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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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"Los problemas de seguridad en Argentina sólo se abordan cuando hay muertos sobre la mesa"

Entrevista a Marcelo Saín, ex ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe.
Martes, 19 de marzo de 2024 09:39

Marcelo Saín es licenciado en Ciencias Políticas. Se desempeñó como ministro de Seguridad de Santa Fe entre 2019 y 2021, y fue el creador de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Fue diputado de la provincia de Buenos Aires en 2011 y Director de la Unidad de Formación Financiera abocada a la investigación de lavado de dinero y delitos conexos entre 2001 y 2005. También ocupó el cargo de viceministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires entre 2002 y 2003.

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Marcelo Saín es licenciado en Ciencias Políticas. Se desempeñó como ministro de Seguridad de Santa Fe entre 2019 y 2021, y fue el creador de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Fue diputado de la provincia de Buenos Aires en 2011 y Director de la Unidad de Formación Financiera abocada a la investigación de lavado de dinero y delitos conexos entre 2001 y 2005. También ocupó el cargo de viceministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires entre 2002 y 2003.

Saín tiene una mirada particular sobre la violencia que se está registrando en la ciudad de Rosario de Santa Fe y habla sobre la droga que ingresa al país por el norte de la provincia de Salta. Sin pelos en la lengua dialogó con El Tribuno sobre Rosario y la frontera norte.

¿Tiene alguna vinculación el ingreso de la droga por la frontera norte y lo que pasa en Rosario?

Ninguno que no sea la provisión de los grupos locales rosarinos de cocaína en Bolivia y Paraguay. Ese ingreso de droga y provisión de la mercancía a veces viene de esas dos frontera y muchas veces las compran en Buenos Aires. El flujo con Buenos Aires es de ida y vuelta dependiendo las coyunturas del mercado. Pero los grupos rosarinos son estrictamente locales; cuando digo locales digo que ni siquiera tienen envergadura provincial. Son grupos que actúan y desarrollan el negocio, matan y mueren en las ciudad de Rosario y en el gran Rosario. Las ramificaciones y vínculos que tienen con la zona fronteriza es simplemente para la provisión.

¿Es un mito que la droga que ingresó por el norte de Salta vaya directo al puerto de Rosario?

No hay ninguna evidencia, en ningunas de las numerosas causas judiciales que se dan tanto en narcotráfico a escala regional, como en la ciudad de Rosario, que den cuenta que los circuitos a escala internacional que pasan por Salta para colocar el producto en Europa estén vinculado a los grupos rosarinos. Esa es una idea errónea porque se desconoce el tema y vinculan la utilización eventual de las organizaciones que se dedican a la provisión de cocaína a Europa que pasan eventualmente por el puerto de Rosario, pero también lo hacen por el puerto de Zárate - Campana, por el de Buenos Aires, por Mar del Plata; y no hay violencia narco en ninguna de las otras ciudades.

Otro mito: ¿donde hay droga hay violencia?

Hacen una vinculación entre violencia y narcotráfico internacional por el que se cometen dos errores. Primero: no todo narcotráfico es violento; al contrario: excepcionalmente es violento. Porque la violencia pone luz al negocio criminal; y no le conviene a nadie. En segundo lugar: no hay vínculo entre los narcotraficantes argentinos o extranjeros que se dedican a proveer cocaína a Europa y pasan por los puertos de aguas profundas y los grupos narcos que operan en Rosario. El clan Losa, en el norte argentino, es el gran ejemplo de cómo cuidan la seguridad los grupos narcos.

¿Entonces la movida del Gobierno nacional es inútil?

No sirve, primero porque a todos los efectivos que están llegando hoy (por ayer) lo sacaron de Rosario a la ruta y hoy los volvieron a la ciudad. Todo es un gran verso de este Gobierno que cree que se gobierna a través de las redes sociales y de la propaganda mediática. El que está atrapado en todo ese relato mediático es el gobernador (Maximiliano) Pullaro porque cuando primero pide auxilio a gritos al Gobierno federal reconoce lo que nunca quiso reconocer públicamente: que no cuenta con una estructura de seguridad a nivel policial ni judicial (Ministerio Público de acusación) para atender el problema criminal que existe en Santa Fe y especialmente en Rosario. Si hace eso me estaría dando la razón. A mí que lo sostuve desde el primer día que estuve en el organismo de investigaciones como cuando fui ministro de Seguridad. Nunca lo hará porque es radical y los radicales son bastante farsantes. Prefieren mentirle a la gente antes que sostener coincidencias con un peronista.

Usted viene diciendo que en Santa Fe no hay estructura...

