A partir del próximo lunes 18, desde la Dirección de Medio Ambiente de la Municipalidad de General Güemes, darán inicio a una campaña masiva de descacharrado que estaba prevista para octubre o principios de noviembre, pero debido a la posibilidad del adelantamiento de las lluvias se tomó la decisión de adelantar las medidas.
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A partir del próximo lunes 18, desde la Dirección de Medio Ambiente de la Municipalidad de General Güemes, darán inicio a una campaña masiva de descacharrado que estaba prevista para octubre o principios de noviembre, pero debido a la posibilidad del adelantamiento de las lluvias se tomó la decisión de adelantar las medidas.
Para la campaña se confeccionó un programa con las fechas de visita a los barrios. Las primeras viviendas que deberán sacar los cacharros a la vereda para ser retirados por los camiones municipales serán de la Banda Este: La Tablada, San Isidro, San Vicente, San Antonio y Nueva Esperanza I.
Para que el trabajo de los recolectores sea eficiente, agentes socio ambientales, capacitados y con experiencia visitarán cada uno de los domicilios, explicando a sus moradores sobre cuáles son los elementos que deben extraer, cómo buscar posibles reservorios del mosquito Aedes Aegyptis y cuáles serían las condiciones en las cuales deberían mantener los fondos y jardines, para evitar la acumulación de agua en recipientes a la intemperie, generando el lugar apropiado para la proliferación del mosquito transmisor.
"Lo ideal es que permitan el ingreso a sus domicilios de los agentes socioambientales, para que ellos puedan señalar los inservibles que deberían sacar para el descacharrado. Lamentablemente el año anterior muchas familias no permitieron realizar un buen trabajo, obstaculizaron nuestra tarea. Si una casa no es descacharrada, entonces toda la manzana se ve perjudicada", manifestó la directora de Medio Ambiente, Ana Godoy.
Durante la temporada estival 2022/2023 una epidemia generada por el dengue afectó al departamento Güemes y puso en jaque al sistema de salud local. Desde el hospital Joaquín Castellanos, antes de los primeros casos, habían realizado un control por el método LIRA, que mide la incidencia de la larva del Aedes en las casas y permite aproximar el porcentaje de viviendas infectadas. El elevado porcentaje arrojado generó alarma entre los profesionales de vigilancia sanitaria y se temía una mayor infección que en 2015. Lamentablemente tuvieron razón.