La familia Vidaurre, vecinos de la localidad camposanteña de Cobos, salieron en busca de colaboración para poder atender a más de 9.000 peregrinos que se espera hagan campamento entre el 12 y el 13 de septiembre, en lo que representa para los caminantes, la última parada antes de arribar a la catedral Basílica para rendirle homenaje a los santos patronos del Milagro.
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La familia Vidaurre, vecinos de la localidad camposanteña de Cobos, salieron en busca de colaboración para poder atender a más de 9.000 peregrinos que se espera hagan campamento entre el 12 y el 13 de septiembre, en lo que representa para los caminantes, la última parada antes de arribar a la catedral Basílica para rendirle homenaje a los santos patronos del Milagro.
Don Eusebio y doña Victoria Ramos, componen un matrimonio con residencia en la pequeña localidad de Cobos, a 45 km de la ciudad de Salta. Su humilde vivienda cuenta con un taller para la construcción de instrumentos musicales, como bombos legüeros, guitarras y charangos. Desde hace 18 años esta familia asiste a peregrinos a que caminan por la ruta nacional 9, provenientes de localidades del norte provincial como Orán, Tartagal. Mosconi, Urundel, Los Toldos, Embarcación, o del sur como de J. V. González, Metán o Rosario de la Frontera, ofreciendo comida, descanso y alivio a los dolores corporales.
El patio de los Vidaurre se hizo muy conocido entre los peregrinos porque allí realizan el último descanso antes de llegar a Salta. La mayoría llega entre el 12 y el 13 de septiembre. Llegar a Cobos es para el peregrino una inmensa alegría, y así lo demuestran con cánticos llenos de esperanzas, dejando de lado el dolor de los pies llagados, los que serán curados durante el transcurso de la corta estadía, en tiendas de campañas montadas por el hospital Joaquín Castellanos, Ejército Argentino y Seguridad Vial de la Nación.
"Comenzamos el 11 con todos los preparativos y no paramos hasta el mediodía del 14. La colaboración de todas aquellas personas que quieran trabajar en la elaboración del pan amasado, la comida y el desayuno, será muy bienvenida. Necesitamos que muchos voluntarios se pongan al lado nuestro; es una tarea extenuante pero llena de satisfacciones", explicó Victoria, quien solicita, además, la colaboración con alimentos para todas esas personas. "Todo está muy caro, no podemos comprar nosotros, pedimos a los legisladores, intendentes y a las personas particulares, la donación de pollos, carne, verduras, arroz, yerba, té, azúcar, harina, agua y todo aquello que esté a su alcance".