La reciente edición del maratón internacional de Buenos Aires terminó siendo histórica para muchos de los que participaron, en especial para el salteño Esteban Angulo, un reconocido deportista de nuestra medio que tiene en su haber una importante cantidad de títulos y logros nacionales. Está situado entre los mejores exponentes en la actualidad y se aventuró a un nuevo desafío en el mundo del atletismo.
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La reciente edición del maratón internacional de Buenos Aires terminó siendo histórica para muchos de los que participaron, en especial para el salteño Esteban Angulo, un reconocido deportista de nuestra medio que tiene en su haber una importante cantidad de títulos y logros nacionales. Está situado entre los mejores exponentes en la actualidad y se aventuró a un nuevo desafío en el mundo del atletismo.
El domingo pasado cumplió el objetivo de correr por primera vez la máxima competencia de larga distancia que tiene el atletismo argentino, la mejor de Sudamérica, y sus resultados son dignos de destacar. Sin haber experimentado nunca antes el durísimo desafío de cubrir la distancia de 42,195 kilómetros, Esteban se ubicó en el decimotercer puesto de la clasificación general, fue el quinto mejor corredor argentino y logró un nuevo récord provincial.
Angulo estableció un tiempo de 2 horas 22 minutos y 47 segundos, que es nuevo registro salteño para el maratón y quebró la marca de 2 horas 27 minutos y 13 segundos que estaba en poder del Indio Delgado desde finales de la década del 80.
El atleta salteño ideó un sistema original de motivación que le ayudó a no bajar los brazos en ningún momento, ni siquiera cuando aparecieron algunas molestias físicas durante los primeros kilómetros del maratón.
Para hidratarse durante la carrera utilizó cuatro botellas pequeñas y en cada una de ellas pegó fotos de personas que significan mucho en su vida, tanto en el plano familiar como en el deportivo. Las botellas estuvieron colocadas en los cuatro puntos de hidratación que tuvo el maratón de Buenos Aires y que se ubicaron en los kilómetros 10, 20, 30 y 40.
"Esto se me ocurrió a mí, había visto que el resto tenía frases de aliento. Y bueno, se me ocurrió poner las fotos, así me sentía acompañado a la distancia. En los momentos más complicados de la carrera veía las fotos para poder sobrellevar ese momento", contó Esteban a El Tribuno.
"En Buenos Aires estaba solo, todos mis seres queridos estaban en Salta y yo quería sentir su apoyo durante la carrera", expresó el atleta oriundo de paraje El Huaico, en La Merced.
Una botella tenía una foto suya junto al nutricionista salteño Facundo Díaz Juárez, con quien lo une una relación deportiva y de amistad de hace muchos años.
Otra de las botellas tenía la imagen de Esteban con su novia, Lourdes; en otra aparecía nuevamente el deportista, pero acompañado de su mamá, Adriana, y su papá, Virgilio. En la botella restante colocó la tres fotos juntas. Una manera de resumir todo el afecto en un pequeño recipiente, pero que le dio la fuerza y voluntad necesaria para llegar a cruzar la meta del maratón de Buenos Aires.
Toda esa motivación lo movió a conseguir muy buenos resultados, potenciados por ser la primera vez que competía en un maratón. Pero reducir la clave de su éxito a solo la motivación de las botellas y las fotos sería dejar en la nada todo el trabajo previo que también incidieron de manera positiva en el circuito porteño.
"Comencé mi preparación en julio. Luego de una competencia en Santiago del Estero le pregunté a mi entrenador si era posible que corra el maratón de Buenos Aires, me dijo que si y comencé a prepararme", contó el salteño, que trabaja desde hace varias temporadas con los entrenadores rosarinos Cristian Crobat y Juan Ansio.
Esteban solía correr entre 110 y 115 kilómetros semanales para las competencias a las que está habituado (10.000 metros y medio maratón), pero para el maratón estiró la distancia a 180 kilómetros por semana.
"La carrera la arranqué con confianza. Sufrí algunas molestias físicas desde el kilómetro 3 hasta el 16, pero luego se me fueron. Me quedaron muy buenas sensaciones, pude llegar al famoso 'muro' que es a partir del kilómetro 30, es donde más rápido me sentí", expresó Esteban.
El "muro" es un gran obstáculo en la carrera. Se da a los 30 kilómetros, cuando comienzan a pesar más las piernas y donde lo mental tiende a pensar en el abandono y en no llegar a la meta. La suma del trabajo previo y de la motivación hicieron que el muro no sea un límite, el salteño superó todas las dificultades y pudo saborear el buen gusto de llegar a la meta.
Todos sus títulos y medallas
A lo largo de su trayectoria Esteban Angulo obtuvo varios títulos nacionales en diferentes categorías. En pista el mercedeño fue campeón nacional de 10.000 metros en sub-23, también alcanzó el título nacional en 5.000 metros en la misma categoría y fue campeón en dos ocasiones de los 10K.
También sumó subcampeonatos en 10.000 metros de mayores, en cross country y en sub-23 y fue tercero en 5.000 metros en sub-23.
Tras competir en el maratón de Buenos Aires el salteño no baja el ritmo y sigue entrenando ya que dentro de un par de semanas competirá en la Copa de Clubes de mayores. Se prepara en Mar del Plata y en sus ratos libres visita a la delegación salteña que compite en los Juegos Evita en esa localidad.
Cabe destacar que Angulo brinda clases de atletismo en nuestra ciudad. Es uno de los medios que tiene para reunir fondos para seguir compitiendo a nivel nacional.
Nella Herrera tuvo doble premio
Nella Herrera de Amado fue otra de las representantes salteñas que compitió el pasado domingo en el maratón de Buenos Aires. La prueba contó con más de 12.000 corredores, entre los que se destacaron participantes de Kenia, Etiopía y de distintos puntos de Sudamérica.
La aficionada salteña logró cruzar la meta en el puesto 39 de su categoría (45-49 años) en la que compitieron 562 corredoras; en la general de mujeres alcanzó la colocación 264 y en la general cruzó la meta en el puesto 2628.
Cubrió la distancia de 42,195 kilómetros en un un tiempo neto de 3 horas 39 minutos y 29 segundos. Llegar a la meta fue uno de sus premios, el otro fue lograr la marca mínima para participar en el próximo maratón de Boston, en Estados Unidos, la carrera más emblemática en la especialidad.