La cantidad de lluvia que cayó en la ciudad, durante el último temporal superó lo estimado para enero, en tan sólo 6 horas. Para muchas familias fue un golpe duro. Es el caso del asentamiento San Francisco Solano, en donde residen más de 40 familias, que tuvieron que autoevacuarse con la ayuda de otros vecinos de la feria del sector, ante la nula reacción del estado para socorrerlos.
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La cantidad de lluvia que cayó en la ciudad, durante el último temporal superó lo estimado para enero, en tan sólo 6 horas. Para muchas familias fue un golpe duro. Es el caso del asentamiento San Francisco Solano, en donde residen más de 40 familias, que tuvieron que autoevacuarse con la ayuda de otros vecinos de la feria del sector, ante la nula reacción del estado para socorrerlos.
El agua que ingreso a sus hogares, arrasó con electrodomésticos, ropa y muebles. También, con los animales de compañía de los vecinos. Además sufrieron robos de personas que aprovecharon la situación.
Las consecuencias de la intensa lluvia en el asentamiento
En diálogo con El Tribuno, María Delgano, damnificada, expresó: “Nos tuvimos que ayudar entre nosotros para lograr salir de las casas con los bebés en brazos. Con la intensa lluvia subió muchísimo el nivel del agua, algunos que están más al fondo les llego hasta los hombros. Por eso, no podían salir por sus propios medios. Perdimos todo, heladeras, muebles y hasta los animales que teníamos se ahogaron. Cuando pedimos ayuda nos dijeron que este lugar no era habitable y no nos dieron respuestas”. Y contó: “Estuvimos en peligro porque los cables y postes quedaron bajo el agua. En este lugar vivimos hace 10 años, entre niños, mujeres y abuelos”.
Los damnificados perdieron todas sus pertenencias
En tanto, Araceli, contó que perdieron todas sus pertenencias y que lo único que pudieron rescatar fue a su perro. Y detalló: “El agua nos llego hasta el cuello, por eso hoy estamos en casa de mi hermana que es un lugar un poco más alto. No tenemos nada, lo poco que logramos como ropa, zapatillas, garrafa, colchones y algo de material, todo lo perdimos. El agua arraso con nuestro hogar”.
Asimismo, destacó que junto a su marido trabajan para salir adelante y aclaró: “Estamos en este lugar al no tener otra opción. Necesitamos que nos reubiquen, por más que nos ayuden con colchones otra lluvia vendrá y nos dejará sin nada nuevamente”.
Judhit, vecina afectada dijo que durante la inundación, otras personas ingresaban al lugar para llevarse cada cosa que encontraban flotando. “Hoy tenemos todos mojado, rescatamos algo de ropa y una parrilla para cocinar. Juntamos un poco de leña para hacer fuego, pero hoy nuevamente llueve. Es muy dura nuestra realidad. Tenemos que volver a empezar, no nos queda otra que reconstruirnos. Nuestros hijos lloraban y decían que la lluvia se llevaba su casita”, finalizó.