A 17 segundos de Tosha Schareina en la etapa 1 y a un segundo en la general del piloto español. Luciano Benavides vive el Desafío Ruta 40 como propio y no es para menos: las miradas están puestas en el salteño, segundo en el Mundial de Rally Cross Country con la posibilidad de quedarse con el líderazgo el viernes en su provincia natal. Por eso, el joven de Husqvarna no se relaja y pese a sus muy buenos tiempos, dijo a El Tribuno que le queda "un sabor un poco amargo", porque quería ganar el tramo La Rioja-La Rioja, con 333 kilómetros de especial.
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A 17 segundos de Tosha Schareina en la etapa 1 y a un segundo en la general del piloto español. Luciano Benavides vive el Desafío Ruta 40 como propio y no es para menos: las miradas están puestas en el salteño, segundo en el Mundial de Rally Cross Country con la posibilidad de quedarse con el líderazgo el viernes en su provincia natal. Por eso, el joven de Husqvarna no se relaja y pese a sus muy buenos tiempos, dijo a El Tribuno que le queda "un sabor un poco amargo", porque quería ganar el tramo La Rioja-La Rioja, con 333 kilómetros de especial.
Desde el estadio Superdomo riojano, dio sus sensaciones tras el primer tramo: "Estoy conforme con el trabajo que hice, pero sentí que podía haberla ganado a la etapa. Ese es el sabor un poco amargo que tengo, pero recién comienza la carrera. Como estrategia es mejor salir segundo".
Benavides contó que en un momento sintió temor por un problema en sus cubiertas: "No tenía casi sin nada de taco y pensaba que se me iba a partir, como le pasó a Matthias (Walkner) y a otros pilotos. Cuando lo pasé sentí un poco de miedo porque pensé que no llegaba (al final de la etapa)".
El piloto salteño volvió a competir en el país después de cinco años y dijo que estuvo ansioso al principio: "Me costó soltarme al inicio porque es una fecha especial pero lo hice bastante bien, cada vez me siento más confiado. Mañana comienza el desierto de verdad (desde La Rioja a Belén, Catamarca)".
La alegría de correr en Argentina
Luciano y la mayoría de los pilotos corrieron en diferentes países, pero la mayoría coincide en que Argentina es especial: "Hoy fue una locura la cantidad de gente que hubo en todos lados, era como estar corriendo el Dakar y es un orgullo ver la bandera argentina que es impagable", sostuvo.
La frutilla del postre será el final en Salta si es que todo sale como lo planeó y trabajó: "El viernes llega la caravana a Salta, falta un largo camino y quiero ir día tras día, es una experiencia hermosa vivir esta carrera. Ojalá pueda llegar bien y en buena posición a ese último día".