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Incluir Salud: Madre lucha por conseguir hormonas para su hija trasplantada

Se trata de una joven de 21 años, trasplantada del riñón. Aseguran que Incluir Salud, les negó la medicación. Necesita la hormona “heritropoyetina” por tres meses, para evitar que su cuerpo rechace el órgano y vuelva a diálisis.
Domingo, 04 de febrero de 2024 14:32

Lourdes Paredes (21), es una joven que reside en Hipólito Irigoyen, Orán. Padece insuficiencia renal crónica, por lo cual debió ser trasplantada de riñón a los 13 años. Luego, producto de una mala praxis, al dejarle el catéter demasiado tiempo en su internación, sufrió una infección que la hizo atravesar por siete operaciones, para no perder la vida. Tras lo cual, quedo en silla de ruedas y recién este año, esta logrando caminar con la ayuda de un bastón y el apoyo de su familia.

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Lourdes Paredes (21), es una joven que reside en Hipólito Irigoyen, Orán. Padece insuficiencia renal crónica, por lo cual debió ser trasplantada de riñón a los 13 años. Luego, producto de una mala praxis, al dejarle el catéter demasiado tiempo en su internación, sufrió una infección que la hizo atravesar por siete operaciones, para no perder la vida. Tras lo cual, quedo en silla de ruedas y recién este año, esta logrando caminar con la ayuda de un bastón y el apoyo de su familia.

Para evitar un retroceso en su salud, requiere con urgencia de un tratamiento de 3 meses con la hormona “heritropoyetina”. La cual, según aseguró su madre no les quisieron entregar desde Incluir Salud. De no avanzar con tales indicaciones medicas su cuerpo puede rechazar el órgano y su vida corre peligro.

En diálogo con El Tribuno, Esperanza Romano, madre de la joven, relató: “Mi hija tiene 21 años, a los 13 le detectaron una enfermedad renal crónica avanzada. Por lo cual, debía hacer diálisis. Lamentablemente, en esos años su papá que trabajaba en el Ingenio Tabacal, fue despedido y ella quedo sin obra social. Luego de esperar, afortunadamente se consiguió a través de Incucai, un riñón cadavérico y la trasplantaron en marzo de 2019 en el Hospital Oñativia”.

Sufrió mala praxis y paso por 8 operaciones

Y siguió: “Al dejarle el catéter para ver si rechazaba el órgano por demasiado tiempo, le ingresó un virus que le provocó una infección. La trasladamos en el avión sanitario, casi pierde la vida. Tuvo que pasar por 8 operaciones. Mi hija viene luchando por su vida desde hace mucho tiempo. Hoy esta estudiando, le gusta pintar y dibujar”.

Asimismo, Romano, recordó que pese a que le recomendaron que no debían vivir en su pueblo de Hipólito Irigoyen, por el clima caluroso que afecta a los riñones de su hija. No les quedo otra, que volverse, ya que son una familia de escasos recursos y les resulta imposible acceder a una vivienda en la capital. Momentáneamente se encuentra en un terreno que le fue cedido de forma solidaria de manera temporal. Y dijo: “Fui a Incluir Salud, al ser mi hija discapacitada es donde me deben proveer de las hormonas. Me dijeron que estaban con problemas y no están trabajando, les lleve todas las recetas e indicaciones medicas. Lo de mi hija es urgente, ella tiene un trasplante y sino tiene la medicación, su cuerpo puede llegar a rechazar el riñón, que a duras penas se consiguió para que siga viva”, aseguró temerosa.

Moverá cielo y tierra para no dejar morir a su hija

Luego, Esperanza, expresó: “Voy a mover cielo y tierra para no dejar morir a mi hija. No hay plata que nos alcancen. No puede ser que por una hormona su tratamiento vuelva para atrás. Mi hija es la única joven trasplantada de mi pueblo. No tenemos ni vivienda social, pese a la situación de Lourdes. Ya nos tocó vivir una mala praxis, el año pasado tuvimos que hacerle una biopsia y hoy no nos responden con la medicación que necesita”.

La madre, aseguró que las hormonas “heritropoyetina”, que requiere la joven, tienen un costo actual de 20 mil pesos cada una y van subiendo los precios. El tratamiento al que se debe someter con esta medicación es por tres meses. “Necesita una por semana, durante tres meses. Una hormona con la que no cuente, para ella implicará al menos 5 transfusiones de sangre. Yo trabajo en un programa que se llama Proma, es un subsidio que me otorga el municipio de 20 mil pesos, a cambio de limpiar de lunes a viernes. Por eso, para mi es mucho poder llegar a juntar 200 mil pesos, que sería el monto total aproximado, para comprar de forma particular las hormonas. Pido respuestas a las autoridades, ella quiere vivir. Lo único que necesito es salud y vida para mi hija”, concluyó.

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