El próximo sábado 6 a partir de las 20, se pondrá en escena el pesebre viviente de Sumalao. En caso de lluvia, el programa pasará para al día siguiente en el mismo horario. Participarán más de cuarenta chicos de la comunidad local, La Merced y La Florida.
Todo comenzó hace algunos años, cuando un vecino, Emanuel Collado, donó las primeras imágenes para armar cada 8 de diciembre un pesebre en el lugar. La gente fue aportando lo suyo y con mucho esfuerzo lograron reproducir la escena de Belén, que simboliza el milagro del nacimiento de Jesús. “Esta es la verdadera razón detrás de la celebración de la Navidad y aquí en Sumalao nos sentimos orgullosos de recordarla y de honrarla”, contó la gente del lugar.
Ivanna Cejas, una de las impulsoras de la obra, recordó: “Luego surgió la idea de organizar un pesebre viviente con los chicos. El primer año eran no más de cinco, y ahora casi llegan a los 50 cuando se acercan de otros parajes para sumarse a la propuesta”.
Los ensayos son diarios y se realizan en las galerías de la capilla donde se encuentra la imagen del Cristo de Sumalao. En uno de los extremos, armaron lo que llana el “rincón navideño”, donde los vecinos pueden disfrutar del arbolito, de Papá Noel y del pesebre, que se exponen del 8 de diciembre al 6 de enero de cada año.
“Casi todo lo que armamos, lo hacemos de forma artesanal y con mucho esfuerzo. Con los chicos salimos al campo a buscar musgo, ramas secas, cactus, unas plantas largas que cuelgan de los chañares, tuscas, piedras y todo lo que nos pueda servir para la ambientación de las escenas. Contamos con la colaboración del cura párroco, que nos facilitas las bancas y el lugar para llevar adelante la obra”, detalló Cejas.
El pesebre de Sumalao es en esencia una versión criolla con rasgos muy particulares, en la que se destacan los chicos a caballo y una mixtura de costumbres locales con las tradiciones cristianas.
El público podrá disfrutar de esta actividad de forma libre y gratuita. Solo tienen que llegar hasta el lugar, ubicado a unos 33 kilómetros de la ciudad de Salta. Se puede ir directo desde capital por la ruta provincial 21 o bien por la ruta nacional 68 hasta La Merced, para luego continuar por la ruta 22 y finalmente tomar el camino rural que llega hasta el templete.
Sumalao, un lugar de fe y de milagros
El escenario donde se representará el Pesebre Viviente de Sumalao es muy especial. Es tierra de fe y de milagros, según marca la fe de los salteños, quienes todos los años renuevan su fidelidad con esta advocación representada en una pintura cuzqueña al óleo de principios del Siglo XVII. Es una imagen cargada de historia y de un cierto halo de misterio. La misma se encuentra en el templete.
En el prólogo del libro El Santuario de Sumalao, del sacerdote Pablo Castro, el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, expresa: “En medio de los campos del Valle de Lerma, el santuario se constituye en faro, hogar y manantial”.
“El Santuario del Sumalao es un faro de luz que ilumina y atrae porque en su seno encontramos al Señor ‘rico en misericordia’, al Cristo de los pobres que nos enriquece con su perdón. Desde los comienzos de la devoción, los fieles han llegado ante la imagen de Jesucristo seguros de encontrarse con la Misericordia de Dios. El mismo nombre de ‘humilladero’ con el que se lo conocía, nos habla de la conciencia del hombre que se reconoce pecador y que tiene la certeza de encontrarse allí con la palabra que le trae la misericordia del Padre”, cuenta Cargnello.