El robo de una beba del hospital Juan Domingo Perón, en Tartagal, ocurrido el mes pasado, y por el que hay una mujer de 25 años imputada y con prisión domiciliaria, encendió las alarmas sobre la seguridad de los recién nacidos en los centros asistenciales.
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El robo de una beba del hospital Juan Domingo Perón, en Tartagal, ocurrido el mes pasado, y por el que hay una mujer de 25 años imputada y con prisión domiciliaria, encendió las alarmas sobre la seguridad de los recién nacidos en los centros asistenciales.
Desde el Hospital Público Materno Infantil informaron que siguen atentamente las adecuaciones y recomendaciones para garantizar el protocolo de seguridad del paciente, cuyo objetivo es prevenir y reducir los riesgos, errores y daños que sufren durante la estancia en el lugar. Entre estas normativas se encuentra la correcta identificación, en especial de los recién nacidos, conforme a la ley 25.540.
La neonatóloga y miembro del Comité de Seguridad del Paciente, Marcela Silvetti, destacó que es importante identificar a todos los recién nacidos, ya que no tienen el DNI aún. Una vez que se le dé a la madre el certificado de nacido vivo va a poder tramitarlo. Hasta eso, se realiza el proceso de identificación que en el hospital es llamado "del binomio madre-hijo".
Brazaletes
Esta consiste en la colocación de brazaletes tanto a la mamá como al bebé. La pulsera del bebé dice: RN (recién nacido), el apellido de la mamá, el sexo y la fecha y hora de nacimiento. El pequeño llevará una en la muñeca y otra en el tobillo. Tiene un número único de registro. Debe ser utilizada hasta el momento del alta de los pacientes y es retirada únicamente por los guardias de seguridad.
Con relación a la cantidad de personas que están involucradas en el proceso de identificación, se supo que si se trata de un parto natural, interviene personal de identificación, enfermería y neonatología. En el caso de un parto por cesárea participan, además, el personal de instrumentación quirúrgica, quienes determinan la hora y sexo del recién nacido.
Tras el nacimiento al bebé se le toman las huellas digitales y se le colocan las dos pulseras. A la madre se le coloca una. Todas tienen el mismo código ya provisto por el Ministerio de Salud.
Si las madres habían sido derivadas desde otra institución sanitaria, interviene también en el proceso el personal de admisión.
El personal chequea los datos de las pulseras en todo momento. Por ejemplo, en el laboratorio al momento de realizar análisis para la pesquisa neonatal, la vacunación y enfermería si es que se le suministrase alguna medicación.
También, el personal de seguridad debe verificar que los datos del recién nacido coincidan con la madre externada.
Al ser consultada sobre qué posibilidades hay de que un bebé se extravíe, la doctora Silvetti respondió: "Son casi nulas. En la institución se realiza a diario un doble registro con las pulseras binomio madre-hijo y el número de historia clínica que otorga admisión. Además, al ingresar se toman las muestras de las huellas dactilares de las manos y el pie del recién nacido junto con las dactilares de la mano de la madre. Al momento del alta, se entrecruzan estos datos para poder salir de la institución".
Además, al ingresar a la institución hay vigilancia, muchos filtros y preguntas sobre la procedencia de los pacientes, familiares y visitantes por varios motivos, tanto relacionados a la salud como a la seguridad.