¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Se suman las tomas de instituciones educativas en el norte

Ya son 4. El martes coparon el terciario de Santa Victoria Este y el lunes tomaron la primaria de Misión San Luis.
Jueves, 21 de marzo de 2024 01:42
El terciario de Santa Victoria Este, tomado. Foto: UACOP.

A las dos escuelas tomadas en Pichanal y Alto de la Sierra, se suman el terciario de Santa Victoria Este y otra escuela primaria de Misión San Luis, las tres últimas en el departamento Rivadavia, extremo norte de la provincia.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

A las dos escuelas tomadas en Pichanal y Alto de la Sierra, se suman el terciario de Santa Victoria Este y otra escuela primaria de Misión San Luis, las tres últimas en el departamento Rivadavia, extremo norte de la provincia.

Ya fuera por los diversos motivos, en que las instituciones educativas fueron tomadas por miembros de las comunidades, la falta de información y soluciones del Ministerio de Educación de la Provincia es el denominador común en todas las problemáticas.

El martes último, miembros de la Unión Autónoma de Comunidades Originarias del Pilcomayo (UACOP) coparon el Instituto de Educación Superior N° 6050, en Santa Victoria Este. Si bien dicen que la toma es "pacífica", no dejan que la institución funcione.

Resulta que Provincia abrió el Profesorado de Educación Intercultural Bilingüe y convocó a las inscripciones en las cuales se anotaron 458 postulantes, de los cuales el 60% es indígena. Desde Supervisión dijeron que esa cantidad de estudiantes era imposible y que se calculaba en 90 la cantidad de ingresantes para poder trabajar. Resolvieron armar un examen de ingreso, que en realidad no se hace en otros terciarios de la Provincia. Para la situación era lo que se les ocurrió y el examen consistió en contenidos mínimos que muchos no aprobaron.

  Vista del frente de la escuela Misión San Luis. Archivo.

Entre esa cantidad de gente que quedó afuera por supuesto que había familiares de caciques de la zona que pusieron el grito en el cielo y denunciaron "discriminación". Así fue que se tomó la institución y le apuntaron al director, pero en realidad es una disposición ministerial.

En consecuencia, es un problema que tienen que destrabar los funcionarios en el territorio. No se puede saber la trama si no se conoce el contexto. La realidad en contextos de interculturalidad no se puede abordar desde lógicas de pensamiento urbano; al menos resultan incomprensibles.

Otro caso

Lo mismo sucede en la escuela 4194, del paraje Misión San Luis, ubicada muy cerca del río Pilcomayo, donde miembros de la comunidad tomaron la escuela desde el lunes de la semana que transitamos. En un comunicado de prensa "solicitan el nombramiento inmediato de la señorita Luisita Lorenzo como Auxiliar Bilingüe".

En la zona todos saben que la señorita es familiar del cacique y es muy probable que el pedido tenga una lógica bien argumentada. Lo que no se puede entender es que se llegue a la toma de la institución y se suspendan las clases.

Hablamos de una escuela que tiene todo en condiciones para el dictado de clases, con todo el personal docentes, el auxiliar bilingüe y el no docente y sin embargo, por una cuestión interna, se suspende el dictado de clases presenciales. La toma hace evidente el fracaso de la negociación entre la comunidad y el Ministerio.

No es casualidad que las cuatro tomas de los edificios escolares se produzcan en contextos indígenas. La medida organizada por las familias de la escuela 4286 "Presidente Juan Domingo Perón", de Pichanal, viene desde febrero y hasta ahora no les dieron solución. La protesta es porque las empresas que trabajan en la refacción y ampliación de la institución se fueron y dejaron la obra el año pasado. Es un problema con un mucho tiempo sin resolver que afecta además a un secundario que funciona en el mismo edificio.

En la escuela 4555 "Rosario Vera Peñaloza", de Alto de la Sierra, unos 600 niños y niñas van a una institución con los baños destruidos, los pozos ciego hundidos, con paredes que se caen, techos volados y con una cocina que duele mirar. Los padres pedían aunque sea unos cuantos baños químicos para que comiencen las clases. Las promesas nunca llegaron y las familias decidieron no mandar a los chicos a la escuela.

Nadie dice cuál toma está bien y cuál está mal, pero la falta de respuestas oficiales concretas desencadenan medidas que luego son difíciles de solucionar.

 

PUBLICIDAD