Claramente Santa Fe no cuenta con un sistema de seguridad a la altura de atender a este conjunto de problemáticas y con la capacidad de pacificar el territorio más allá del crimen y más allá del narcotráfico. Porque el consumo de drogas ilegales, tramas de narcotráfico y crímenes van a existir siempre. Como existen en Salta, en Buenos Aires, en el Gran Buenos Aires, en Córdoba, en las grandes ciudades. Pero no en todos lugares existe el grado de violencia narco que se desenvuelve en Rosario. Y la explicación para eso tiene que ver con dos factores. Uno: en Rosario la Policía no maneja la calle y por ende no puede controlar el circuito criminal, aún de manera ilegal. Tienen lazos con los criminales, pero de subordinación tal como se vio en el juicio contra los monos y en el juicio contra el clan Alvarado. En segundo lugar: hay un nivel de fragmentación en el mundo criminal rosarino que es fenomenal. Es un ambiente criminal históricamente tallado por la violencia mucho antes del narcotráfico. Los rosarinos son violentos y los criminales rosarinos no son una excepción.

¿Qué opina de la propuesta del FBI que Sergio Massa lanzó en el debate presidencial?

Para mí es una inconsistencia, es una propuesta de campaña electoral que no tenía ningún asidero. La propuesta que se elaboró en un momento, la hicimos en abril de 2004, con el entonces ministro de Seguridad de Néstor Kirchner, Gustavo Béliz. La presentó en Casa de Gobierno como una propuesta de seguridad integral y propone la creación de una agencia integral de control del crimen organizado. Es un plan de reformas en el que yo había participado, como director de Información Financiera sobre la base de la reforma de la Policía Federal. Eso sigue estando vigente, y un sector del peronismo la mantenemos. Pero no es para Rosario sino para todo el país. Porque Argentina no cuenta con una estructura para la investigación del crimen complejo a nivel de Gobierno federal ni a nivel de Ministerio Público Fiscal. No es lo mismo investigar el robo de gallinas que las tramas delictivas complejas. El crimen organizado para ser investigado como trama criminal compleja debe atender 4 dimensiones. La estructura criminal propiamente del grupo, la estructura de violencia armada del grupo, es decir los gatilleros y la gestión de la violencia de la organización, la estructura de lavado de dinero o de gestión de la economía que genera el negocio criminal y la protección estatal porque debemos decir que todo crimen organizado busca la protección del Estado; en el nivel que pueda: policial, judicial o político. A veces logra en todos los escalones, a veces lo logra en algunos menos. Entonces para la investigación tenes que tener una buena estructura que den cuenta de estos 4 aspectos. Y eso no lo tiene ni el Ministerio Público Fiscal ni el Gobierno federal con la Gendarmería, la Prefectura y la Policía Federal. Tienen algunas pequeñas estructuras, pero no tiene una gran agencia abocada específicamente a este tema.

¿La dolarización favorecerá el lavado?

¿Sabe que favorece el lavado? la alta informalidad fiscal, la evasión tributaria. Cuando se tiene un país con una fiscalidad tan endeble, en donde la economía opera fuera del Estado al 50%, como sucede en Argentina, no hay estrategia política que pueda tomar cuenta del lavado de dinero. No importa si el país está o no dolarizado. Si se tiene la mitad de la economía que se mueve en negro es porque hay un gran circuito de gestión de esa economía que favorece el lavado de dinero proveniente de cualquier cosa.

En Orán hay una gran cantidad de dólares que circula libremente...

No se sientan en un lado marginal de la Argentina. Esto ocurre en el corazón de Buenos Aires. La informalidad económica, la evasión, todo ese dinero que se le esconde al Estado y a la fiscalidad estatal, gira en la economía, opera en la economía, se lava, se ensucia, se vuelve a lavar y se vuelve a ensuciar. Y todo se hace dentro de una estructura financiera, y de la economía real y de servicios, que están montada para eso. Y que algunas de esas partes, de esas estructuras, comparten actividades legales con las ilegales. En el fenómeno de Rosario había una actividad ilegal para el contrabando de soja que era enorme y que los narcos no tuvieron ningún problema en mandar dinero a las grandes financieras para lavar su dinero. Y éstas lo tomaron como cualquier otro dinero en negro. El problema es que la fiscalidad tiene un 50/60% de dinero en negro que no la puede abordar. En EEUU es más dificultoso el lavado de dinero porque tiene una fiscalidad muy fuertes.

Es decir que es un sueño pensar en políticas federales de seguridad...

En Argentina se atienden primero los problemas de seguridad sólo cuando hay muertos sobre la mesa. Frente a un drama extremo es muy difícil abordar un tema en serio. Entonces comienzan a hablar los chantas, los curanderos. Porque se necesitan respuestas rápidas, eslogan publicitarios, títulos mediáticos, pero las cuestiones de fondo se deben debatir de otra manera. Hablan entonces la gente que no conoce y la política está lleno de chantas. Por derecha, por izquierda. Hay chantas y curanderos en el Gobierno actual, pero también los tenemos en el peronismo.

Por eso el problema del norte del narcotráfico en el norte no es mediático. Hasta colabora con la alta desocupación...

En la frontera norte, la informalidad económica no sólo es del narcotráfico sino de todo. Pero ojo, es la misma informalidad que hay en las grandes barriadas populares. La informalidad de la frontera norte no es más grande que la informalidad que había en La Salada. Cuando hay corredores de contrabando como mecanismos de subsistencia de poblaciones pobres, una remera, una cubierta y un kilo de cocaína es lo mismo.

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