El número de deudores alimentarios registrados por la Justicia en 2023 ya está cerca de superar el acumulado todo 2022. El aumento preocupa a quienes trabajan en temas relacionados con niñez y adolescencia y se puede asociar con múltiples factores, como el crecimiento de los conflictos sociales, la crisis económica o una perspectiva que sigue responsabilizando principalmente a las mujeres de la crianza de los hijos.
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El número de deudores alimentarios registrados por la Justicia en 2023 ya está cerca de superar el acumulado todo 2022. El aumento preocupa a quienes trabajan en temas relacionados con niñez y adolescencia y se puede asociar con múltiples factores, como el crecimiento de los conflictos sociales, la crisis económica o una perspectiva que sigue responsabilizando principalmente a las mujeres de la crianza de los hijos.
Actualmente hay 1.070 personas en el Registro de Deudores Alimentarios del Poder Judicial y, en la mayoría de los casos, son hombres. Durante todo el año pasado se sumaron 154 morosos y en 2023 ya van ingresando 150, tomando los datos contabilizados en el sistema desde enero y hasta el 12 de septiembre.
"Esto es un reflejo de que los litigios en materia alimentaria ha aumentado en los diferentes tribunales de la provincia. Entendemos que quizás este aumento se debe a la situación económica y también a distintos problemas que van surgiendo en los núcleos familiares. Hay diferencias personales y conflictos de intereses, que lamentablemente perjudican e involucran los derechos de niños, niñas y adolescentes", analizó Blanca Ferri, secretaria de Derechos Humanos de la Corte de Justicia de Salta.
Entre 2022 y los primeros ocho meses de 2023 ingresaron al Poder Judicial unas 2.500 causas por divorcios y cuotas de alimentos. La cifra solo contempla los expedientes del Distrito Judicial Centro, que abarca al departamento Capital y aledaños.
"Los temas relacionados con los hijos deberían resolverse de común acuerdo y no judicializarse por el mayor perjuicio que eso genera a un grupo vulnerable, como es la infancia y la adolescencia", dijo Blanca Ferri.
Cómo se empieza
Una demanda por alimentos se tramita ante un juzgado provincial de personas y familia. En general, lo impulsa la madre o el padre que convive con los chicos para que el otro progenitor haga el aporte económico necesario.
También puede iniciarlo el hijo o hija con asistencia letrada si tiene el suficiente grado de madurez o un asesor de Incapaces del Ministerio Público Pupilar en representación del niño, niña o adolescente.
Cuando la persona obligada por un fallo judicial a pagar la cuota incumple reiteradamente, la Justicia lo incluye en su Registro de Deudores Alimentarios. Quedar en esta nómina implica impedimentos para realizar determinados trámites, como sacar la licencia de conducir.
Cristian Babicz, asesor de Incapaces Nº 2 de Orán, explicó además que el Código Civil reformado en 2015 habilitó a los jueces a tomar las medidas que consideren adecuadas, de acuerdo a un criterio amplio, para hacer efectivo el pago en cuando se dan incumplimientos sistemáticos.
"Hubo situaciones en que, ante la falta reiterada, un juez prohibió a un padre el ingreso a un estadio de fútbol a donde iba a ver partidos mientras no cumplía con su obligación", señaló el magistrado.
El asesor detalló que en el marco legal también está prevista la posibilidad de demandar a los abuelos para que hagan un aporte económico necesario para el cumplimiento de los derechos de sus nietos. "Esto se puede hacer solo cuando se demuestra una dificultad real para que el progenitor, que es el principal obligado, cumpla", indicó.
Babicz coincidió con Blanca Ferri en la importancia de que los padres se pongan de acuerdo en estos aspectos por el bienestar de los niños. "Lo ideal sería el diálogo, pero la experiencia demuestra que, en muchos de los casos, no se da. La cuota alimentaria es un concepto integral, instituido en el artículo 659 nuevo Código Civil, e incluye la manutención, educación, esparcimiento, vestimenta, habitación, asistencia, gastos por enfermedad e inclusive recursos para llegar a tener una profesión u oficio. Son derechos básicos para el desarrollo", explicó.
"Está generando un daño enorme"
Itatí Carrique, secretaria de Mujeres Género y Diversidad del Gobierno de Salta, señaló por su parte: "Obviamente que alguien que incumple con la cuota alimentaria está generando un daño enorme. Está dejando sin el sustento a niños, niñas y adolescentes, que son los más perjudicados", manifestó.
La funcionaria resaltó que, en muchos casos, toda la responsabilidad de sostener a los hijos de una pareja separada recae en las madres. "Ahí se da una cuestión bastante compleja. Lo que vemos en estadísticas oficiales es que las mujeres no acceden a trabajos bien remunerados. En general, tienen empleos no formalizados y enfrentan grandes dificultades si no reciben lo que corresponde de cuota alimentaria", describió.
Una mamá de un niño de 13 años divorciada hace más de seis contó que sostiene un buen diálogo con su expareja y llegaron al acuerdo de que él pagaría el colegio, que hoy cuesta cerca de 100 mil pesos mensuales, y que cada mes cubriría otros gastos, como ropa o compras de supermercado, de acuerdo a las necesidades que vayan surgiendo. Además, comparten las tareas de cuidado. Sin embargo, no es lo que sucede en la mayoría de los casos.
"Él no entiende que la plata es para mí sino para los chicos. Trabaja en negro y no sé cuánto gana pero todos los meses me pasa un monto distinto, que nunca me alcanza para lo que cuestan las cosas. Además, los ve cuando quiere. Tuve que ir a una abogada y ahora vamos a buscar cómo demostrarle al juez que el padre puede pagar lo que corresponde para que ellos tengan todo lo que hace falta", contó una joven a cargo de sus hijos de 4 y 7 años, que estudian en escuelas públicas.