América y o una Copa Mundial. Hay un hecho histórico. La elección de Tapia estaba viciada de nulidad y apareció en una votación unánime. Esa denuncia estaba en el Ministerio de Seguridad de la Nación y la durmieron hasta después de la Copa América y después no le dieron lugar a la denuncia".
Y reveló que "hay una relación estrella con el poder, como el gobernador de Santiago del Estero con Toviggino y con Tapia. Cómo se explica que la segunda provincia más pobre del país tenga un estadio que costó millones de decenas de dólares, como es el estadio Madre de Ciudades y la gente sigue peor".
Presión sin freno
"La presión que meten los clubes o las dirigencias en el fútbol argentino es algo común, porque cada club quiere que gane su equipo. De esa manera el poder de la subgestión termina inclinando la balanza, es natural", resaltó Castrilli.
En ese sentido agregó que "así como dirigente lo planteas, no podés vos como árbitro comer caramelos de vidrio y tenés que estudiarlo. En esa naturalización viven 'vivos en todo el mundo', sea cual fuere el país. Para cambiar la realidad tenés primero que entenderla a la problemática".
"Un árbitro cuando llega a ser árbitro de primera división no puede sentir miedo ni estar influenciado por presiones, porque a mí como fútbol no me sirve", resaltó.
Finalmente, al ser consultado si se vive una dictadura permanente, dijo: "Estamos lejos de vivir un sistema democrático en el fútbol argentino. Hacé una encuesta popular y creo que no existe una persona o institución con un índice de opiniones negativas como las que tiene y los dirigentes del fútbol. No hay nadie que los pueda superar en imagen y corrupción".