Luego de las elecciones para elegir gerente del hospital Arturo Oñativia, y la posterior confirmación del gobernador Gustavo Sáenz, días atrás Marcelo Nallar reasumió al frente de la administración del nosocomio.
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Luego de las elecciones para elegir gerente del hospital Arturo Oñativia, y la posterior confirmación del gobernador Gustavo Sáenz, días atrás Marcelo Nallar reasumió al frente de la administración del nosocomio.
Tras más de una década siendo cabeza del hospital referente de la provincia en obesidad y diabetes, Nallar proyectó sobre los objetivos que tiene en mente. Regularizar la situación laboral de los médicos es la principal meta.
A la par de que se triplicaron las camas y aumentó la atención y servicios, la obesidad avanza al punto de que "es peor que la pandemia". Sin embargo advirtió que el personal "sigue siendo el mismo desde hace más de 10 años". A la par de dicha regularización buscará que se apliquen normativas vigentes pero no ejecutadas, como la ley de guardia pasiva en el sector público.
En cuanto a las consecuencias de la crisis y las decisiones del actual gobierno lo que más preocupa es que el hospital tiene el "70% de los insumos en dólares". Eso lo deja en una seria complicación sobre todo tras las devaluaciones.
El ministro de Salud, Federico Mangione, dijo el día de la asunción de Nallar que la demora desde las elecciones que se realizaron en agosto pasado, hasta que se rectificó la continuidad del médico, se debe a que se realizó un análisis exhaustivo a cargo de la Sindicatura de la Provincia y "hemos valorado la gestión realizada para tomar la decisión. Los equipos gerenciales han logrado un gran crecimiento".
¿Qué objetivos tiene para esta nueva gestión?
El hospital tuvo un crecimiento vertiginoso en los últimos quince años. El Oñativia era un hospital programado para cerrar y terminar sus tareas a las 16 y este crecimiento nos llevó a ser un hospital prácticamente vital en el sistema de salud , por las patologías que se atienden.
De allí surge el primer objetivo y todo lo que haremos en un futuro, que es buscar las herramientas administrativas para regularizar el recurso humano del hospital, que no es muy distinto de lo que ocurre en otros hospitales de nuestra misma complejidad.
Previo a la pandemia teníamos ocho camas de alta complejidad, por la pandemia y por una decisión acertada de la Gobernación, se amplió a 35. Esto nos ha servido para atender un gran volumen de pacientes con una mortalidad baja.
Lo curioso de esto es que a este crecimiento estructural, con una inversión importantísima, no pasó con los recursos humanos. La cantidad de empleados del hospital Oñativia es la misma desde hace más de 10 años. Actualmente estamos 24 horas y no solo hay un médico, sino que se requiere todo un plantel de profesionales que estamos pendientes.
No aumentó la cantidad de personal, seguimos teniendo la misma cantidad de empleados desde hace más de 10 años. Hasta ahora lo que se hizo es capacitarlos y más horas activas o pasivas, pero no hubo herramientas administrativas para regularizar, y nos dimos con que no tenemos elementos administrativos para reconocerles las tareas. Por eso estamos trabajando con el gobierno, para tratar en primer lugar actualizar los organigramas del hospital que están desde 1999; hubieron muchos cambios desde entonces.
Iremos también por la recategorización de los cargos jerárquicos, y a su vez reglamentar leyes, como la ley de guardia pasiva que es el médico de guardia pero no presencialmente y que se lo llama ante alguna urgencia. Esa guardia se paga menos que la presencial. La ley que la aprobó es del 2011 pero no está reglamentada. Para eso estamos trabajando con la Coordinación General... Ya no hay pandemia pero esas 35 camas de alta complejidad tienen pacientes muy complejos que son el grupo de riesgo de la pandemia. La ocupación está en el 95% y no bajó luego de la pandemia.
¿Hay cada vez más pacientes obesos?
Multiplicamos por tres las atenciones, cama nueva que se abre es ocupada, y la oferta es limitada y un número infinito que crece, por eso solicitamos paciencia. El objetivo es darle más atención. Hay una falsa creencia de que comer sano no es más caro, por eso también damos cursos de cocina que estamos coordinando para que se den en los barrios. También acompañar la ley de kioscos saludables porque caminamos cuadras de cuadras y no encontramos nada para comer saludable, en otros lugares si hay y con valores lógicos.
Por eso el segundo objetivo es conservar servicios esenciales que tenemos, como transplante renal, que es el único donde se trasplantan a adultos y con equidad, porque lo hacen personas con buenas obras sociales y el carenciado. Estamos con 40 trasplantes por año, tenemos alta tecnología diagnóstica con el citómetro de flujo que es el único del NOA. Son métodos diagnósticos de mucha utilidad que son en dólares todos los reactivos, la idea es tratar de conservarlos.
Queremos también ir por la contención de salteños que habitualmente consultan en el hospital porque, por la crisis del país, muchos pierden sus obras sociales o no pueden pagar la diferencia que la obra social les pide.
¿Cómo impacta la crisis en las atenciones?
Aumentan los pacientes y lo que aumentan son los costos, ya que a veces resulta imposible reponer lo que se gasta. Por suerte tenemos una gran comunión con el Gobierno provincial que nunca cerraron una puerta, y a su vez entendemos que el cambios del gobierno nacional impacta en las arcas provinciales. Estamos con reuniones continuas y se trabaja en equipo para que impacte lo menos posible.
Las últimas elecciones del hospital fueron a la justicia
Si, lo desestimó hasta la Corte de Justicia. Se tiene que saber que las votaciones de hospitales son para elevar a 3 principales postulantes y no son vinculantes, tienen que estar acordes a la visión de la gobernación y el ministro de salud. En la gobernación de Urtubey se eligió al tercero y era el padre de esta persona que hizo las presentaciones a la Justicia. No es poco frecuente, es una facultad del gobernador y estÓ bien que así sea porque debe estar en consonancia con la visiòn de salud con el gobierno y los otros gerentes de hospitales públicos.