El barrio Finca Santa Anita, tiene 33 años de existencia y aún no cuenta con los servicios básicos de agua y cloacas. Es por eso, que los vecinos deben recurrir al camión sisterna cada vez que les falta el agua. Aseguran que se cansaron de hacer notas a todos los organismos de los diferentes niveles de gobierno. Sin embargo, siguen padeciendo la falta de agua sobre todo en estas épocas de altas temperaturas. Por lo que deben racionar lo poco que llegan a juntar para bañarse, cocinar y sus actividades cotidianas.
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El barrio Finca Santa Anita, tiene 33 años de existencia y aún no cuenta con los servicios básicos de agua y cloacas. Es por eso, que los vecinos deben recurrir al camión sisterna cada vez que les falta el agua. Aseguran que se cansaron de hacer notas a todos los organismos de los diferentes niveles de gobierno. Sin embargo, siguen padeciendo la falta de agua sobre todo en estas épocas de altas temperaturas. Por lo que deben racionar lo poco que llegan a juntar para bañarse, cocinar y sus actividades cotidianas.
Nancy Gutiérrez, es una vecina que reside en el barrio, los mismos años que este tiene de existencia. Y lleva adelante una lucha, para conseguir una respuesta efectiva a la necesidad más urgente de las familias como es el servicio del agua. Además, es encargada del merendero “Osito Feliz” en donde brinda asistencia a niños y familias del lugar. Al no contar con el liquido vital, les entrega la merienda en bandejas y los chicos que pasan a retirarla, deben lavarse las manos en los tachos de agua, que logra preservar para cuidar su higiene.
Rehenes de la falta de agua
En diálogo con El Tribuno, expresó: “Por años somos rehenes de la situación de falta de agua. Somos tres los barrios afectados, yo lucho por el mio pero unimos fuerzas con los vecinos de barrio El Parque y Circulo 3, que sufren al igual que nosotros la falta de agua”. “Se trata de barrios con redes de agua que pagan el servicio, y no cuentan con el mismo por falta de voluntad política. A parte no invierten, ni planifican, y lo decimos aunque no les guste”.
Luego, recordó: “Estamos con este tema hace 33 años, hicimos corte de rutas, nota tras nota. Por mucho tiempo estuvimos con mangueras clandestinas. De esa forma podíamos contar con algo de agua por lo menos del barrio Circulo I, que siempre tuvo buena presión. Nos enganchamos de ahí y de otros barrios también. Pero hace más de un año, ni eso podemos porque ya no llega la presión al parecer”. Y luego, Gutiérrez, siguió: “Estamos cada vez peor con estos calores. No hay agua ni para traer de ahí. Yo tengo un comedor- merendero pero al no contar con agua, estoy dando esta ayuda con viandas. Asisto a más de 50 niños y también a varios abuelos que se fueron sumando luego de la pandemia”.
Esperan por un pozo de agua para la zona
Asimismo, Nancy, remarcó: “Estamos peleando por un pozo de agua para el barrio. Desde la gestión municipal actual quedaron en ayudarnos, pero hasta ahora no hay nada, esto es algo urgente. El camión sisterna de aguas del norte viene pero lo tenemos que llamar. Pido que vean el tema del agua porque es una cuestión humanitaria”.
Respecto, a la conexión de las cloacas, dijo: “El camión atmosférico de la municipalidad no viene por aquí, nosotros tenemos que pagar de forma particular para que nos hagan el desagote. Hay viviendas que tienen hasta dos pozos ciegos, que rebalsan y con los calores esto se vuelve tremendo. Hoy esta muy difícil, este servicio tiene un costo de hasta 20 mil pesos, es mucho para los vecinos”.
Luego, añadió: “Pero estamos obligados a mantenernos de esa manera y no entendemos porque estamos así, si nos encontramos ubicados a 5 minutos del centro. Estamos peleandola, nos reunimos con los otros barrios. Unos se van al Ente Regulador y otros van mostrando la realidad del barrio a los medios y por las redes”. Y resaltó: “Nuestro problema lo conocen todos los políticos y funcionarios, pedimos auxilio hace tiempo. Aquí lo que veo es una falta de voluntad política y de tenernos esclavizados con esta necesidad”, finalizó Nancy Gutiérrez.